Capítulo 6

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De nuevo en aquella casa Rick se encontraba tirado en la cama pero no estaba solo, se podían escuchar un par de voces que se acercaban cada vez más y más.

-Eso es todo lo que serás.

-No, por favor. Lo siento. No lo hagas, por favor.

-¿Que demonios me dijiste? ¡Esto no es asunto tuyo! 

-Lo siento, viejo.

-Cállate.

Las voces se seguían escuchando. En una de esas se pudo presenciar el sonido de una estruendosa risa la cual por suerte izo despertar a Rick. Este tomó su reloj y fue a echar un vistazo, pudo divisar a un hombre entrando a otra habitación, rápidamente fue hacia la cama y  se escondió bajo ella. Estaba por volver a salir cuando uno de los hombres pasó frente a la puerta, de un susto volvió de nuevo a su lugar, luego en un movimiento rápido se asomó y tomó la botella de agua que había dejado ahí y volvió a esconderse.  

Justo en ese momento uno de los hombres entró a la habitación y empezó a revisarla durante un tiempo.Luego de estar seguro que no había nadie se situó en frente de la cama, Rick pudo ver apenas las botas del sujeto quien en un segundo rodeó la cama y se tiró en ella casi aplastando a Rick. 

-Esta será nuestra residencia por esta tarde.- se pudo escuchar. Rick tenía que hacer algo Michonne, Carl y Clementine regresarían pronto. 


Por su lado, Michonne analizaba atentamente uno de los cuadros que estaban en aquella casa. 

-¿Cómo se llamaba tu hijo? - se pudo escuchar a Carl detrás de ella. 

-Dije después.

-Iré a revisar las demás habitaciones.- anunció Clementine dejándolos solos.  

-Deberías aprender de Clementine ella fue a revisar las habitaciones.- dijo esta, tratando de evitar el tema. 

-Bueno... En realidad, estas son dos habitaciones separadas... Y ya revisamos esa, así que...- la mujer lo miró de reojo y luego por fin habló.

-Andre.- volteó a verlo.- Su nombre era Andre Anthony. Asegúrate de que ahí no este oculta una caja de galletitas.- dijo cambiando de tema y dirigiéndose hacia la otra habitación. 

-¿Tuviste otros hijos?

-Las reglas del juego, mi amigo. - Él no la escuchó fue con ella hasta uno de los pasillos y volvió a preguntar.

-¿Tuviste? 

-¿Sabes? Podrías ser un espía. O un policía. 

El chico se cruzó de brazos esperando una respuesta. 

-No. Con uno fue suficiente para mi.- Habló por fin.- Y Andre era difícil, como tú. 

-¿Este pasillo cuenta como una habitación?

-Si puedes encontrar algo que nos sirva. - no esperó más, el chico se propuso a investigar por todo el lugar tratando de encontrar algo útil. Miró hacia una de las puertas y tomó lo que parecía ser una pintura en vuelta en un papel, seguido lo llevó hasta Michonne.  

-Esto es lo único que pude encontrar. ¿Cuenta?- preguntó. Michonne rió.

-Técnicamente, si. -dijo tomando el cuadro .- ¿Y?

-¿Cuanto tiempo pasó? - preguntó Carl. Michonne se tomó unos segundos para responder.

-Ocurrió después... Después de que todo sucedió. 

Carl se tomo unos segundos para procesarlo.

-¿Mi padre lo sabe? 

-Nunca se lo dije. Nunca se lo dije a nadie... Hasta ahora.

-Tu secreto esta a salvo con migo.- dijo mostrando una sonrisa. Y ella la correspondió. 

-No es un secreto, realmente.

-Igualmente, está a salvo con migo.- luego se encamino a revisar las demás habitaciones. Michonne por su parte se dedico a abrir la envoltura que cubría la pintura que Carl le había dado. Cuando por fin lo hizo la sujetó bien y la alzó... Su rostro estaba impactado, la pintura representaba algo tan normal en el mundo que era aterrador. 

Miró hacia la puerta en donde había estado y se dirigió a ella. Dejó el cuadro en el suelo y preparó su katana, luego entró cuidadosamente.

El cuarto era chico y parecía estar en orden, fue hacia la puerta que estaba a un costado y la abrió, en esta habitación parecía haber sido de un niño. Uno chico. La mujer se quedó recostada en la puerta, todo era muy duro para ella. Empezó a recorrer el lugar lentamente, fijó su vista en unos libros y luego en una puerta, la cual estaba en la esquina de aquel lugar. Fue esta ella y entró.

Este, a diferencia del otro era de una niña, fue entrando lentamente, para su sorpresa Clementine estaba ahí, ella estaba fija sin mover ningún musculo y su miraba se concentraba en un solo lugar. La cama.

Michonne se acercó  quedando a tan solo unos pasos detrás de la chica. Su mirada también quedó como la de ella, arriba, en la cama... se podía visualizar a dos niñas, ambas convertidas en caminantes. Muertas.


La mujer no pudo impedir que sus lagrimas salieran, miró hacia la chica y esta no se movía, una lagrima bagaba por su rostro. Miró al otro lado y en la otra cama estaban dos niños. Volvió a mirar, esta vez a sus espaldas y se encontró con otro caminante, todo era un horrible espectáculo. No lo dudo más y sacó a Clementine de ahí. 

-¿Michonne?- se escuchó decir a Carl, este se encontró con ellas saliendo de la habitación. Ambas tenían lagrimas en los ojos y la mirada perdida. 

A diferencia de la niña, la mujer fijó su vista en el chico que tenia delante. 

-¿Está todo bien? - preguntó el chico.

- Si, todo bien. - su voz sonaba cortada. 

El chico se acercó a ellas mirando con curiosidad la puerta. 

-Hay un bebe ahí dentro.- dijo afirmando.

-Es un perro.- dijo rápidamente Clamentine levantando su vista. Michonne asintió.

El chico se tomó un segundo, bajó su cabeza y luego habló.

-Mi papá me dejó darle un nombre. - alzó su mirada.- Quizás... Quizás ella y Andre estén juntos, en algún lugar. - Michonne le sonrió, por su lado Clementine no entendía nada, pero tampoco preguntó.

-Vamos. Ya casi es medio día. 














CLEMENTINE | Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora