Capítulo 22

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-Antes... ¿Estuviste vigilándonos? -le preguntó Rick.

Todos ahora se estaban dirigiendo a la famosa iglesia del sacerdote.

-He estado solo.- respondió este.- En estos tiempos, las personas son tan peligrosas como los muertos, ¿No crees?

-No, las personas son peores.- dijo Rick.

-Bueno, no los estaba vigilando. No he pasado el riachuelo que está cerca de mi iglesia más de un par de veces desde que todo comenzó. Fue lo más lejos que he llegado hasta antes de hoy. -miró a Rick pero este parecia ignorarlo.- O tal vez estoy mintiendo. Tal vez he mentido y no hay ninguna iglesia más adelante. Tal vez los estoy llevando hacia una trampa para robarles todas sus ardillas.- dijo exagerandose. Volteó para ver a Rick y esto lo miraba sin expresion alguna. Todos empezaron a rodear al sacerdote.

-Los miembros de mi rebaño a menudo me decian que mi sentido del humor deja mucho que desear.- decia Gabriel retrocediendo al ver que Rick caminaba hacia el intimidándolo.

-Si, es verdad.- le dio la razón Daryl. Luego de haberse "divertido" un rato con el sacerdote volvieron su camino hacia la iglesia.

Poco más alante un camino fue visible. Este conducia hacia una curiosa iglesia de madera clara bien elaborada.

Gabriel fue directamente hacia la puerta dispuesto a abrir pero Rick lo detuvo.

-Un momento. ¿Podemos echar un vistazo primero? Solo queremos conservar nuestras ardillas.

En un segundo entraron al esperado nuevo refugio con las armas en alto.

-Encontramos un autobus pequeño atrás.- dijo Abraham al ver salir de la iglesia a Rick junto con los otros.- No funciona, pero apuesto que podemos arreglarlo en menos de uno o dos dias. Ya tenemos transporte.- el hombre, al ver que Rick parecía no prestarle atención descidió ser más brusco.- Entiendes lo que está en juego aquí, ¿Cierto? - le dijo a Rick.

-Si, lo entiendo.-le contestó mientras acariciaba el cabello de su hija.

-Justo ahora que podemos descansar... - le intervino Michonne.

-Si descansamos, nos retrasaremos.- dijo decidido el pelirrojo.

-Necesitamos provisiones sin importar lo que vayamos a hacer después.- habló nuevamente Michonne.

-Es cierto. Agua, comida, municiones.-dijo Rick dandole la razon a la mujer.

-El autobus no se va a ir a ningun lado. Te treré unos frijoles enlatados.- le dijo Daryl entrando a la iglesia despues de Rick.


Luego de que todos habian entrado y planeado ir por provisiones Rick se dispuso a hablar con su hijo.

-Escucha, no confío en este tipo.

-¿Por qué?- le preguntó Carl sin entender la razon.

-¿Por qué confias en él?- esta vez Rick era quien no lo entendía.

-No todo el mundo puede ser malo...-a Rick le sorprendia la forma en la que Carl tomaba la situación, era como si no viera el mal en la gente o las consecuencias que puede ocasionar confiar en alguien. Pensó en que Clementine lo estaba haciendo cambiar de pareser y el lo aceptaba. Es bueno ser así. El problema, la gran diferencia era que Clementine por más humilde que sea sabe cuando hay que serlo y cuando no. Sin embargo Carl no, y es algo de lo que tenía que darse cuenta.

-Bueno... No confio en este tipo. Y por eso lo voy a llevar conmigo. Pero podria tener amigos. Asi que necesito que te quedes alerta y ayuda a Tyreese a proteger a Judith, Clementine tambien lo hará, ¿De acuerdo?

Carl asintió aciendole saber a su padre que estaría bien.

-Ahora... Necesito que escuches lo que te voy a decir.

-Esta bien.- le dijo el joven chico a su padre.

-No estas a salvo. No importa cuanta gente te rodea o cuan despejada se vea el area, no importa lo que digan, no importa lo que piensen, tú no estas a salvo. Solo toma un segundo. Un segundo y eso es todo. Nunca bajes la guardia, nunca. Quiero que me lo prometas.

-Lo prometo.-susurró su hijo.

-De acuerdo.- seguido Rick se levantó para irse pero la llamada de Carl lo hizo detenerse.

-Papá.

Rick volvió con él.

-Tienes razon.- comenzó a hablar.- Soy fuerte. Ambos lo somos. Pero somos lo tan fuertes que aun podemos ayudar a otras personas. Y podemos arreglarnoslas si algo sale mal. Y somos lo tan fuertes que no tenemos que temer y no tenemos que escondernos.

Rick le asintió dandole la razon.

-Bueno, él esta escondiendo algo.

-Me mantendré a salvo, papá.- le dijo conprensivo.

-Si.- dijo Rick posando una mano en el hombro de su hijo para luego por fin irse.

Se quedó viendo como su padre salía por la puerta hasta que su salida fue casi interrumpida por la chica de la gorra quien luego de una risa apenada se disculpó y entró a la habitacion con Carl.

-Hey, hola.- dijo con una leve sonrisa hacia Carl mientras se acercaba a él.

-Hola.- le devolvió la sonrisa.

-Veo que ya te arreglaste con tu papa.- le dijo.

-Si...- respondió soltando una leve risita.

-Eso, es bueno Carl. Me alegro que por fin esten bien.- le dijo sincera.

-Tenias razon.-habló Carl.- me arrepentí.- dijo un poco apenado. Clementine solo le sonrió.

-Todos cometemos errores, somos humanos, si no lo hacemos nosotros quien lo hará.

Carl le asintió varias veces sonriendole.

-Me alegra volver a verte, pensé que no lo haria más.

-También me alegra volver a verte Carl.- le dijo Clementine.- Bueno... iré a ver si Tyreese me necesita o algo...- dijo para irse pero Carl tal y como le hizo a Rick la detuvo.

-Espera.-la chica se volteó.-¿Qué le pasó a tus padres?-preguntó Carl con trabajo temiendo lo directo de la pregunta.

Clementine se tomó un minuto para responder lo obvio. Hizo una mueca y habló.

-Murieron.



CLEMENTINE | Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora