Aries Black salió corriendo del Gran Comedor. No le gustaba que la viesen llorar ni que supieran que lloraba para desahogarse, pues era algo que le habían enseñado desde pequeña porque llorar significaba ser débil. . . y ella no era una chica débil, no después de haber pasado por tantas cosas a lo largo de sus diecisiete años. Pese a ello, esta vez no le importó. Primero se enteró que su mejor amigo, que era como su hermano, moriría en dos años en una batalla que tendría lugar en Hogwarts, el lugar que era su hogar y la había visto crecer. Y, después, se había enterado que su tío, su padrino, su segundo padre como alguna vez le había llamado, moriría en unos meses por culpa de su tía Bellatrix.
¿Por qué todo le salía tan mal? ¿Qué había hecho ella para recibir tantas malas cosas? ¿Por qué la vida era tan dura con ella? Creció sin padres y sin su tío favorito, que además era su padrino. Vivió durante tres años con su abuela Walburga, hasta que murió de pena tras perder a su hija pequeño y a su marido, el abuelo Orión. Y después de esa súbdita muerte, empezó a vivir con sus tíos, Lucius y Narcissa, pues eran sus familiares directos, aparte de Andrómeda Black y Nymphadora, a quien visitó a escondidas de su tío Lucius.
¿Por qué durante estos diecisiete años ha tenido que pasarlo tan mal?
La pequeña Aries Arabella Black solo quería tener a su padre a su lado. Siempre soñó con crecer con su padre a su lado, dándole consejos, consolándola, divirtiéndose juntos, siempre quiso pasar más tiempo con su padre. Solo estuvo un año a su lado antes de que desapareciera y lo perdiera para siempre.
Paró en seco al llegar al patio trasero, sentándose en un banco de piedra con la cabeza escondida entre sus piernas, abrazándose a sí misma mientras lloraba desconsoladamente. Por primera vez en su vida, estaba desahogándose hasta quedarse seca, hasta no poder más.
―Aries, no pasará nada, te lo prometo.
―Quiero a papá, necesito a papá ―lloriqueó la joven, en un murmuro en el que casi no se la entendía por los sollozos―. ¿Por qué todo me sale mal? No he hecho nada malo para que me pase todo lo que me ha pasado hasta ahora y lo que sé que me pasará. Solo me pasan cosas malas. Crecí sin padres, crecí sin ti, crecí solo con el amor de Cissy y, más tarde, de Draco. Fue al empezar a estudiar aquí que cambió todo un poco. Conocí a los gemelos, a Charlie, a mis amigos. Empezó todo a cambiar para bien. Pero todo volvió a empeorar en el primer año de Draco en Hogwarts. Los ataques de Voldemort volvieron año tras año y eso hacía que recordara a papá. Y ahora me entero que mi mejor amigo morirá y que tú también me dejarás para siempre.
―Princesa, le prometí a tu padre que no te dejaría nunca sola. Lo hice durante trece años y me arrepiento mucho. Pero no volveré a dejarte sola, ¿sí?
―Abrázame, solo abrázame ―pidió entre sollozos―. Te quiero tanto, padrino.
Sirius Black abrazó a su sobrina y ella lloró en su pecho. Necesitaba desahogarse para quedarse a gusto con ella misma. Y lo consiguió.
―Gracias, lo necesitaba. Lo necesitaba tanto como necesito a papá.
Sirius depositó un beso en su frente, para después quitar cualquier rastro que quedase de lágrimas impregnadas en su pálido rostro.
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De este extra y el personaje de Aries Black, ha salido una saga de libros. Por ahora, tendrá 8 libros seguros (7 que se basan en los 7 de Rowling y 1 de introducción) y no sé si haré también la precuela explicando la historia de Regulus y Claire, más una secuela con el futuro de Ares que ya se explica, sin detalles, en el libro.
¡Espero que os guste la edición!
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✓ | Lo que vendrá.
FanfictionEste fic es una montaña rusa de bromas, drama, comedia y amor, que es más que nada, una razón para luchar por un futuro mejor. Una manera diferente de conocer a la tercera generación y ver las reacciones de los futuros padres siendo tan jóvenes, os...