✓ | Lo que vendrá.

4: Louis Weasley.

Queridísimo pasado, mi nombre es Louis Weasley, soy el único y menor hijo varón de Bill Weasley y Fleur Delacour.

― ¡Bill, querido, felicitaciones! ―celebró Molly.

― ¡¿CON FLEUR!? ―Gritó Ron―. Hermano, tengo tanta envidia.

Hermione lo miró como si tuviese alguna enfermedad contagiosa y se alejó lo más que pudo de él.

― ¿Quién es Fleur? ―preguntó Arthur, ajeno a toda esa euforia.

― ¡La campeona de Beauxbâtons! ―chilló Seamus, que miraba con enormes celos a Bill.

― ¡Hermano! ―gritaron los gemelos y Charlie, recibiendo el ultimo una mirada para nada agradable, en su nuca, por parte de Aries.

Si ellos dos habían dado el paso para tener algo, ¿por qué se emocionaba tanto por una estúpida bruja francesa? ¡Si ella era mil veces mejor!

―Amigo, yo vi las fotos de la chica en el periódico y aunque puede ser mi hija, no está nada mal ―aseguró Black.

― ¿Nada mal? ―se burló Dean―, vivir no está nada mal, Delacour esta buenísima.

― ¡Supérenlo! ―gritó un coro de chicas.

―Cornelius, no queremos que nada malo ocurra, continúe.

Vamos a dejar que mis lindos tíos maduren.

Todos se burlaron de la cara de abochornados que tenían los chicos.

Pero venga que no tenemos toda la vida. Sí, sí, sí. Mi maman está buenísima.

―Si hasta el chico lo dice ―se río Remus―. Nymphadora, no me mires así, solo bromeo.

―Sí, claro sobrinis ―se burló Sirius y luego articuló un "Vigílalo."

Esperen a ver a mis hermanas, que por cierto, tengo dos. Ódienme hermanitas.

―No perdiste tiempo con la francesa, amigo ―le dijo Wood.

― ¡¿Es francesa!? ―se sorprendió Sirius.

―Sirius; DELACOUR ―le explicó Harry, haciendo énfasis en el apellido.

―Me pareció un apellido bonito, no sabía con exactitud de donde era ―le restó importancia el hombre, haciendo un gesto con la mano.

―Dejadle, en casa decimos que la abuela Walburga le dejó caer al nacer ―dijo Aries, entre risas, ganándose una mirada fea por parte de Sirius―, sabes que te amo igual, padrino.

Soy un Gryffindor *Roar* Chicas, también soy un león en la cama *Guiña ojo*

Todos se quedaron con una cara de trauma que causaba gracia para cualquiera que los viera externamente, solo unos cuantos reían.

―Dime que mi hijo no está hablando de sus habilidades en la cama ―pidió Bill.

―Oh sí, sí que lo está haciendo ―afirmó Neville, riéndose.

Bueno, mejor no hablamos de mis habilidades en la cama porque;

―No me importa el porqué, solo no hables ―suplicó Lavender, muy incómoda con el tema.

Uno, no tengo una buena edad para hablar sobre ello.

― ¿Cuántos años puede tener? ―preguntó Hannah.

―Que ustedes sean unos vírgenes totales no quiere decir que el sexo sea algo malo ―le restó importancia Draco.

―No, claro que no señor Malfoy, es solo que es mal visto que un joven hable tan abiertamente de eso ―explicó la profesora McGonagall.