Camila, mi amiga... mi mejor amiga desde que tengo memoria. Siempre inseparables. Siempre compitiendo en las fiestas para ver quien era la que llevaba el mejor vestido, el mejor peinado... quien era la más hermosa.
Claro, todo cambió hace tiempo. Ahora ella ya es toda una "señora" y lo que más lo demuestra es la barriga de 7 meses de embarazo que carga consigo.
-esperamos no ser inoportunos, conde Salvatore.
El esposo de Camila, Danilo, un hombre de alrededor de los cuarenta, alto, delgado y con una tez blanca con el mármol, vestido impecablemente como todos los caballeros de dinero, hace una reverencia a mi padre, luego a mí.
-gusto en verla de nuevo, señorita.
Le dedico una sonrisa cortés.
-el gusto es mío señor.
Detrás de él puedo observar una cabellera de rizos rubios alborotados que se mueve despacio.
-¿hemos llegado en algún momento inoportuno?-Danilo ve los platos en la mesa.
-claro que no, estábamos terminando.
-solo quería venir a agradecerle personalmente la molestia que mi esposa pueda quedarse unos días con ustedes, mientras estoy de viaje.
-¡no es ninguna molestia!-respondo como si me dijeran a mí.
Luego, camino hasta donde está Camila, que me mira con sus increíbles ojos azul intenso. Admito que siempre la he envidiado. Cuanto desearía yo tener unos ojos así.
Papá solo niega con la cabeza divertido, sabiendo que tenernos a las dos en el mismo techo será toda experiencia.
-así es. Como dijo mi hija no es ninguna molestia. Ella siempre será bienvenida en esta casa.
-bueno señor, sin más... me despido. Me queda un largo camino.
-que tenga buen viaje. Lo acompaño a la puerta.Mi padre y Danilo siguen con sus formalidades, mientras yo tomo a Camila de la mano y prácticamente la jalo corriendo.
-¡espera! ¡espera! ¡te recuerdo que estoy embarazada!-protesta.
-ah... lo lamento. ¡pero es que estoy tan contenta de que te quedes aquí un tiempo!
-a mi también me encanta la idea, pero... hay que tener cuidado-levanta un dedo índice y lo pone en su barriga.
-por supuesto, no queremos que nada le pase a mi futuro ahijado.
-¿y donde voy a dormir?
-en la habitación que está frente a la mía, claro.
-¿Qué te parece si mientras platicamos me ayudas a acomodar mis cosas?
-no estaría más encantada, señora.
Ríe con ganas.
Ella podrá estar todo lo casada y embarazada que quieran, pero siempre seguirá siendo la misma.
Los mozos llevan las maletas de Camila a la habitación frente a la mía. Pronto empezamos a sacar su ropa y algunas otras cosas.-vaya señora, si que trajo demasiado-bromeo mientras abro otra maleta.
-que esté terriblemente gorda no quiere decir que no puedo vestirme bien.
-a propósito, mañana iremos al centro de la ciudad para comprar todo lo necesario para la fiesta de la presumida esa.
-ahh... ¡por supuesto! Ya que yo ya no puedo... tú tienes que verte impactante.
Reímos y bromeamos mientras acomodamos todo. Al final terminamos tiradas en la cama. Ya es la hora del crepúsculo y mi nana nos ha llevado la cena a la habitación. Excelente idea, ya que mi papá fue a cenar con algunos negociantes y eso de estar sin él en el comedor se me hace un poco triste. Tomando en cuenta que siempre hemos sido solo los dos para todo.
Observo el vientre hinchado con curiosidad-Camila, nunca te he preguntado esto pero.. ¿Qué se siente estar embarazada?
Se queda un rato pensándolo y arque una ceja.
-buena pregunta. Pero la verdad es que ni siquiera yo sé. Es raro ¿sabes? Al principio todo estaba normal pero conforme pasan los meses se mueve-hace una mueca.
-¿en serio? Wow... no me imagino eso.
Me llevo la mano al abdomen.
-pero también es algo... diferente. Saber que hay un bebé que crece dentro de ti. Que dependerá absolutamente para todo. Y es increíble pero también... también vienen las preocupaciones.
-¿preocupaciones? ¿Qué clase de preocupaciones?
-bueno... he estado pensando en las últimas semanas... muchas mujeres mueren al dar a luz.
Un escalofrío me recorre la espalda al recordar a mi madre.
-lamento si te hice sentir mal. -se disculpa.
-no... al principio duele, pero luego te acostumbras a ello. ¿estas pensando que puedes morir también?
Agacha la cabeza y se pone seria.
-sí. y no puedo soportar la idea de que mi hijo se quedará solo.
-tendrá a su padre.
-sí, pero no es lo mismo. Tú lo sabes más que nadie. Por eso... quiero pedirte algo.
-lo que sea-contesto con firmeza.
Me toma de la mano y la pone en su panza.
-prométeme, que si algo me llegara a pasar... cuidarás de mi hijo como si fueras su madre.
Me quedo paralizada al escuchar eso.
-no pienses en eso... seguro todo saldrá bien.
-pero existe la posibilidad. Y no podría confiar en nadie más que en ti.
-te... te lo prometo-balbuceo un poco.Sonríe de oreja a oreja y cambia inmediatamente de expresión.
-bien, no hablemos más de esto. Ahora, ¿Cómo van las cosas por aquí, con tu padre?
Suspiro con desánimo.
-sigue insistiendo en que quiere verme vestida de blanco y en el altar lo más pronto posible.
-es que ya tienes 18 años...
La fulmino con la mirada.
-¿tu también?
-lo siento, lo siento. Nunca me he metido en ese asunto. Pero en serio... ¿no hay nadie que te llame la atención?
-ah! Es que eso es precisamente lo que me molesta! ¿Qué necesidad hay de estar casada? ¿no puedo vivir tranquila y sola hasta que lo decida?
-entonces te convertirías en una solterona. Y la hija del conde Salvatore no puede convertirse en una solterona. Deberías echarle un ojo a alguien...¿Qué tal Fabio Bianchi? Se nota que le agradas y si no ha venido a pedir tu mano es porque lo único que te falta es echarlo de tu casa.
-¿con la vieja bruja de su madre "QUIERO DOCE NIETOS"? Ja! Por favor!
-tienes razón-frunce el ceño-aunque estaría encantada de emparentar contigo. Eso te lo aseguro, me lo ha dicho en varias fiestas.
-que se quede con las ganas.
-hm...
Se queda pensando maliciosamente y luego abraza uno de los cojines de la cama.
-¿Qué?
-Danilo me dijo que ha llegado un joven, guapo y muy rico Sir de Inglaterra.
-¿un Sir joven?
Muerdo una galleta con interés.
-oh sí... parece que heredó el título de su padre, eso lo explica. Pero lo más importante... es que es muy rico, guapo y... soltero.
-¿y a qué vendría desde Inglaterra?
-parece que tiene negocios de exportaciones al Nuevo Mundo. Está interesado en algunos productos italianos.
-¿lo conoces ya personalmente?
-no. Solo sé que se llama Justin Bieber.
-entonces, bien podría ser un vejete gordo y rabo verde, así como Angelo Gucci.
-pues no sé pero... si quiere importar algo, lo sacará por los canales de Venecia. ¿y quién se encarga de regular las importaciones que Venecia y Florencia? Pues el conde Salvatore por su puesto!
-¿y eso qué tiene que ver?
-que tarde o temprano, vendrá a visitar a tu padre. Y entonces sí lo podremos conocer. Suerte y...
Pongo los ojos en blanco.
-necesitas descansar Camila, nos vemos mañana para ir por las cosas. Que tengas buenas noches.Sin más salgo de la habitación, dejándola con la palabra en la boca. Ahora resulta, que estoy demasiado desesperada como para dejármele ir al primero que se me pase por enfrente.
Tomo nota mentalmente y me aseguro de que primero le echaré un ojo al tal Justin Bieber, si me parece, personalmente iré a saludarlo, y sino... ni siquiera me acercaré a él.
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Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•
Fanfiction_______________es la única hija de un adinerado conde italiano durante la época del renacimiento (alrededor de 1600). Al cumplir los 18 años, como marca la tradición, tiene que casarse. Siendo una de las mujeres más codiciadas de Europa, decenas de...