Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•

Su dolor me hacia sentir mas.....fuerte

Todos se cierran alrededor del círculo, queriendo tener los mejores puestos. No dejan de gritar y vitorear, incluso creo que escuché a alguien apostando.
-¡destrózala! -grita alguien.
-¡arráncale la cabeza!
-¡que se queme en el sol!

Y cosas por el estilo. Estoy completamente segura de que esos no son gritos de ánimo para mí.
El vampiro grandote que antes me había empujado se pone entre las dos.
-sus anillos.-dice en tono solemne.
¿mi anillo?
Valerie obedece y se quita el anillo que tiene en la mano derecha. Noto que es completamente diferente al mío, aunque seguramente están hechos de lo mismo. Aún un poco confundida, también se lo entrego. Nunca me lo había quitado desde que Justin me lo dio, el primer día que desperté como vampiro.
-a los extremos-ordena de nuevo el sujeto, utilizando los brazos para indicarnos que vayamos al extremo de la pista.

Los gritos me aturden, me marean. Pero aún así logro concentrarme en mi propia burbuja de pensamientos. Quien lo iba a decir. Yo, la hija de uno de los hombres más importantes de Europa, de la noche a la mañana lo perdió todo y se convirtió en vampiro. Dejó todo lo que conocía y se adentró a un mundo nuevo, donde los seres de la noche son reales. Un hombre lobo estuvo a punto de matarme, pero no lo logró y vine a parar aquí. Por el rostro de Valerie, está más que claro que no se conformará con aventarme al sol.
Ella quiere arrancarme la cabeza.
Como soy una completa inexperta que no ha hecho nada en 19 años de existencia seguramente lo logrará, lo logrará con mucha facilidad.
Como desearía haberle hecho caso a Natasha y seguir conociendo el castillo.
Creo que a Justin le gustaba tenerme más como a su muñeca de porcelana y por eso ni siquiera se molestó en enseñarme a luchar...
Justin... ¿Dónde demonios está?
Mi única esperanza sería que el llegara en este preciso momento y parara todo. Pero no tengo tanta suerte.

El tipo que la hace de referi dice algo más que no logro comprender y luego se aleja de un salto.
Seguramente es la señal del inicio.

Valerie inmediatamente actúa, corriendo haciéndose prácticamente invisible, me rodea y mientras trato de encontrarla, asesta un primer golpe que me manda por los aires y hace que impacte en una de las gradas de la parte de abajo, (me sorprende que esta no se haga añicos).

Como si sirviera de algo me incorporo y logro esquivarla en varias ocasiones.
El público estalla.
Sigue lanzándome al aire, jugando conmigo supongo. Hasta que siento sus colmillos a centímetros de mi cuello. De un manotazo. La mando a estrellarse en la pared.
Esto parece enfurecerla, más aún cuando los espectadores irrumpen en carcajadas.

Hecha una fiera, se para frente a mí, a algunos metros de distancia. Sus fosas nasales se expanden y se contraen, como si fuera a echar fuego por la nariz. Se acomoda un mechón de cabello que salió de la coleta y los colmillos parecen estar más grandes.

-bien, basta de tonterías-sisea-que comience la verdadera acción.

Después de que dice eso, todo se vuelve de lo más extraño. Ella obviamente se abalanza para arrancarme la cabeza, pero yo lo veo en cámara lenta.
Parece que estuviese corriendo muy, muy despacio.
Todo desaparece a mi alrededor. El ruido deja de escucharse. Solo estamos ella y yo, inmersas en aquel coliseo improvisado.
Siento un ligero cosquilleo en la espalda y la extraña necesidad de estirarme. Sí, estirarme como cuando te acabas de despertar y tienes los músculos contraídos.
Pero, para mi extrañeza, al estirarme, no es precisamente mi cuerpo lo que se estira.

De mi espalda surgen como los tentáculos de un pulpo, cinco largos y fantasmagóricos brazos, en forma de niebla. Se estiran y se estiran, llenándose de vitalidad, haciéndose fuertes... esperando una presa.
Mi mirada los guía hasta Valerie, que está ya a unos centímetros de mí.
Uno de ellos le da un aventón que la manda hasta el otro extremo del círculo.

Esta logra incorporarse y está desconcertada. Trata de disimular muy bien e intentarlo de nuevo.
Pero esta vez, esos brazos que se han convertido en mi escudo no simplemente la avientan. Cada uno la agarra de una extremidad y la suspenden en el aire, con brazos y piernas completamente extendidos.
Casi instantáneamente, comienzan a retorcerse y apretarla.
De su boca salen gritos desgarradores. El dolor manda vibraciones a través de los fantasmas (que estoy segura, solo yo puedo ver) y las distribuye por mi cuerpo, haciéndome sentir más fuerte. Hasta cierto punto... es placentero. Placentero sentir su dolor.

Pero sus gritos me molestan. Haciendo una mueca, mando al brazo que la estrelló contra la pared a taparle la boca.
Valerie se retuerce, grita internamente, se mueve...

Yo solamente permanezco inmóvil, disfrutando de su agonía de que esté suspendida en el aire, sin quitarle la vista de encima. Es como un juguete a mi disposición. Una muñeca que, estoy completamente segura, sin mover siquiera un dedo podría arrancarle la cabeza en el momento que yo quisiera.
Absorta en mis pensamientos, una voz irrumpe desafiante en mi cabeza.

-suéltala.

Es esa voz. Su voz.
Pero su tono no me asusta, porque soy mucho más fuerte que él.
-no-le respondo en tono tajante.
-suéltala.
Esta vez es una orden.
Lo peor que pudo haberme dicho. Nunca nadie ni en mi vida humana me daba órdenes.
Desafiante, hago que los brazos se muevan una vez más, produciéndole a Valerie un dolor mucho más fuerte.
Río internamente.
Hasta que.... Hasta que una neblina negra se interpone y trata de debilitar mi poder.
Lo ataca en muchos puntos al mismo tiempo. Como soy nueva en esto, me cuesta algo de trabajo detectar el ataque a tiempo.
Sin embargo, me mantengo fuerte.

-por favor-escucho de nuevo en mi cabeza.

Esa palabra me distrae por completo y le quito el cuidado a Valerie, para ver dónde esta.

Justin se encuentra parado en el marco de la puerta. Su expresión es de horror, sorpresa... pero al mismo tiempo, creo que de satisfacción. Sus ojos me taladran por completo y los brazos fantasmagóricos y torturantes ceden, regresando al sitio de donde salieron.

Valerie cae al suelo con un gran estruendo.

SPOILER:
"-¿crees en la reencarnación, __________?
Wow, el mandamás sabe mi nombre.
-no.
-deberías de hacerlo. Es lo que exactamente pasa contigo. "