22 de Julio de 1515
Querido diario:
Hoy me desperté más temprano de lo normal... lo cual es raro pues me gusta dormir hasta que la nana venga y abra las ventanas. Creo que debió ser porque tuve un sueño muy raro. Yo estaba en el bosque, cuando vi a un hombre vestido de negro que me daba la espalda. Sentí mucho miedo y di algunos pasos atrás, pero el ruido de mis zapatos y de mi vestido me delataron y el giró. No puede verle más que los ojos. Eran de un dorado intenso. Me quedé paralizada, me perdí en sus ojos y sentí como si me tuviese apresada, como si él fuese un cazador y yo su presa. Sé que era solo un sueño, y me siento estúpida por haberme asustado tanto. En fin, lo que en realidad quiero decir es que mi padre sigue con su insistencia en presentarme pretendientes... ahora se le ha metido en la cabeza que Angelo Gucci es un buen partido. Por dios, ¿el vejete rabo verde de Angelo Gucci? ¿sabes que tiene 50 años? Claro, que podría bañarse en oro si así quisiera pero su sola presencia me da asco, se ha casado quien sabe cuantas veces y tiene hijos regados por todo el mundo. Yo sigo diciendo que cual es la insistencia en casarme, tengo 18 años con 6 meses... eso es ser joven... ¿no? En fin, te dejo, escucho los pasos de nana... ah... siempre me tortura en las mañanas al ponerme el corsé.
Me tapo la cara con las cobijas, para que nana piense que estoy dormida. Ella entra a mi habitación como todas las mañanas y abre las cortinas de los ventanales.
-buenos días mi niña, ya es hora de despertar. Su señor padre la espera en el comedor para desayunar.
-buenos días .
Esa mujer bajita y regordeta de la raza negra, desde que murió mi madre se convirtió en lo más parecido que conozco a una mamá... pues no pude gozar si quiera de unos minutos de ese privilegio.
Saca uno de los vestidos enormes de mi closet, en color morado lavanda.
Pongo mala cara al ver el molesto corsé que me hace sufrir tanto. Ella hace una seña con la mano para que me levante de la cama. De mala gana obedezco y me quito la camisola.
-espera, espera-le digo huyendo un poco de sus manos.
Respiro hondo y profundo, luego me detengo de uno de los barrotes de la cama
-ahora-repongo con miedo.
La nana pasa esa prenda del demonio encima de mi corpiño, la acomoda perfectamente y... empieza a jalar.
-ay!!!-me quejo, como siempre.
-¿es que siempre es lo mismo mi niña?
-es que esto es tan molesto nana! No, espera! No lo aprietes tanto!
-si viene hoy madame Eleonor te irá peor.
-no importa... siempre y cuando pueda respirar algunos minutos.
Aprieta y aprieta hasta prácticamente dejarme sin respirar. Así es como disimulan las mujeres de la alta sociedad si tienen algo de gordura. Pero es tan incómodo...
-ya está.
-genial-me incorporo poco a poco, llevándome las manos a la espalda que arde.El peinado también es una tortura, a pesar de que mi nana trata de no jalarme mucho, siempre están esos torcidos y mechones que tienen que quedar perfectos, por eso hay que dormir con un gorro. Unos minutos después me miro al espejo y veo a la __________ de siempre, con ese vestido voluminoso que me recuerda a un pastel de bodas, la cara lavada y el peinado perfecto. Desde que somos niñas tenemos que acostumbrarnos a estos, a vernos como muñecas de aparador para en un futuro conseguir un buen marido y más ahora, que tengo 18 años y la mayoría de chicas de mi edad por lo menos ya están comprometidas.
Camino tambaleándome hasta el comedor, donde me espera mi padre.
-buenos días padre-saludo-¿Cómo ha amanecido usted hoy?
-bien _________, bien hasta que me llegó el periódico.
ME SIENTO JUNTO A ÉL, MIENTRAS UNA DE LAS SIRVIENTAS ME SIRVE EL DESAYUNO.
-¿malas noticias?
-malísimas. Esa familia de asesinos, los Borgia, pusieron de nuevo a uno de los suyos como papa en Roma.
-¿en serio? Vaya, pensé que después del último creí que dejarían de hacerlo.
-pues no, y es preocupante.
-claro que no, allá ellos papá.
-ESOS BORGIA SON UNOS CANALLAS... Y HAY QUE RECORDAR QUE EL MENOR DE ELLOS HA MOSTRADO ESPECIAL INTERÉS POR TI.
-COSA INSIGNIFICANTE, AHORA QUE DE NUEVO TIENE UN FAMILIAR EN ROMA... toda Italia estará tras de él. Como ya te dije, no te preocupes padre.
-esperemos que eso en verdad no sea un problema. Pero si así lo fuera... por eso quiero que te cases ya ________, para que ningún Borgia pueda fijarse en ti.
-papá de nuevo con eso!-estoy exaltada.
-bien, bien, no diré más.Seguimos desayunando, ahora en un tenso silencio. Si el sigue con eso... la verdad no creo poder aguantar más. No entiendo cual es su afán de que yo me case... como si eso fuera lo único que le importara desde que estuve por cumplir los 18.
En la sociedad italiana, a una mujer deben empezar a pretenderla a los 15 años y a los 18 ya tendría que estar casada o por lo menos comprometida. Yo tengo 18 y medio y no tengo ganas de hacerlo. Seguiré así hasta que lo decida.
Como mamá murió al darme a luz, papá siempre termina haciendo mi voluntad, aunque ahora me está costando trabajo.
-hoy recibí la invitación para la fiesta de cumpleaños de Catherina Balloteli.
Frunzo el ceño, esa presumida...
-entonces me das a entender que no quieres ir...
-¿Qué no quiero ir? ¡papá! ¡pero estás loco? ¿¡como no voy a querer ir a la fiesta de esa...?! ¡lo que quiere demostrar es que tendrá una mejor celebración que la mía! ¡pero está muy equivocada!
Papá ríe de un poco.
-bueno, bueno, no te alteres hija. Supongo que necesitarás dinero para algún vestido...
-y joyas, quiero joyas nuevas.
-está bien. Todo lo que quieras. Ya sabes dónde está el baúl con el dinero.
Sonrío ampliamente, olvidándome por completo de mi mal humor.
-lamento molestar-dice una de las sirvientas.-pero la señora Camila y su esposo han llegado.
-¡pero hazlos pasar inmediatamente! ¡anda, que esperas!-ordeno poniéndome de pie.
Mi padre hace lo mismo. Mi mejor amiga ha llegado de visita.
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Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•
Fanfiction_______________es la única hija de un adinerado conde italiano durante la época del renacimiento (alrededor de 1600). Al cumplir los 18 años, como marca la tradición, tiene que casarse. Siendo una de las mujeres más codiciadas de Europa, decenas de...