A caso esta......¿Celoso?

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 QUERIDO DIARIO:JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEB

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QUERIDO DIARIO:
JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEBER, JUSTIN BIEB...
¿Cómo crees que se llama el sujeto con el que me topé en la joyería? ¡JUSTIN BIEBER! OH POR DIOS!! Es taaann perfecto... resulta que ayer llegó a mi casa buscando a papá y casi me dio el infarto al ver de quién se trataba. ¿puedes creerlo?
¿Qué por qué estoy tan emocionada? Quien sabe. Ni yo misma me lo explico.
Solo sé que... me gusta ese hombre y que probablemente después de escribir esto mi confesor me dará doble penitencia.
Bah, que importa. ¡HOY VENDRÁ A COMER!

Me levanto más temprano de lo normal y pido el desayuno en la cama. Luego, llamo a mi nana para que me ayude a arreglarme.
-¿y por qué tan feliz hoy, mi niña?
-ahh no lo sé... simplemente amanecí de buenas.
-¿no será por el hombre tan guapo al que su padre invitó a comer?
-hm....-sonrío pícaramente- puede ser.
Mi nana mueve la cabeza, con desaprobación.
-¿Qué pasa? ¿no te agrada?
Está muy seria y pensativa.
-no.
-ay no puede ser, tu también. -repongo con enfado.
-¿yo también?
-si, a Camila tampoco le gustó. Dijo que le daba "un mal presentimiento"
-pues estoy de acuerdo con su amiga Camila.
Pongo los ojos en blanco, decidida a no discutir más sobre esto. Si a mí me gusta y hasta hora es el único caballero soltero que aparece a mi puerta y que en realidad vale la pena pues además de ser rico es joven y muy guapo... que los demás piensen lo que quieran. En todo caso, solo necesito la aprobación de mi padre y parece estar encantado con él.
-¿te acuerdas del vestido con pliegues?-pregunto, cambiando de tema.
-¿el blanco con tonos rojos?
-sí.
-tráelo por favor.
-enseguida.

En ese mismo instante mi padre entra a la habitación.
-buenos días ______.
-buenos días padre.
Noto que trae consigo su sombrero de copa, bastón y guantes.
-¿va a salir?
-sí, hoy es el corte de caja en los embarcaderos y si no estoy al pendiente esos paganos se quedarán con la mitad de las ganancias.
-¿y la comida con Sir Justin Bieber?
-trataré de llegar temprano. De todos modos, si no estoy aquí cuando él venga, puedes atenderlo tú... parece más interesado en ti que en los negocios.
Me mira expectante y noto como el rubor se extiende en mis mejillas.
-parece un buen tipo-contesto con la mirada gacha.
-nos vemos en la tarde, entonces. Que tengas un buen día hija.
-gracias papá. Igualmente.

Cuando sale, encuentra a Camila en la entrada.
-buenos días conde Salvatore, ¿se va ya?
-oh sí Camila, mucho trabajo. Te encargo a mi niña.
-sabe que yo me encargo de jalarle las orejas.
-ja, muchas gracias.

Estoy apurada cepillándome el cabello, al mismo tiempo que trato de darle algo de color a mis mejillas y que mis pestañas parezcan más largas. Mi nana se encarga de acomodar el vestido que le pedí.
-vaya, vaya, mira nada más. La caprichosa _______ Salvatore por fin se arreglará para la comida con uno de sus pretendientes. -ríe Camila.
-¿pretendiente Justin Bieber? Ah, no lo creo...
-pero te gustaría. Admítelo.
-hm... no lo puedo negar.

A las dos de la tarde, estoy vestida elegantemente con mi enorme vestido blanco de tonos rojos, un peinado sencillo, pero hermoso, sentada en la sala, pasando nerviosamente mis manos por un libro de los que le regaló el tal Leonardo Da Vinci en su última visita a mi papá. Escucho sonar la campana de la entrada y el corazón me da un vuelco.
Camila se muere de risa, observando por la ventana.
-mejor me voy, no quiero hacer mal tercio.
-sí, mejor te vas.
-uy, que bueno que lo dije antes de que me corrieras.
Le saco la lengua como niña pequeña mientras se va.
Dios, ¿Por qué estoy tan nerviosa?
Casi me da el infarto al escuchar la puerta abrirse.

Y ahí está... SIR Justin BIeber... TAN ESTUPIDAMENTE GUAPO.
Como siempre, viste totalmente de negro, haciendo que su tez blanca como el marfil resalte aún más. En cuanto me ve, una sonrisa seductora aparece en su boca en forma de corazón...
Esa delgada y perfecta boca en forma de corazón. Me muerdo el labio, alejando los malos pensamientos. Una señorita de mi clase, no debe de tener esa clase de pensamientos. En el siglo XVI, eso está prohibido. Se considera como lujuria, un grave pecado capital.

-señorita _______, que gusto verla de nuevo. Luce... vaya, mucho más hermosa y espectacular que de costumbre.
Sus ojos brillan con intensidad al pronunciar esas palabras. Empiezo a hiperventilar.
-¿siempre es usted así de halagador, señor Bieber?
-solo con quien lo merece y... creí que ayer acordamos hablarnos de tú.
-está bien, Justin. Tienes una excelente puntualidad.
-puntualidad inglesa, pero no presumo mucho de ello.
-claro, claro. ¿quieres sentarte? Mi padre salió temprano a cobrar los impuestos en el embarcadero, pero prometió no tardarse.
-gracias.

Se sienta frente a mí, por lo que puedo ver con lujo de detalles toda su perfección. Desde el cabello dorado hasta el enorme anillo que tiene en la mano derecha. El cual me ha causado mucha curiosidad.
-debo volver a decir que su casa, perdón, tu casa es muy bonita. ¿es una canal el que se alcanza a ver en la parte trasera?
-sí, lo tapan algunos jardines, pero lo abren cada vez que quiero salir a pasear en Venecia. Me lo regaló mi papá cuando cumplí 14 años.
-un regalo bastante bueno... ¿dices que da a las calles de Venecia?
-así es... lo mandaron construir para que desemboque exclusivamente aquí. Aunque el jardín trasero es mi parte favorita de la casa.
-hm... creo que me gustaría conocerlo.
-bueno...

En ese momento, se escucha de nuevo la puerta de la entrada, pienso que es mi padre y para mis adentros refunfuño porque llegó demasiado temprano. Ahora se pondrán a hablar de negocios y no podré seguir conversando con Justin tranquilamente. Pero para mi sorpresa, no es mi padre.
-el señor Arturo Bianchi desea verla, señorita.

Maldigo en voz baja. Arturo Bianchi... otro de mi larga lista de pretendientes. Justin parece notar mi repentino cambio de humor.
-¿Quién es Arturo Bianchi?-pregunta arqueando las cejas.
-oh él es...
-___________! Pero que encantadora te ves!

El fanfarrón de Arturo entra al salón sin autorización, haciendo una profunda reverencia. Lleva puestas esas ridículas mallas blancas, un saco verde olvida que llega hasta las rodillas y su cabello oscuro completamente relamido.
Nos saludamos cortésmente con un beso en la mejilla. Se sienta inmediatamente a un lado mío.
Justin tensa su hermosa boca en una línea recta. Al hacer las presentaciones, se limita a saludarlo con un gesto y cruza los brazos firmemente en su pecho, ceñudo y sin decir nada más.
Acaso está... ¿celoso? ¡CELOSO! El corazón me da un vuelco al pensar en esa remota pero cercana posibilidad. Celoso... wow...

-vine a invitarte a dar un paseo por los canales, hace mucho que no salimos a pasear juntos-Arturo me guiña el ojo.
Yo simplemente retrocedo.
¿y ahora qué pretexto pongo?
-me encantaría pero...
-... pero la señorita Salvatore se disponía a enseñarme el jardín trasero.

Justin se pone de pie y me extiende el brazo, con una sonrisa fingida. Me quedo unos segundos sin reaccionar pero automáticamente estoy a su lado, hipnotizada de nuevo por sus ojos.
Arturo Bianchi parece enojado. Nunca lo había visto enojado... en su cara tan hipócritamente amable, es rara esa expresión.
-sí, Arturo, tal vez otro día.
-otro día, entonces-responde con recelo, entrecerrando los ojos, dirigiendo su mirada a Justin.
Él le regresa una mirada... hasta cierto punto aterradora, fría, calculadora... amenazante. Incluso me hace estremecer un poco. Y confirma una teoría que antes había estado rondando mi cabeza. Sus ojos si cambian de color.

SPOILER DE MAÑANA:
"Su mano baja lentamente a mi garganta y se detiene en ella.
Sus ojos ahora negros están intensos, penetrantes, hipnotizantes..."

Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora