Estaba sola con el a tres metros bajo tierra

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La puerta no tiene picaporte, en lugar de ello, hay 8 discos giratorios de madera, con los números grabados del 0 al 9

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La puerta no tiene picaporte, en lugar de ello, hay 8 discos giratorios de madera, con los números grabados del 0 al 9.
-antes de entrar, tienes que jurarme que no dirás nada de esto a nadie. nunca.
Justin me sostiene la mirada durante unos segundos. Muy en el fondo, parece emocionado. Ante mi admiración, noto como sus ojos pasan del dorado al negro en cuestión de segundos, sacudo la cabeza, conmocionada. Debe ser la luz, me digo a mí misma.
-lo juro-contesta con voz decidida.
-bien.
Giro los discos, acomodando que los números queden hacia arriba, con la fecha exacta de mi nacimiento. Cuando están todos alineados, la puerta cede.

-formarás parte de la familia Salvatore ahora. Así que tienes que conocer lo que se esconde en lo más recóndito de la casa. Algo por lo que muchos matarían y que han estado buscando hace siglos. Entra.

Abro la puerta completamente y Justin entra con cautela. Lo sigo por detrás.
Es una habitación pequeña, cuadrada. Lo primero que nos recibe son las llamativas pinturas que se extienden por todas las paredes. Algunas son de ángeles tocando trompetas, otras de demonios con caras aterradoras y algunas más de caballeros con armadura, combatiendo contra el enemigo.
Se detiene para observarlas con cuidado, un poco nostálgico.

Se gira con lentitud a observar más.
En el centro de la habitación, hay un gran estandarte rojo con una cruz blanca en medio. El dibujo de un sol y una luna llena adornan la pared detrás.
Hay un pedestal de mármol, que figura ser una gran mano sosteniendo una caja transparente de lo que parece ser cristal.

-¿Qué es?
Se acerca más a donde está. Nota la daga que está al fondo.
-es...?
-sí-respondo con desinterés-la "daga del cazador"
-creí... que solo era una leyenda. ¿Cómo la consiguieron?
-ahh bueno...-suspiro. -no esto muy segura. Ha estado en mi familia por quien sabe cuántos años. Papá me contó algo sobre... sobre que mi bisabuelo se la compró a un esclavo que la encontró después de una batalla. Le pagó su peso en oro y después desapareció. Supuestamente es capaz de matar a vampiros y hombres lobo, porque está hecha de plata pura, arce blanco y bendecida por tierra santa. Si alguno de estos seres inmortales la tuviera, se convertiría en el más poderoso de todos.
-vaya. Podría... ¿verla más de cerca?

Parece verdaderamente interesado. Su comportamiento es algo extraño. Por lo regular es un hombre que no le toma demasiada atención a nada. Como si ya lo hubiese visto todo. Lo cual es imposible, claro, tiene solo 21 años. O al menos eso dijo...

-imposible.
-¿por qué?
Su expresión cambia y está serio.
-porque... no tengo la llave. Al menos no completa.
No responde y su boca se tensa en una línea. Me apresuro a quitarme la cadena que tengo al cuello. En lugar de un dije, cuelga una pequeña llavecita. La parte de arriba de una cruz. La pongo en la palma de mi mano y la extiendo, para que la vea. Luego, con el dedo índice señalo la inscripción que hay en el pedestal de mármol.

-"cuando lo prohibido se haga realidad. Cuando el fuego y el hielo, la luz y la oscuridad sean capaces de fundirse en uno solo entonces..."
Y la frase queda incompleta. Justin se queda observado la llave. Frunce el ceño, un tanto decepcionado.

-lo siento, no puedo hacer nada. Supuestamente la llave se perdió hace mucho tiempo, incluso antes de que mi bisabuelo la comprara. La caja es imposible de quebrar, ya han intentado de todo. Pero no entiendo para qué tanto escándalo. Se me hace... una daga bonita, tal vez pueda ser de colección. Pero nada más.
-¿nada más?
-sí. en realidad no me importa. Pero papá parece tenerla en un gran aprecio.
-¿quieres decir que no crees en nada de esto?
-puaj, ¿en hombres lobos y vampiros? Claro que no! Por dios Justin! Estamos en tiempos modernos... ¡no me digas que tu si crees en esas tonterías!

Sus ojos se oscurecen más de lo normal y brillan a la luz de la antorcha. Da un paso adelante, más cerca de mí. El corazón se me acelera y retrocedo hasta pegarme a la pared.
Hasta ahora me doy cuenta de que estoy sola con este hombre tres metros bajo la tierra, en un sitio recóndito, oscuro y en donde por más que grite nadie podrá escuchar. Comienzo a hiperventilar.
Justin deja la antorcha en una canastilla de acero que está en la pared, luego me aprisiona con ambos brazos a ella.
Respiro más rápido. Demonios, venir sola aquí no fue buena idea. Debí de haber aceptado que papá viniera con nosotros.
Su nariz está a centímetros de la mía. Puedo oler su olor... delicioso. Embriago mis pulmones con él... pero eso no quita el hecho de que... hay algo de temor escondido.

-¿así que no crees en cuentos de miedo?
-n-no-balbuceo.
Pega su nariz a la mía y me estremezco.
-chica valiente... me gusta. Pero, ¿sabes una cosa? Deberías creerlas. Nunca se sabe cuándo te toparás con un hombre lobo o... un vampiro.
-tonterías.
-hm... no lo creas.

Y luego, por primera vez... me besa.
Es un beso apasionado... que me roba el aliento. Sus labios buscan desesperadamente los míos, con tanta fuerza que creo que se hincharán después de esto. Además que mi cabeza está tan presionada a la pared que duele. Sus manos descienden lentamente desde mi cuello hasta mi espalda baja...
Woah....
Ambos respiramos entrecortadamente. Me suelta luego de unos minutos.

-no puedo esperar para que seas mi esposa-susurra a mi oído.-ahora, será mejor que nos vayamos antes de que a alguien se le ocurra pensar mal.

Yo a penas si puedo moverme y sigo sin aliento.

SPOILER:
Doy un paso hacia atrás, en defensa propia. Pero es demasiado tarde. Una burlona sonrisa aparece y se lame el labio inferior con la lengua. Cuando termina de hacerlo, abre la boca dejando ver unos resplandecientes colmillos blancos como la porcelana.

Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora