Su exprecion es totalmente diferente

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Justin se despidió de mí y de papá esa tarde

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Justin se despidió de mí y de papá esa tarde. Al parecer no estará en Venecia hasta mañana en la noche, el día de la fiesta. Según él, tiene negocios que atender en una ciudad vecina.
Vaya, hoy fue un día de lo más... diferente.

La mayor parte de las cosas están ya listas, menos algunas flores que decidieron dejar al final para que permanezcan igual de frescas. Al menos la casa ya no parece una bodega. Casi todo está acomodado en su lugar.
El salón luce fenomenal, cortinas blancas y rojas cuelgan del techo, junto con algunos candelabros de oro y cristal.
En la entrada de la casa, adornarán con orquídeas blancas y rosas traídas desde África.
Simplemente perfecto. Digno de una princesa.
Se calcula que habrá alrededor de 200 o 300 invitados, todos de la alta aristocracia de Italia y países vecinos.

Ya por la noche, estoy muy emocionada. Ya quiero que sea mañana y el vestido que está junto a mi cama no ayuda a quitarme un poco la emoción.

-que tengas buenas noches hija, mañana será un día pesado-se despide papá, como todas las noches se asegura de que esté ya en la cama
-y que lo digas-respondo.
Se queda un momento quieto, observándome detenidamente.
-¿pasa algo?-arqueo las cejas.
-no... es que... recuerdo como si fuera ayer el día en que naciste, tan pequeñita, tan débil y ahora.... Estás a punto de casarte. Simplemente es algo que no puedo asimilar tan fácil.

Noto como lucha para que las lágrimas no se le escapen de los ojos. Yo también hago lo mismo. Nunca hemos tenido la relación padre-hija en el que se cuentan sus cosas como los mejores amigos. Simplemente siempre hemos sido algo reservados. Supongo que el hecho de que su única hija haya crecido debe sentirse muy mal.
-oh papá....
Me levanto de la cama y voy a su lado. Luego le doy un abrazo de oso.
-ya, ya. Soy un viejo sentimental. No quiero arruinar tu felicidad.
-créeme que no la arruinas. Eso me demuestra que sí te importo.
-claro que me importas _________, todo lo que he hecho, lo que hice y lo que haré siempre será para que tú estés bien.
-lo sé.
Pone una mano en mi hombro y me encamina de regreso a la cama.
-duerme. No quiero que amanezcas con ojeras mañana por mi culpa.
Me besa en la frente y siento cosquillas en el estómago. Es mi papá. Lo quiero demasiado. Más porque en todo este tiempo, solo hemos sido él y yo, me hizo mucha falta una mamá pero trató de compensarlo siempre. Tal vez eso explica que siempre me haya dejado ser tan consentida y caprichosa.

Esa noche, simplemente no puedo dormir. Estoy demasiado emocionada, demasiado nerviosa. Doy vueltas en la cama sin cesar, revuelvo las cobijas y me quedo buen rato observando el ventanal que está frente a mi cama. Por él se filtra la luz de la luna, luna nueva. Así como un cielo hermoso, completamente despejado.
De repente, algo llama mi atención. El único árbol que está junto a mi habitación y del cual se puede tocar una larga rama si abres la ventana.
Una lechuza negra observa con mucha atención. Completamente inmóvil, como si vigilara. Hace que me sienta incómoda.
Me levanto de nuevo de la cama para correr las cortinas. Al estarlo haciendo, los penetrantes ojos oscuros del animal se encuentran unos segundos con los míos y hacen que sienta escalofrío por todo el cuerpo.
Cierro las cortinas inmediatamente y regreso a la cama para meterme entre las cobijas.
Estúpidos cuentos de miedo "tal vez deberías creer en ellos" puaj, si, como no.

Sueño cosas raras... pesadillas.
Los ojos negros de la lechuza aparecen por todas partes. Los ojos cambiantes de Justin se mezclan por todos lados. Recuerdo ese día, mientras le enseñaba la daga. Como su semblante cambió por completo... como sentí... sentí miedo. Sentí miedo de él.

Imágenes confusas me invaden por completo.
Camino por el bosque que está detrás de la casa. El bosque al que papá nunca me ha dejado ir, porque según dice, hay criaturas peligrosas. Sin embargo estoy ahí, sola... parece que está anocheciendo o es muy temprano en la mañana, pues casi no hay sol.
Una neblina espesa y fantasmal envuelve la vegetación.
Camino más aprisa. Quiero llegar a casa. ¿Por qué demonios estoy aquí?

Hay alguien que me observa. Volteo atrás para ver quien es.
Una sombra negra desaparece con rapidez. Se me acelera el corazón. Tengo mucho miedo. Prácticamente estoy corriendo, lo más rápido que me deja correr mi pesado vestido. Tal vez sea mi imaginación pero siento que alguien me está siguiendo. Me detengo un poco, para escuchar con atención.
Silencio absoluto, solo se escucha mi respiración acelerada.
Sigo andando...

Se escuchan crujir las hojas secas de los abetos que tengo alrededor. Me paro en seco. Volteo de nuevo para atrás. Nada.
Al girar un poco...
Una lechuza negra está posada en una enorme roca, demasiado cerca. La misma lechuza que estaba en la rama, frente a la ventana de mi habitación.
Mi miedo aumenta y regreso al camino, totalmente asustada.

Alguien me toma por las muñecas y me detiene. Ahogo un grito y alzo la mirada...

-Justin! Que bueno que estás aquí! Creo que... creo que alguien me está siguiendo-hundo mi cara en su pecho. Sigue manteniéndome fuertemente sujeta de las muñecas.
No responde.
Levanto la mirada, confundida.

Su expresión es totalmente diferente a cualquiera que le haya visto hasta entonces. Al mismo tiempo que es ruda, es fría, sombría... aterradora.
El rostro parece estar más blanco y pálido de lo normal, unas ligeras ojeras moradas debajo de los ojos y los ojos...
De un escalofriante rojo oscuro.

Doy un paso hacia atrás, en defensa propia. Pero es demasiado tarde. Una burlona sonrisa aparece y se lame el labio inferior con la lengua. Cuando termina de hacerlo, abre la boca dejando ver unos resplandecientes colmillos blancos como la porcelana.

Y grito. Grito con todas mis fuerzas, tanto que hace que despierte de mi pesadilla. Estoy muy agitada, empapada en sudor. Trato de respirar profundamente... pero de repente, el olor a humo invade por completo mis pulmones, causándome tos.
¿humo? ¿de dónde? ¿dejé alguna vela encendida?

No puedo parar de toser, el humo ha invadido toda la habitación con una gruesa capa gris. A penas si puedo levantarme de la cama. Trato de tapar mi boca y nariz con una parte de mi bata, pero no sirve de nada.
La nube de humo gris es demasiado gruesa, apenas si puedo respirar y busco con desesperación la puerta. Mis ojos pican, por lo que tropiezo con varias cosas.
Finalmente logro encontrarla. Giro el picaporte y salgo lo más rápido que puedo de mi habitación.

Afuera, en el pasillo, todo está igual o peor. Al parecer el humo se ha extendido por toda la casa.

-¿papa? ¡Papá!-grito lo más fuerte que puedo, sin dejar de toser.

Creo que escucho su voz
Levanto la mirada para tratar de encontrarlo, para que me de una explicación de esto y me saque de aquí... no creo poder resistir mucho tiempo.
Al hacerlo, descubro las enormes llamas de fuego ardiente que se extienden más adelante. ¿qué demonios está pasando aquí?
Se oyen gritos y pasos en el piso de abajo, al parecer hay gente queriendo salir o algo así.

Estoy asustada. Trato de correr pero...

Soy una chica débil, siempre lo he sido así, desde el primer día en que nací y estuve a punto de morir. El humo invade por completo mis pulmones, haciendo que me maree y se me nuble la vista. El pecho me duele al respirar y no puedo avanzar más que unos cuantos pasos.
Mis piernas pierden fuerza, así que trato de sostenerme de una de las cortinas que están a un lado. Sin embargo, estás se vencen con mi propio peso y me mandan al suelo de un golpazo.

Siento como me ahogo y mis ojos se cierran poco a poco...

SPOILER:
"-Mantenla viva. Tengas que hacer lo que tengas que hacer... pero que viva. Después, será tuyo eso que has venido a buscar"

Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora