Memorias de un Vampiro I *Despertar* •|Justin Bieber y Tu|•

Muy bromista esta noche Señor Bieber

QUERIDO DIARIO:
"CASATE CONMIGO"
Fue lo que me dijo Justin Bieber en la fiesta de Catherina Balloteli. En serio... eso me dijo.
Claro que lo tomé a broma, después le dije:
-"Muy bromista esta noche, eh señor Bieber"
Frunció el ceño ante mi respuesta y no pudimos seguir platicando más en toda la noche porque todos empezaron a hacerle preguntas acerca de sus negocios, su familia y su vida en Inglaterra. Pero casi me voy de espaldas al escucharlo decir eso.
A penas si lo conozco... lo habré visto... unas cuantas veces. Espero que en realidad esto sea una broma.

¿y porque me lo tomo así?
Bueno, porque toda mi vida he tenido pensamientos muy diferentes a los de otras chicas de mi edad. No soy la típica muchacha que sueña desde niña con su príncipe azul y lleva años planeando el día en que se casará.
Yo no soy así.
Muchos me han dicho que debí de haber vivido en otra época, en el futuro tal vez, donde se sueña con que habrá tantas cosas nuevas que nos facilitaran todo y ya no tacharán de loco al amigo de mi papá, al tal Leonardo Da Vinci, de quien varias veces he visto dibujos de lo que se imagina, para todos es un completo zafado. Pero no sé por qué a mi papá no le parece así. Creo que de cierto modo, a mí tampoco. Me encantaría ver lo que pasará en el futuro.

¿las tradiciones seguirán siendo las mismas?
¿tendrán las mujeres que casarse con alguien con quien no quieren porque así se les ordena?
¿llegará el día en que seremos iguales hombres y mujeres?
¿desaparecerán las cortes, como se dice que está conspirando en Francia?
¿la iglesia dejará de juzgar a mujeres inocentes por brujería y pedirá perdón por todas las que ha quemado en la hoguera?

Sinceramente me parece una lástima no poder seguir viviendo para responderme todas esas preguntas.

Pero ya me desvié del tema. Empecé con lo que me dijo Justin y terminé sacando todas esas ideas que tengo en la cabeza y que no me atrevo a decir a nadie por temor a que digan que yo también estoy loca, igual que Leonardo.

Ya casi al final de la fiesta, mientras nos estábamos despidiendo, él se acercó a mi padre y le dijo:
-espero que me permita usted frecuentar su casa.
Mi papá lo miró casi con la boca abierta.
-será siempre bienvenido-le contestó.
-gracias. La conversación con su hija resulta de lo más... interesante. No es la típica mujer que platica a cerca de sus obras de caridad ni nada de eso. Es difícil encontrar una mente tan abierta en estos tiempos.

Me sonrojé y poco y a mi padre casi le salen los ojos de las órbitas. Pero no reaccionó mal. Creo que hasta le cayó en gracia (cruzo los dedos para que eso sea cierto)

En fin, en general y para no hacer esta anotación tan larga. La fiesta estuvo de maravilla, el vestido y todo lo demás claro que fueron los mejores y me la pasé muy bien, a excepción de un mal rato que me hizo pasar Giovanni Borgia, pero es alguien a quien no le doy demasiada importancia.
Lo demás interés fue el "cásate conmigo" aunque sea en broma.

Cierro la tapa de mi diario y lo meto al pequeño baúl que guardo debajo de la cama. Luego, y conociendo como es Camila de curiosa, le pongo cerradura. Que yo conozca mis anotaciones es más que suficiente.

Después de la hora de la comida, Camila, papá y yo comentamos animadamente la fiesta de la noche anterior.
Al parecer ellos también se sintieron bastante cómodos.

-¿viste el horrible vestido que tenía la esposa del regidor? Puaj! Parecía... ay no sé ni qué parecía-Camila pone cara de espanto.
-por dios, ya sabemos que siempre ha tenido pésimo gusto-repongo.
-ustedes y sus constantes críticas a la moda. Pero aparte de eso, fue una velada agradable. __________, te vi bailando con Giovanni Borgia, ¿no te dijo nada?

Recuerdo el mal sabor de boca que me dejó.
-no-miento-ya sabes... siempre son unos presumidos que quieren tener el mundo a sus pies.
-pero contigo no lo ha conseguido.-dice Camila.
-ni lo conseguirá nunca.

Papá se pone serio y su tono es duro. Sé perfectamente qué piensa a cerca de eso. Trato de cambiar de tema.

-ah, pero tu si que estabas bien acompañado por Antonella, ¿verdad papá?
Se pone rojo como un tomate. Antonella es una solterona que toda la vida ha estado siguiéndolo. Luego de que se casara con mamá se dio por vencido, pero ahora... parece que tiene esperanzas de nuevo.
Cosa que no pasará. De eso me encargó yo.

-no digas tonterías__________, la conozco de toda la vida y....

Una de las sirvientas interrumpe nuestra interesante plática.

-disculpen, pero... Sir Bieber espera afuera.
Siento mariposas en el estómago al escuchar eso.
-ahh, debe tener problemas con algunos negocios, páselo a mi oficina, enseguida estoy con él-repone mi padre sin preocupación.
-sí, solo que... el no viene a verlo a usted-la sirvienta parece algo nerviosa.
Papá arquea las cejas.
-¿Qué no viene a verme a mí?
-no, viene a ver a la señorita ________:

Camila y papá se quedan con la boca abierta, mirando en mi dirección. Yo por mi parte, casi me ahogo con la taza de té caliente que estaba tomando. Viene a verme a mí. ¡viene a verme a mí!
Trato de no parecer demasiado entusiasta.
-¿a mí?-pregunto, como si la respuesta no fuera obvia.
Quiero escucharlo de nuevo.
-sí, a usted.
Mi corazón explota de alegría y entusiasmo. Pareces adolescente.
Me regaña algo por dentro. ¿ y qué? le contesto desafiante.
-ahh bueno... pues hazlo pasar, que esperas.
La mujer inclina un poco la cabeza y anda a lo que le ordeno.

Camila y papá siguen como idos.
-¿Qué?
-¿Qué asuntos tiene Justin Bieber contigo, específicamente?-pregunta papá entrecerrado los ojos.
-ahh... yo... - lo pienso un momento-¡quedé de enseñarle el canal que me regalaste en mi cumpleaños! Estaba muy interesado, seguro a eso viene.
Simplemente niega con la cabeza.

Se escuchan unos pasos en la entrada y la puerta se abre. Yo prácticamente salto de mi asiento pero me regaño a mí misma por parecer demasiado interesada. Eso no es bueno con un chico.
Un impecable y guapo hombre vestido completamente de negro entra a la sala.

Hace una pequeña reverencia a papá y a Camila, luego gira lentamente a donde estoy yo y me dedica una sonrisa que prácticamente me deja sin aliento.