Diego Burgos, pobre infeliz, un poco tonto también. Cuando te envían una amenaza de muerte que te dice que no hables con nadie, lo último que deberías hacer es hablar con alguien. Siempre es bueno interceptar llamadas, así es que la mayoría mueren. Para atrapar a Diego sólo tuve que utilizar su pequeño negocio ilícito. Sólo negociaba con conocidos, muy fácil de manipular. Bastó con cambiar el número de un tal Manuel al que yo iba a usar, mandarle un mensaje y listo. En una hora él mismo caminaba hasta su muerte. Fue algo sencillo, anestesiarlo y hacerlo parecer una discusión entre vendedor y comprador. Lo dejé ahí y listo, otro perdedor. Ya le mandé la carta al próximo integrante y ahora sólo falta deshacerme de un problema. En verdad creí que Isabella sería más fuerte y no diría nada acerca del juego, pero al parecer el hecho de saber que tiene un arma homicida en su casa la desequilibró. Me entristece tener que tomar acción tan temprano pero no se puede quedar sin castigo. Lo haré lo más breve posible. Entro a su apartamento, lugar muy acogedor. Todavía debo esperar media hora hasta que llegué. No le tomó mucho tiempo darse cuenta que algo andaba mal. Ya para cuando se dio cuenta, era muy tarde una dosisde tranquilizante en el cuello y cayó al suelo. Sin más preámbulos, la navajade un cuchillo terminó lo que le quedaba de vida. Sin saber que pasó, sin poderluchar, sin decir nada. Vaya manera de morir.
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Littera In Flammas
Mystery / ThrillerAndrés se muda a España a perseguir su carrera. Lo que no esperaba era ser perseguido.