Littera In Flammas

Andrés

Resulta que a Kaz le han robado su libreta. Malas noticias, la única persona que había en verdad llegado a adquirir información sobre el asesino. Ya nos había contado una gran parte de lo que había, pero dudo que nos haya dicho todo, creo que aún trabajando con nosotros, tiene una ligera sospecha de que puede ser uno de nosotros el asesino.Tras el robo de su libreta, Kaz me ha pedido un favor, y es lo menos que puedo hacer por él. Y aquí estoy, hablando con Emanuel, sólo que esta vez no es por la beca. –Andrés, ¿Qué se te ofrece?– Me dijo un tanto confundido. Fui directo al grano. –Quisiera la libreta si me la permites, es necesaria para poder continuar. – Había salido mejor de lo que esperaba, hasta yo mismo me creí la seguridad falsa con la que hablé. – ¿De qué libreta me hablas?– No sé si esto era lo que se esperaba Kaz, pero yo esperaba una respuesta más incriminatoria, o al menos una cara de ligera sorpresa. –No es nada, creía que había dejado mi libreta aquí. – Después tuve que improvisar preguntas acerca de la beca para que no sospechara. Al llegar a la casa me encuentro una carta, lo interesante es que no era para mí, sino para Isabella. Me la había dejado como forma de explicarme a donde iba, el encendedor justo encima de la carta, no quería correr riesgos, sin nada más que ver, quemé la carta. Mientras se deshacía, me puse a pensar aproximadamente cuantos años me darían de prisión con tanta evidencia destruida. Una vida entera supongo, aunque sigue siendo mejor que morir.