Era imposible, esa sensación de seguridad que sehabía construido desde hoy en la mañana se había desmoronado en un instante. Eldetective Alonso no debía tener mi número, no debía tener razón para llamarme,los cuchillos originalmente llegaron a mi casa pero la policía nos encontró atodos donde Andrés. No había razón. –Tiene sentido que sea Alonso, encaja muybien con el horario y no descarta que Emanuel haya sido su cómplice. Además deque todas las emboscadas se debían a una alerta de la policía. El sabíaexactamente que decir. – Me decía Kaz mientras conducía .Íbamos en el auto deEmanuel. No era la mejor idea pero había que hacer algo. Llamé a Andrés, laprimera vez no contestó. El estúpido iba a morir si no contestaba. Para latercera llamada contestó el teléfono. – ¿Qué pasa Isabella?– Me dijo bastantetranquilo. –No hay tiempo para explicar, el detective Alonso es el asesino,Emanuel trabajaba para él y enviaba las cartas, sal de ahí, seguro es unatrampa, ¡CORRE!– Estaba más asustada que él, sin embargo, hubo un silencioinusualmente largo, luego me dijo. –Tengo que irme. – y colgó. Genial, elestúpido iba a morir.

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Littera In Flammas
Misterio / SuspensoAndrés se muda a España a perseguir su carrera. Lo que no esperaba era ser perseguido.