(Tres meses atrás)
Después de lo que parecía una espera interminable, con inspecciones de seguridad, formularios de inmigración y tiempos de espera que te hacen pensar si en verdad quieren dejarte ir, por fin llegué a mi destino. Bueno, en verdad sólo era el inicio. Todavía me faltaban unas cinco horas volando en una trampa mortal a la que llaman Boeing. -Es para desarrollarme en mi carrera- pensé. Lo mismo le dije a mis padres y a todos en Bogotá pero honestamente creo que sólo quería largarme de este país. No es que odie mi tierra natal ni a mi cultura, al contrario, es sólo que siento que no soy de esas personas, que nacen, crecen y mueren donde nacieron, no es ganas de aventura, más bien es querer ver el mundo con mis propios ojos, no en una foto 5x8.
-Estas ganas de ver el mundo te han costado caro- me dije en voz alta. Me arrepentí, quizás fue muy fuerte, ¿Cuantos me habrán oído? Debería dejar de hacer eso, algún día me preguntaran si estoy loco y la verdad que no sabré qué responderles. -Por favor abróchense los cinturones y apaguen todos los equipos electrónicos hasta nuevo aviso- se escuchó mediante el parlante la voz de una mujer. Se supone que ya despegaríamos pronto. No mucho tiempo paso hasta que el avión comenzó a moverse, se alineó con la pista de despegue, observé con fascinación por la ventana, como si fuese la primera vez que lo veo. Luego llego la presión en la cabeza, la sordera y todos los otros malestares propios de un vuelo, ya me acordé por qué es que prefiero el tren.
La vista era agradable no lo puedo negar, eran las seis y media de la tarde, las nubes anaranjadas absorbiendo los últimos rayos del sol que quedaban, si fuera poeta me hubiese inspirado, pero soy Andrés así que me limité a sacar mis auriculares y olvidarme de que no soy el único en el avión. Alabado sea el inventor de los reproductores de música portátiles, - ¿Que haría yo sin ti?- le pregunté a mi celular (en voz baja esta vez, no quería repetir el mismo error dos veces). Le di a reproducir y observe las nubes, parecía posible caminar sobre ellas, el camino a Olimpo quizás, luego noté algo raro, no escuchaba nada, miré mi celular y me saludo con el peor mensaje posible: "BATERIA BAJA APAGANDO DISPOSITIVO" ¿En serio? ¿Qué se supone que haré ahora? Miré mi reloj, han pasado veinte minutos, sólo faltan cinco horas para llegar. Diablos. Moriré

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Littera In Flammas
Misterio / SuspensoAndrés se muda a España a perseguir su carrera. Lo que no esperaba era ser perseguido.