Capítulo 5

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Capítulo 5: Editado/Corregido.

—¿Porqué? Deberías responder si no quieres que te mate...
—Me haz dicho eso otras veces y aún sigo aquí así que...
—Así que no deberías tentar tanto tu suerte, hermosa. —Habló interrumpiendome a lo que yo reí. Él solo no podría matarme y viendo que en estos días al parecer no a dicho nada sobre mi a su clan, tampoco tiene apoyo.
—Tú solo no podrías matarte.
—¿Cómo estás tan segura? Yo solo he matado a más vampiros y hombres lobos de los que puedas contar con los dedos de tus manos. —En su mirada pude ver orgullo y eso por alguna razón hizo que me diera un escalofrío, pero yo no era un simple vampiro o licantropa,  yo era más que eso. Sin embargo él todavía no debía saber sobre eso.
—¿Cual es tú nombre? —Cambié de tema.
Él me miro unos segundos a los ojos debatiendo entre si decirme o no pero al final sonrió.
—Isaac, a tu servicio señorita. —Se paró de la silla e hizo una pequeña reverencia. —¿Cual es el tuyo?
¿Debería decirle?
Bueno, ya lo traje a mi hogar, lo llevé a mi habitación, conoce el camino desde el Instituto hasta mi casa y ya conoce posible entradas; creo que el que él sepa mi nombre no hará las cosas peores...
—Renata.
—Vaya, por fin respondes a unas de mis preguntas. —Sonrió divertido pero su sonrisa no duró mucho cuando la puerta de la entrada se abrió de repente y luego, en pocos segundos, mi padre tenía a Isaac agarrado por el cuello, sosteniendolo en el aire y con su espalda pegada a la pared.
Mamá entró dos segundos después y se movió rápidamente a mi lado, miró mi cuerpo inspeccionando que nada malo me haya pasado y luego de comprobarlo suspiró de alivio.
—¿Te hizo algo? ¿Porqué está este cazador en mi casa? —Sus ojos se habían vuelto de un azul oscuro como la noche; trataba de contenerse pues él sabía que mi mate era un cazador y aunque tuviera unas inmensas ganas de partirle el cuello no lo haría, por eso es que yo estaba tan tranquila y no hacía nada por detenerlo.
—No me hizo nada pa, puedo defenderme sola y deberías soltarlo antes de que llgues a asfixiarlo. —Él lo soltó enseguida haciendo que Isaac cayera al suelo; este enseguida se levantó e intentó darle un golpe en el rostro a papá, pero el fue mucho más rápido y lo esquivó para luego golpear su rostro con tal fuerza que su nariz comenzó a sangrar.
—Tienes cinco segundos para irte de mi casa si no quieres que yo mismo acabé con tu vida. — Él empezó a contar.
Isaac me miró unos segundos antes de guiñarme el ojo y salir corriendo de la casa. Salí atrás de él y me detuve en el marco de la puerta.
—¡¿No que muy machito?! —Grité y reí cuando él se tropezó con una piedra en el camino, luego se levantó y siguió corriendo.
Yo por mi parte, después de cerrar la puerta, me dirigí a mi habitación.
No esperaba la llegada de mamá y papá en la casa. Pensé que regresarian mañana, eso nos habían dicho, pero supongo que sus razones deben de tener.
Me acosté sobre la cama boca arriba, ¿Que iba a hacer ahora?
No puedo alejarme de Isaac si es él el que me busca. Pero... ¿De verdad quiero alejarme? No, yo no quiero alejarme de él, pero debo hacerlo. No puedo correr el riesgo de que me engañe y encierre a toda mi familia...
¿Porqué tiene que ser tan difícil? ¿Porqué no pudo ser otro licantropo? Así todo sería más fácil...
—¿Sabes que es lo mejor de que tu mate no sea un licantropo? —Dirigí la mirada a donde escuche su voz y la encontré parada a un lado de la puerta.
Ella sonrió y terminó de entrar a mi habitación para luego cerrar la puerta tras de si, se acostó aún lado mío en la cama y esperó mi respuesta.
—No...
—Los licantropos, cuando encuentran a su mate, sienten atracción, algo de cariño o hasta a veces un poco de amor. Lo demás lo van construyendo ellos, es por eso que existe el rechazo, si no logras enamorarte perdidamente de tu pareja puedes rechazarlo.
—¿Que tiene que ver eso conmigo?
—Lo único que puede sentir tu mate por ti es atracción, lo demás, si llega a quererte va a ser por ti no por la conexión.  —Suspire.  ¿Eso significa que todo sería aún más difícil?
—Pero debo alejarme de él, es peligroso para mi y para ustedes.
—Cariño, nosotros somos fuertes, podemos contra todo. Lo único que yo quiero es que seas feliz y si él ayuda a que lo seas; lucha por él, nosotros te apoyaremos en todas tus decisiones.
—Gracias mamá...

Enemigo. Editando/CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora