capitulo 22

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Los días habían pasado mas rápido de lo normal, y ahora tenemos una nueva integrante, Luisa, la mate de Alan, no hemos tenido el suficiente tiempo de conocerla bien, pero creo que eso es lo de menos en estos momentos.
El alpha nos había echado de la manada ya según el eramos un peligro para esta, y si, en parte tenia razón. A esa manada la habían atacado por nuestra culpa, por mi culpa, habían muerto inocentes por nosotros eso jamas saldría de mi mente, siempre me lo lamentaré pero ahora debíamos encontrar un nuevo lugar donde quedarnos, un nuevo refugio,esto cada vez era mas complicado y ya me estaba cansando.
Saldríamos de la ciudad, nos hospedaríamos en un hotel por algunos días y luego nos iríamos a otro lugar y así constantemente para evitar muertes...
Por ahora iríamos al banco a sacar todo el dinero de las cuentas de papá y mamá, supongo que en mas de seiscientos años te arias millonario y algunos años en las peleas clandestinas, tal vez no millonario pero si muy cerca.
***
Ya era de noche y habíamos llegado a uno de los hoteles mas alejados de la civilización. Estamos distribuidos en tres habitaciones, mamá y papá en una, Alan y Luisa en otra y por ultimo Isaac y yo.
En este momento me encontraba en el balcón admirando la luna llena.
Siento unos brazos rodear mi cintura y un pecho pegarse a mi espalda.
-Es hermosa.-Le digo.
-¿que es hermosa?. -Pregunta besando mi cuello.
-La luna.
-No mas que tu -ahora besa mi hombro. Me doy media vuelta, nuestras miradas chocan, sus ojos antes grises ahora son negros, llenos de lujuria. Me sonríe, le devuelvo la sonrisa antes de besarlo. El beso era lento, dulce y tierno pero luego fue subiendo de nivel, convirtiéndose en un beso apasionado. Nos separamos por falta de aire.
-te deseo -hablo Isaac, su respiración era algo agitada y su voz ronca, lo volví a besar en forma respuesta. El me deseaba tanto como yo a el, sus manos bajaron desde mi cintura asta el comienzo de mi blusa, me la saco por encima de la cabeza. Sentía nervios pero esto era lo que deseaba, lo amaba, lo amo.
Torpemente fui desabrochando uno por uno de los botones de la camisa de Isaac, asta sacársela por completo, el me alzo haciendo que mis piernas se enredaran en su cintura.
Sin dejar de besarnos, Isaac camino asta la cama, me dejo suavemente sobre esta quedando, el, encima mío.
-¿estas segura? -asentí, nuestras respiraciones eran agitadas. Me beso, sus besos fueron bajando asta mi cuello y de hay fue bajando asta mi abdomen, me saco mis jeans mientras me ayudaba a sacarle sus pantalones y así ambos quedar en ropa interior, nos metimos bajo las sabanas. Entre besos y caricias las últimas prendas que cubrían nuestros cuerpos fueron desapareciendo. Isaac se posicionó entre mis piernas y lentamente fue entrando en mi, unas lágrimas escaparon sin permiso, lágrimas las cuales Isaac borro con besos.
El dolor se había ido dando paso al placer, la habitación se lleno de gemidos. Nos habíamos unido en cuerpo y alma.
***
Sentí una pequeña presión en mi frente, lentamente fui abriendo lo ojos, enfrente de mi estaba esos ojos grises que habían logrado enamorarme, sonreí al igual que el.
-¿Como dormiste hermosa?.-Pregunto acariciando mi mejilla.
-Muy bien.
-Me alegro. -Sonreí el deposito un pequeño beso en mis labios.-Hoy nos quedaremos todo el día en cama.
-¿Porque?.
-Porque yo quiero, aparte ya ordene que nos traigan el desayuno aquí.- Asentí mientras el jugaba con mi cabello. Me levante de la cama envolviendo mi cuerpo con la sabana.
-No entiendo porque haces eso.
-¿Que?.
-Cubrirte, no hay nada que no haya visto ya. -Dice, levanto una ceja y sonrió.
-Bien. -Deje caer la sabana dejando mi cuerpo descubierto, su mirada se oscureció mientras recorría mi cuerpo desnudo con ella. Sonreí, camine hasta el guarda ropa, me vestí con una pijama y volví a acostarme al lado de Isaac.
-Mmm, ¿podríamos repetir lo de anoche?.- Me abrazo. Su voz era ronca, reí por lo bajo y encendí el televisor.
Minutos después, una chica nos trajo el desayuno.


Enemigo. Editando/CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora