Enemigo. Editando/Corrigiendo

Capítulo 6

Capítulo 6: Editado/Corregido.

Al día siguiente me desperté un poco mas tarde de lo normal, era sábado y no tenía que ir al instituto por lo que baje a desayunar tranquilamente, sin prisa.
Tomé mi lugar junto a Alan después de servirme mi desayuno y me dispuse a comer.
Realmente no había podido dormir mucho. Me había quedado hasta altas horas de la madrugada pensando en lo que había dicho mamá.
Quería intentar algo con Isaac pero... ¿Y si salía mal? El miedo no se iba en vez de eso estaba aún más presente al saber que tenía el apoyo de mi familia porqué si no lo tenía por lo menos tenía en donde apoyarme para alejarme de Isaac pero ahora que sabía que ellos me apoyaban no sabía que decisión tomar.
-Voy a ver quien es. -Dijo mamá a lo que yo la mire confundida. ¿Tan distrida había estado?
Ella se levantó de la mesa y caminó notablemente nerviosa hacia la puerta mientras que nosotros nos quedábamos en nuestros lugares expectantes de lo que pudiera ocurrir.
-Irene, cariño ¿Cómo haz estado?- Escuchamos la voz de una señora.
-¿Que haces aquí? -Preguntó mi madre pero la mujer no le respondió sino que la empujó levemente y entro a la casa sin pedir permiso.
Se paró en frente de nosotros y nos miro atentos mientras mi madre llegaba aún lado de ella.
-¿Ellos son tus hijos?
-Eso a ti no te incumbe, así que por favor vete de mi casa. -Dijo cortante antes de pararse en frente ella bloqueando su mirada hacia nosotros.
Mi madre parecía nerviosa y enojada, intentaba controlarse para no gritarle a la mujer o sacarla a empujones.
-Lo siento cariño, pero he venido para quedarme y tú no vas a poder cambiar eso. -Mamá bufo y respiro pesadamente dejando claro su enojo; jamás la había visto así y hasta podría dar un poco de miedo.
Mi padre enseguida, al ver el estado de mamá, se levantó de su lugar para ir a su lado y pasar su brazo sobre los hombros de ella tranquilizandola notablenmente con su tacto.
-Puedes quedarte pero no en mi casa
-Veo que tienes hasta esposo, me alegro por ti hija. -Dijo ignorando por completo a mamá.
Alan y yo nos quedamos en nuestros lugares totalmente confundidos, ninguno sabía que estaba pasando ni por que esa mujer decía ser la madre de mi progenitora.
Según nos había contado ella, nuestra abuela murió cuando intentó salvarla de su tío. Nunca nos contó nada más de mis abuelos y con el paso del tiempo Alan y yo dejamos de insistir.
-No soy tu hija, para mi estas muerta desde que me abandonaste con mi padre. -La miró a los ojos con el ceño fruncido. -Quiero que te vayas de mi casa.
La mujer sonrió divertida y luego negó con la cabeza para después agarrar su maleta, subir las escaleras y ubicarse en una de las habitaciones desocupadas.
Mamá volvió a bufar aún más enojada luego llevó su atención a nosotros.
-Quiero que suban a sus habitaciones y no bajen hasta que logre sacar a esa mujer de la casa.
Alan y yo asentimos sin ánimos de hacerla enojar más e hicimos lo que nos ordenó.
-Tú eres Renata ¿Cierto? -Escuché la voz de la mujer segundos antes de entrar a mi habitación.
Me giré para quedar frente a frente y la miré con el ceño fruncido.
-¿Cómo sabe mi nombre?
-He averiguado todo sobre la vida de mi hija antes de llegar aquí. Sé todo sobre ustedes.-Asenti con la cabeza sin saber que más hacer. -Mi nombre es Gina.
-Mi madre nunca me ha hablado de usted.
-Soy tu abuela, soy madre adoptiva de Irene y...
-Prefiero que sea mi madre la que me cuente que está pasando... -La interrumpi.
-Ella no lo hará y espero que cuando te des cuenta de eso vengas a buscarme. -La miré unos segundos en los que desaparecía en su habitación.
Sabía que no estaba bien pedirle respuestas a ella pues estaría traicionando a mi madre pero me había dejado con la duda.
Camine hasta la habilitación de mis padre, iba a tocar pero los escuche hablando por lo que me quede unos segundos fuera de la puerta.
-Debe irse, ella se encargará de meterles cosas en la cabeza a mis hijos. -¿Eso era lo que había hecho conmigo?
-Tranquila cariño, esperaremos el momento para sacarla de la casa pero por ahora no podemos.
-¡¿Porqué?! Ella se fue sin importarle lo que sucediera conmigo, me abandonó ¡¿Cómo si quiera se atreve a venir a mi casa ahora?! -Suspire y volví a mi habitación.
Me acosté en la cama boca arriba y junte mis manos sobre mi estómago.
Si mamá no quería decirme quien era esa mujer debía respetar su decisión después de todo debe de tener sus razones.
***
Desperté por un suave ruido que venía de mi ventana. Me queje y removi en la cama sin intenciones de levantarme pero su voz hizo que todo el sueño se fuera.