Capitulo 29

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Isaac.
Me encontraba en mi cama, acostado, solo en bóxer y con mis brazos cruzados sobre mi cabeza, bloqueando la luz que había en la habitación.
Intentaba no cerrar los ojos, si lo hacia escucharía los gritos de dolor de Renata, vería sus lágrimas caer por sus mejillas mientras intenta zafarse de las cadenas que la aprisionan.
Llevaba días sin poder dormir, cuando dormía soñaba con ella, con sus gritos. La culpa me carcomía pero... ¿Porque?. Estoy haciendo un bien, un bien para conservar nuestra raza. Debería estar orgulloso de mi, debería estar celebrando pero solamente estoy aquí en mi cuarto preguntándome ¿porque siento culpa?.
Cierro los ojos y la veo, esta gritando mientras forcejea con la cadenas, mi padre tiene una sonrisa en el rostro.
Abro los ojos y suspiro.
-Hola amor.- Lorena se sube encima mio y me da un beso en los labios, el cual no correspondo, no estoy de humor para esto.
-Lorena, quítate.- La Empujo levemente haciendo que caiga a un lado de la cama. Ella me mira sorprendida, yo solo sigo mi camino al baño, me encierro en este y me miro al espejo. Tengo ojeras y mi piel esta pálida.
-¿Que te esta pasando Isaac?, tu no así, eres mas fuerte que esto. No puedes estar así por una chica que no tiene importancia.-Me digo a mi mismo. Abro la llave y junto mis manos, formando una especie de cuenco, y lavar mi cara.
Suspiro y vuelvo mi vista al espejo, a través de este la veo, giro rápidamente pero ya no esta. Ahora me estoy volviendo loco. Tengo que ir a verla.
Salgo del cuarto de baño y camino hacia el ropero, me visto.
-¿Adonde vas?.- Pregunta Lorena. La miro un segundo, ¿le digo o no?
-A ver a Renata.- Y sin mas salgo del cuarto.
***
En este momento me encuentro frente a su celda, suspiro y abro la puerta, esta dormida. Había olvidado lo bonita que se ve cuando duerme, o cuando sonríe, o incluso cuando molesta su hermano. Pero ahora se ve cansada y casi muerta, la alegría y la energía que transmitía se han ido, ya no es la misma. Me acerco y acaricio su mejilla.
Su piel esta fría, me saco mi chaqueta y con las llaves en mi mano le saco las cadenas y la cargo con cuidado de no despertarla, me siento en el suelo aun con ella en brazos, la cubro con mi chaqueta y acaricio su pelo.
Sus labios están resecos, su piel pálida y fría, su corazón apenas late. Suspiro, ¿Que estoy haciendo?.
-¿Isaac?.- me sobresalto y volteo a verla, sus ojos, sus ojos ya no son los mismo. Ya no tienen ese brillo que los hacia tan hermosos y únicos, ahora esta opacos y sin vida, su voz es débil, apenas un susurro.
-Lo siento.- Las palabras escaparon de mi sin previo aviso y sin permiso.
-¿No eres otra alucinación?.- Cierra los ojos.
-No, soy yo.- dejo uno de sus mechones tras su oreja. Sus labios están entre abiertos. ¿Que pasaría si...? Me acerco lentamente a ella y beso sus labios. Renata abre sus ojos sorprendida, me mira esperando una explicación pero simplemente vuelvo a besarla, necesito sentir esa sensación dentro de mi, esa sensación inexplicable que solo ella hacen que la sienta. Al principio no sigue mi beso pero luego empieza a mover sus labios, el beso es lento y tierno. -Saldrás de aquí, te lo juro.- Digo sobre sus labios, abro los ojos para ver su reacción, ella solo sonríe en forma de disculpa, lo cual no entiendo. -Tu y tu familia, saldrán de aquí.-Acaricia mi mejilla y niega con la cabeza.
-Salva a mi familia, yo ya no importo. Solo prométeme que aras todo lo posible por sacarlos de aquí.
-Tu eres importante para ellos y para mi. Saldrás todos de aquí, es una promesa Renata.
-Isaac yo ya no puedo ni pararme, no podre correr. Estoy débil, no me queda mucho.- Mentira eso es mentira. Negué rápidamente con la cabeza.
-No digas eso, aun tenemos mucho por delante. No te rindas.- Junte nuestras frentes mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla.
-Ya lo hice, Isaac. No puedo mas.
-No, lo siento pero me niego a aceptar que ya te rendiste. A la noche volveré y te sacaré de aquí.- Salí de la celda y me dirigí a la de sus padres.
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Penúltimo capítulo.

Enemigo. Editando/CorrigiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora