CAPITULO 3

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Sabía perfectamente que Jade no iba a cambiar de un momento a otro, y me siento tan impotente y tonta por haberlo aunque sea pensado posible. Cerré fuertemente la puerta de un sólo golpe dejándome caer descuidada y pesadamente en la cama. 

Miro hacia el techo pensando qué antes que nada debía calmarme porque de lo contrario terminaría asesinando con mis propias manos lo primero que se me cruzara a la vista.

Por lo que me dedico a morder mis uñas recogiendo mi cuerpo en posición fetal simplemente tratando de no pensar en lo que muy seguramente estaría sucediendo ahora en la habitacion de Jade ¿Qué pasaría ahora que ella sabe que no me es indiferente? ¿Seguirá su plan de follarse a cada chica del instituto o me pondrá atención de una vez por todas? No es como si me estuviese quejando, desde hace más o menos un año nuestra relación habia cambiado a tal punto que todo el mundo parecía completamente confundido y se especulaban varias cosas por los pasillos respecto a esto.

Habíamos pasado a ser completamente inseparables a apenas vernos en nuestras clases en común. Y eso apenas, porque Jade solía asistir simplemente cuando se le venia en gana.

Si hay que buscar una razón entre las muchas que en un momento desesperación que fabrique para mantener a Mamá tranquila puedo decir que simplemente ya no soportaba su actitud rebelde e irritante.

Vaya engaño.

Personalmente fue difícil alejarme de la chica por la cual estaba perdidamente enamorada pero eso era mejor que admitirle mis sentimientos y exponerme al muy seguro rechazo. Así que me escondí, aislé mis sentimientos de Jade demasiado asustada de que los lastimara. Por su parte supongo que ella sólo lo acepto, asimilo y comprendió mi decisión por más confusa que le pareciese cosa que me dolió profundamente. Ni siquiera se inmuto en preguntarme que era lo que habia ido mal, pero lo termine por asimilar.

Estaba siendo demasiado inmadura al esperar algo de ella, supongo que después de todo cuidar de su hermanita menor no era más atractivo que embriagarse y tener acceso al sexo gratis. 


Pov Jade


Miro a Emma fulminante, creyendo que con mi grosería de antes habia sido suficiente como para mantenerla lejos de mi por un tiempo. Vaya equivocación, no puedes herir el orgullo ni lastimar la dignidad de nadie a menos que este lo permita. Emma habia tenido un punto por aquello.

—¡¿Quien diablos era esa?! —su tono reprobatorio y voz chillona me hacen poner los ojos en blanco a la vez que cierro la puerta en un intento por evitar que alguien mas fuera testigo de aquel ridículo.

Muy bien... genial.

Ahora tendría que soportar a una neurótica armándose escena de celos por mi propia hermana, la miro incrédula a la vez que me acerco lo suficiente como para verle intimidada.

—¡Esa! es mi hermana, Perrie —suelto completamente irritada, le veo mirarme con algo cercano a la vergüenza para luego aventurarse a tomar mi mano, cosa que evito de inmediato —¿Qué estas haciendo aquí?

Escucho cómo suspira y acomoda un mechón de su cabello tras su oreja, parecía no querer responder esa pregunta.

—Ya te dije que no me gusto nuestra despedida de esta mañana —su voz a estas alturas ya me causaba una severa migrana —Sabes que no quiero estar peleada contigo cariño...

Le miro completamente incrédula, pensando que tal vez no habia sido lo suficientemente clara o ella estaba siendo demasiado estúpida. Respiro hondo volviendo a mis cabales para luego dirigirme a abrir la puerta sin querer soportar un segundo más hablando de idioteces que no sucederán.

Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora