CAPITULO 29

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Pov Sasha.

Esto será más difícil de lo que pensé. Nunca llegue siquiera a sospechar que Jade haría algo como esto. La sola idea de imaginarme tener que ver a Louise junto con ella... abrazadas mientras ella puede hacer todo aquello que yo no puedo. Tenerla entre sus brazos, besarla... nunca creí que sería tan difícil.

El café empezó a derramarse por los bordes. El líquido caliente ahora recorría mi mano derecha.

-Mierda¡¡ -me queje en cuanto mis sentidos pudieron percibir el inconcebible dolor. Myla me miro con cara de preocupación. Deje el vaso a un lado y puse mi mano rápidamente en el fregadero.

-Se encuentra bien Doctora? –como siempre odiaba que me hablara de usted. Se lo he dicho ya varias veces pero ella parece estar empeñada en mantener la distancia profesional.

-Myla... -dije riendo. Ella hizo lo mismo y asintió.

-Okey... Sasha –dijo divertida –Te encuentras bien?

Sonreí de medio lado y asentí. Ella solo se quedó mirándome sin quedar del todo convencida, hizo una mueca y negó.

-Claro está que eso no es cierto –enserio?. Ahora no quiero hablar de aquello, y menos con Myla aunque el aprecio es mucho, ella solo es una recepcionista del hospital donde trabajo.

-Solo. Estoy algo exhausta –dije secando mi mano adolorida –Los últimos días he tenido turnos eternos.

Su cara me hizo darme cuenta de que mi intento de parecer segura y determinante fallo pero que terriblemente. Solté un suspiro mirándola suplicante, jamás sentí más ganas de echarme a llorar tal cual lo haría una niña a la que le acabaron de quitar un dulce. Necesito un hombro donde desahogarme, antes tenía la fortuna de que ese hombro podría ser el de Lou... Pero ahora eso ya sería contraproducente. Porque ella es precisamente la razón de mi dolor.

-No quiero parecer entrometida... -dijo acercándose a mí. El nudo en mi garganta amenazaba con ahogarme y mis ojos ardían por contener de esta manera las lágrimas –Pero hace días que la noto decaída –no necesito a alguien que me diga lo obvio –Y eso me preocupa... Usted solía ser diferente –claro está que eso es más que cierto –Y me di cuenta del gran aprecio que le tiene a la paciente de la 125. –Sonreí vacíamente –Y no quiero creer que ella es la razón. Pero.... –Mis ojos se abrieron con curiosidad –Pero ya veo que efectivamente es así...

Negué y como pude tome un poco de aire.

-Perdón Myla sé que tus intenciones son buenas... pero tengo pacientes que atender –Salí de la habitación de descanso. En busca de mi consultorio.

Como pude camine por el pasillo, limpiando mi rostro de las rebeldes lágrimas que ya caían a borbotones por mis mejillas. Las enfermeras alcanzaron a observarme confundidas. No les di importancia, solo deseaba llegar de inmediato a mi pequeño lugar y llorar con tranquilidad.

Entre al elevador, para mi desgracia Lauren estaba allí, con una tabla en sus manos. Mientras revisaba algunos registros, no le di importancia. Ella tampoco me noto, estaba demasiado concentrada como para hacerlo, cerré las puertas del elevador, marcando el piso 6. Estaba rogando internamente porque llegáramos rápido. Y Lauren no me notara en lo absoluto, pero fue completamente en vano, ella volteo despreocupada y me miro de reojo. Baje mi mirada al piso intentando ocultar mis ojos rojizos.

-Estas bien?... –dijo preocupada mientras tomaba mi rostro en sus manos.

Hace tiempo que tuve algo con Lauren pero de eso ya no queda si no una linda amistad. Ella es una gran profesional y ha estado cuando más la he necesitado, así que le tengo un sentimiento de cariño y gratitud enorme.

Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora