CAPITULO 17

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Asintió con fastidio. Estaba claro que la relación entre Sasha y yo no mejorara muy pronto, pero mientras tanto pienso disimular por Perrie, La rubia se perdió entre el pasillo, supongo a buscar lo necesario para ayudarla. Me senté a un costado de su cuerpo. Tan frágil, como siempre la he visto, ahora ella parecía una pequeña muñeca de trapo, que está apunto de dañarse. Ahí esparcida en el sofá, sus cabellos rubios por toda su cara. Los arregle para ponerlos detrás de la oreja. Como siempre yo la veía preciosa, aun en estas situaciones. Suspire.

-Hay Pez... -dije en un balbuceo -Porque todo tiene que ser tan difícil?

Esa era la pregunta que definía nuestra historia, Porque?, porque no la puedo amar libremente?. Porque no la puedo tener como yo quiero, Porque no le puedo tomar la mano.... Porque no puedo hacerla mía, sin restricciones, Porque no puedo besarla cada vez que me place, Simplemente porque no puedo ser alguien Digno de su persona?

-Listo -dijo entrando a la sala de estar, nuevamente, me sobresalte al ser interrumpida tan abruptamente de mis pensamientos ¿Habrá escuchado algo?, qué más da, me da igual de esa manera sabrá que Pez me pertenece y yo le pertenezco a ella. -Aquí está, solo tienes que poner un poco aquí -dijo entregándome la botella del químico, junto a unos algodones -Ahora, sencillamente ubícalo cerca de su fosa nasal.

Hice lo que ella me dijo, pasaron unos segundos, pero poco a poco ella fue despertando. Miraba todo con confusión, como si no reconociera quienes éramos, le mostré una sonrisa delicada. Y como cambio recibí una mirada de desconfianza.

-Estas mejor? -pregunte temerosa de su actitud, asintió lentamente. Mientras se intentaba sentar, me percate de su acción y la impedí de inmediato -No, no hagas eso... Debes descansar.

No rezongo, solo se volvió a acostar, mientras se quejaba de un dolor incesable de cabeza. Me sentí mal, yo solo le estoy dando preocupaciones, y eso es lo que ella menos necesita en su vida, menos con la noticia del compromiso de Deborah

-Amor, quieres algo de tomar? -su voz chillona hizo temblar mis tímpanos. La mire como el peor bicho jamás extinto, ¿Cómo que Amor?, ahora si tenía todos los motivos del mundo como para acabar con su rostro de una vez por todas.

-Agua. -respondió mirándome de reojo, sabía que estaba enojada, por lo anterior, y aun así decidió seguir con el jueguito,

-Amor? -pregunte, cuando la rubia se alejó, me miro cansada. Sé que no era momento para reclamos, pero no podía dejar pasar eso por alto.

-Jade... -me miro suplicante, asentí entendiendo porque no quería hablar, me acomode mejor para verla de frente. Acaricie su cabello, organizándolo un poco, ella cerro los ojos correspondiendo mis caricias

-Me preocupaste. -Dije acercándome, me miro triste -Me moriría si te llegara a pasar algo.

Suspiro con dificultad

-A que exactamente viniste? -su pregunta me cayó por sorpresa, mordí mi labio inferior mientras rozaba mi nariz con la suya

-A disculparme -dije sincera, ella abrió los ojos y me mostró una bella sonrisa -Y a decirte que te quiero.

-No es la palabra que quiero escuchar -dijo desviando su mirada, hacia el costado del mueble, no la deje y tome su mentón haciéndola verme de frente nuevamente.

-Siento tanto, que sea la única que pueda decirte ahora -le hable cerca del oído, sentí como se tensó debajo de mí.

Sus ojos azules intentando indagar la sinceridad de mis palabras. Sentía como examinaba cada facción de mi rostro, bajando desde mis ojos hasta mis labios. Haciendo una corta pero tortuosa pausa en ellos.

-Te traje un poco de té, creo que te hará mejor...


¿Acaso era tan entrometida todo el tiempo?, ella podría ser la mejor del mundo en interrumpir momentos especiales. La mire con fastidio, pero no pude evitar sonreír cuando escuche a Perrie reír.

-Porque te cae tan mal? -pregunto mirándome divertida. Bufe y rodee los ojos, voltee a ver a Sasha quien reía junto con mi hermana.

-Puedo saber que es tan gracioso? -pregunte cortante, las dos se miraron entre si, y soltaron una carcajada estruendosa.

-Tu expresión, de pollo degollado cada vez que me estoy cerca -dijo apenas intentando controlar su risa. Achine mis ojos y las mire amenazante -Hey¡¡ Tranquila Jadey -se burló -No voy a hacer sufrir a tu hermanita, al menos alguien más ya tiene poder para eso.

Suspire enojada, y me levante del sofá. Perrie había cambiado de semblante, parecía más enérgica, sus mejillas ya se habían teñido del lindo tono rosa que suelen llevar. Sonreí. Me acerque hasta ella y plante un beso en su frente, suspire su aroma, el aroma que solo su cabello me brindaba. Ella mi dulce Pez, solo ella me podía hacer sentir de esta manera. Feliz. Se podría decir.

Sasha me miro amenazante. Sabía que esto además de incomodarla la molestaba, así que era más fructífero para mí. Obviamente. Sonreí y acaricie dulcemente su mejilla, ella sonrió y frunció la nariz. ¿Cómo podía ser tan hermosamente adorable?, bese su nariz mientras ella cerraba los ojos.

-Te iras conmigo? -quería oír una respuesta positiva. Pero probablemente ella no me la de, así que no tengo muchas expectativas. Lo pensó un poco, sabiendo que si quería irse conmigo, pero ella y su orgullo no se lo querían permitir.

-No lo sé, Jade -dijo en un cansado suspiro, sabía que estos últimos días había perdido muchos puntos con ella. Pero ya me di cuenta de que ella es la mujer de mi vida. Que la quiero tener conmigo hasta mi última respiración. Pero también estoy consciente de que eso me será difícil de lograr. Difícil porque yo misma lo quise así.

-Por favor... -le suplique, haciendo un puchero. Rio mientras intentaba levantarse, la ayude con cuidado y paciencia, Sasha ya no estaba, supongo que no aguanto más vernos tan cariñosas a las dos.

-Está bien. -Dijo mientras reía -Solo porque noto algo diferente en tu actitud -eso era más que obvio -Pero primero déjame despedirme de Sasha.

Revolví mis ojos mientras asentía rendida

-Que sea rápido -dije imitando el tono de mama cuando estaba enojada. Ella rio y asintió.

Pasaron unos minutos en los que no supe que había pasado con la tal ''Despedida''. Que estaba tardando más de lo que debería. Escuche como los tacones de Perrie caminaron por el pasillo, sonreí y me levante del asiento.

-Lista? -pregunte, al verla desde su bello rostro hasta la punta de sus pies. Estaba maquillada, hermosa como es ella naturalmente. Su cabello cogido en una cola de caballo. Como le gusta. Una sonrisa encantadora, mientras una corta y provocadora falda negra de cuero adornaba su hermosa cintura.


Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora