Pov Jade
No tengo paciencia ni tiempo para seguir esperando más. Me muero por saber que pasa dentro de la maldita habitación de Perrie. Mis uñas ya dolían de la fuerza ejercida por mis dientes mientras mis piernas hacían un movimiento junto con un sonido irritante y desesperante.
-Jade... -dijo Deborah acercándose. La mire intranquila y estire mis brazos para aferrarme a su cuerpo fuertemente -¿Qué pasa amor?... ¿Perrie se encuentra bien?
Su tono de voz estaba obviamente nervioso y tartamudeaba un poco al hablar. Solloce y me hundí más entre nuestro contacto.
-Está enojada conmigo –dije en un hilo de voz. Ella pareció suspirar de alivio supongo y tomo mi mentón mirándome con confusión.
-Eso no puede ser... -dijo sonriendo de medio lado –No puede enojarse contigo Jade, eso sería algo imposible.
Fruncí el ceño y negué sintiéndome tan culpable. Había fragmentado nuestra confianza en mil pedazos. Y sé que no me va a ser fácil que me perdone. Se lo oculte porque la amo y no quería verla sufrir. No más.
-Lo está. –dije dejando que una lagrima cayera por mi mejilla
-¿Pero porque? –dijo limpiando esta.
Me quede solo observándola por un segundo. Todo era tan confuso, aun no lo sé con certeza, ella puede estar enojada porque le mentí. O también porque me vio en esa situación tan comprometedora cuando despertó. Limpie mi nariz y acomode mi cabello sentándome bien en la silla.
-Porque le oculte que Sasha está enamorada de ella –dije de un solo suspiro sin quitar mi vista de la blanca y burda pared.
Mi madre permaneció en silencio por algunos segundos. Fue entonces cuando decidí voltear a verla, sus ojos emanaban una comprensión y una tranquilidad abrumadora y un poco desconcertante.
-Dime algo Mama –dije suplicante. Tardo algunos segundos pero sonrió de medio lado y tomo mi rostro entre sus manos.
-Jade... -dijo riendo –No tienes por qué sentirte culpable bebe –una tranquilidad me lleno de pronto –No tienes la culpa de que Sasha se haya enamorado de Pez... No tenías como evitar que eso pasara, pero tienes que entender que ellas dos tienen una historia... Que empezó mucho antes de que pasara lo de ustedes –torcí mi boca sintiéndome incomoda –Amor... Ella esta solo confundida, no está enojada. Lo sé, conozco bien a Perrie y sé que lo único que necesita en este momento eres tu... Y nada más que tu apoyo.
Como siempre Deborah teniendo la razón desde tiempos inmemorables. Como es que con unas solas palabras me hacía sentir totalmente bien, sonreí ampliamente y la tome nuevamente en un abrazo cálido y maternal.
Esto anterior solo duro unos segundos más hasta que el rechinido de la puerta nos desconectó de inmediato. La figura de la chica rubia con su maquillaje corrido apareció en nuestro campo de visión.
Ahí estaba Sasha Llineros. Su bata blanca en su mano derecha y una mirada apagada pero tranquila con la que nos invitó a romper el silencio absurdo que se había formado.
-Buenas tardes Deborah –dijo acomodándose el cabello. Mi madre sonrió algo incomoda y asintió.
-Buenas tardes –respondió levantándose del asiento para darle un abrazo. Ella correspondió gustosa y me lanzo una mirada suplicante por encima del hombro de mi madre.
-¿Cómo esta ella? –esta vez me levante yo. Mirándola un poco distante, no sé porque me comporto así, solo sé que me siento un poco culpable por todo lo ocurrido.
-Más tranquila... -me sonrió triste. Pero me pude dar cuenta de que todo era solo una manera irónica de mantenerme ''Tranquila'' a mí. –Quiere verte.
Y de repente todo lo que había pasado ya estaba en la basura. Una amplia sonrisa me abarco y la felicidad me recorría de pies a cabeza, asentí controlando un poco mis emociones.
-Está bien –dije fingiendo una tranquilidad inexistente.
-No tienes por qué hacer esto Jade –dijo notando mi actitud –Ya le explique todo, ya sabe que estoy comprometida con Lauren... No tienes nada de qué preocuparte. Todo está claro ahora.
Deborah me miro fulminante. Asentí lentamente haciendo caso a sus palabras.
-Siento mucho que todo esto esté pasando de este modo, Sasha –interrumpió esta vez mi madre haciendo que los colores tiñeran las mejillas de la rubia.
-No tienes porque... -dijo sonriendo –Me siento mucho mejor ahora que pude decirle todo esto.
-¿Estas segura? –Pregunto esta vez acercándose a ella.
-Muy segura –dijo esta vez con más seguridad –Ahora tengo más pacientes por atender...
-Seguro –sonreí de costado mostrándole amabilidad.
-Las veré después... -dijo volteándose sobre sus talones. Justo cuando iba a emprender su camino volteo mirándome fijo –Y Jade... Por favor no la alteres, es importante.
Valla ahora si es la misma chica irritante y mandona de siempre, ¡Señoras y señores Sashares Llineros regreso!, revolví los ojos y asentí.
Ella me mostro una sonrisa divertida y finalmente desapareció entre la lejanía de las personas que cruzaban el pasillo. Mi Madre frunció los labios demostrándome que para ella fue igual de incomodo como para mí.
-¿Quieres pasar a verla? –pregunte tomando su mano.
-No cariño... Ustedes tienen que hablar –sonreí y asentí –Primero entra tú, voy a saludar a James, y después vendré.
-Como prefieras.
***
Mis pasos eran lentos y un poco inseguros. Todavía no sé de qué animo este Perrie, y eso me inquieta de una manera exasperante, camine hasta llegar al borde de su cama. Ella tenía su mirada puesta en un punto fijo al lado contrario de la habitación, tome su mano cuando estuve lo suficientemente cerca. Su cabeza se volteo haciendo que sus ojos hicieran contacto conmigo. Por un doloroso segundo pude ver profunda decepción y tristeza.
-Me dijeron que querías verme –dije mirando su expresión tratando de descifrar que diría a continuación. Suspiro profundamente y aparto su mano de la mía.
Fue suficiente para darme cuenta de lo muy enojada que seguía estando. Bufe y tome su rostro entre mis manos, ella me miro sorprendida.
-Lo siento, está bien –dije exasperada –No te lo dije porque sabía que te ibas a poner justo como estas ahora... No quería que esto se convirtiera en algo que nos perjudicara.
Su ceño se frunció y se apartó bruscamente de mí.
-¿Perjudicarnos? –dijo irónica –De verdad crei que habias dejado de ser tan egoísta Amelia –muy bien eso me dolio –Porque no puedes dejar de pensar en ti por una vez en tu vida, y concentrarte en lo que en realidad tienes que hacer...
-Pez...
-Pez nada –escupió enojada –Me duele saber que no creías lo suficiente en mi amor por ti como para que me lo dijeras... Eso no tenía porque ''Perjudicarnos'' porque yo te amo Jade... Lo oyes TE AMO y nada de lo que pudiera sentir Sasha por mi puede cambiar eso.
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Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~
Fiksi Penggemar¿Qué tanto estamos dispuestos a entregar por amor? La respuesta a esa pregunta puede ser muchas veces desalentadora, menos para este par de hermanastras, quienes estaban destinadas a amarse mucho antes de que la vida les diera la oportunidad de junt...