CAPITULO 6

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En silencio me hice a la idea de la que jamás pensé acostumbrarme. Entre en silencio temiendo de cualquier reacción, estaba sensible muy afectada como para poder mantener una conversación con alguien. Pude ver a Marie sentada en uno de los muebles que adornaban la sala fúnebre, limpie una de las rebeldes lagrimas que corrían a chorros por mis mejillas, me sonrió, no le correspondí, por más que quisiera en este momento lo menos que podía hacer es sonreír, así fuera una forzada sonrisa, simplemente mi rostro no tenía expresión.

Me acerque a la gran caja de madera color marrón oscuro, observe la corona de madera, otra lagrima cayo por mi rostro hasta llegar a mi cuello, donde se unió con todas las anteriores, la pequeña ventanilla estaba abierta, pensé un poco en ir a verla, eso podría hacerme más daño del que me estoy haciendo con venir, pero termine decidiendo por ir a darle un buen ''Adiós'' a Jenn.

Temerosa y con el corazón en la boca me asome tímida hasta llegar a verla, solloce al verla, mas blanca de lo normal, sus labios pálidos... como jamás los había visto, atrape mi cara en mis manos, culpándome, era mi culpa tenía que aceptarlo. La volví a mirar, esta vez enfocándome en cada facción de ella, sabía perfectamente que iba a ser la última vez que la viera, pero aun así el dolor era mayor y ahora sentía como si yo también hubiera muerto.

-Lo siento -fue lo único que logre decir entre mi cara humedecida por las saladas gotas de dolor.

-Jade, Cariño... -dijo cogiéndome por los hombros, la mire y me encontré con los verdes ojos de la institutriz Marie -No es bueno que te quedes ahí.

Rodee los ojos un poco irritada por su intromisión en mi despedida con Jenn.

-No, déjame -dije soltándome bruscamente de su agarre -¡Tengo que estar con ella!

Todos dirigieron su mirada a mí, tan desolada, tan incomprendida, fue lo único que paso mi mente al encontrarle una razón, a su despedida tan repentina y prematura de este mundo, no me importo las habladurías de cada mujer allí, mirándome como si estuviera loca. Ahora eso me daba igual. Me recosté en el ataúd de Jennifer nuevamente, dejando que mis brazos se extendieran alrededor de este, pensando que tal vez ella sentiría mi último abrazo como yo lo hice.

-Lo prometiste -dije sollozando, recordando aquella charla que tuvimos antes de mi partida de aquel lugar.

** FlashBack**

Sentía frió, a pesar de la calefacción, mis pies estaban totalmente encalambrados, me acurruque en la cama hasta sentir un pequeño cuerpo abrazándome por detrás, sonreí sabiendo de antemano de quien se trataba.

-¿Dónde estabas? -dije acomodándome para verla mejor, ella esquivo mi mirada y volteo el rostro, tome su mentón y la obligue a verme.

-En el baño -dijo rendida, la mire amenazante y acaricie su mejilla enojada.

-¿Veinte minutos en el baño? -mi mandíbula ya estaba tensa, sabiendo perfectamente en que ocupo ese tiempo, me miro suplicante mientras mordía su labio inferior con nerviosismo

-Jade... -dijo en un susurro.

No dije nada, solo baje la mirada a sus muñecas, sentí como mis ojos se llenaron de lágrimas al verlas tan lastimadas, apreté mis dientes con fuerza, intentando no explotar, levante mi mirada y entonces pude ver el vivo retrato de la resignación, depresión e impotencia, me voltee dándole la espalda, la escuche sollozar, cerré mis ojos con fuerza, al recordar esa imagen de la piel hecha a ñicos por la navaja, me dolía verla así .Pero por supuesto que me dolía¡¡¡, pero ella no podía comprender que cada vez que se lastimara, me lastimaba a mí de igual o peor manera, la sentí acercarse, me tomo por la cintura. No hice nada, no me aleje, tampoco quería... lo cierto es que estaba enojada.

-Amor...

Con solo 12 años yo sabía perfectamente el significado de ese sentimiento, lo que estaba pensando era si ella lo hacía también, de otro modo no me heriría de esta manera, no contesté nada, solo me quede en silencio viendo la oscuridad que reinaba en aquella fría habitación.

-Jadey, no me juzgues -la escuche decir apenas con la voz en un hilo, otra lagrima cayo por mi mejilla casi quemando mis ojos de la ira, me voltee nuevamente y tome bruscamente su rostro en mis manos.

-Sabes que jamás lo haré -dije con ironía, era obvio que lo hacía y ella lo sabía, se acercó más e hizo que nuestras narices se acariciaran dulcemente

-Tienes que entenderme... -dijo en un susurro, rodee los ojos ya sabiendo el sermón de su parte -Sabes que no es algo que yo pueda controlar.

Buen Punto. No la justifica, pero definitivamente era un buen punto, suspire cansada y me acomode de manera que ahora estaba observando el techo del cuarto, solo perdida en la madera, mientras sentía esos azules ojos clavados en mí.

-Tengo miedo -dije en un susurro, hubo un silencio. Para nada incomodo, solo un silencio... tal vez ella pensaba que contestar a eso, mientras yo hacía lo mismo.

-Yo también -dijo acariciando mi cabello.

-Temo, despertarme y... -dije mientras suprimía otra lágrima que amenazaba con escaparse -Y... ya no volver a verte.

-Eso no pasara, Lo prometo -dijo segura. Con una seguridad, que aunque no me convenció del todo, me dio la suficiente confianza como para dormir esa noche.


Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora