Hace algunas semanas que llegamos de Italia, las cosas con Jade no pueden estar yendo mejor. En absoluto ahora siento como si ya no tuviera ninguna enfermedad y todo en mi vida fuera pura felicidad, pasamos nuestra luna de miel en un pequeña isla al lado de Florencia, mientras Sasha y Lauren viajaron a Milan para la suya.
Estoy en la universidad justo ahora, mientras Jade trabaja. Supongo que después del paraíso viene la realidad, quise quedarme toda la vida en aquel lugar con Jade, pero tenemos responsabilidades que atender, ademas según la señorita Charles es posible que dentro de un mes nos entreguen a los que serán nuestros nuevos hijos. Amelia y Louis anhelo tanto el momento en que me los entreguen.
-!!Hey Perrie¡¡ -voltee rápidamente encontrándome con esa melena rulosa de mi amigo.
-Nick... ¿Que pasa? -pregunte al verlo agitado.
-Parece que me metí en problemas otra vez...
Fruncí el ceño y me acerque tomando su rostro entre mis manos, su ojo izquierdo estaba hinchado y su labio sangraba, lo mire y podía notar el temor y extrema vergüenza que sentía.
-¿Quien te hizo esto? -dije entre dientes.
Hace algún tiempo después de que lo conocí me entere de que es acosado constantemente por algunos idiotas que se creen mejor que todos aquí, nadie hace nada para evitarlo ni siquiera el pero yo no dejare las cosas así. No después de lo que le han hecho.
-Ya sabes... Michael y sus secuaces -dijo entre risas. Lo mire mal e hice que caminara con migo por el pasillo -¿A donde vamos?
-A la enfermería...
-Espera...
-Basta, necesitas que alguien te cure esas heridas -dije sin dejarlo rezongar -Ademas la siguiente clase es economía mixta y tenemos parcial, así que deja de balbucear.
-NO, Perrie¡¡ -dijo deteniéndose -No ves que si alguien se entera me ira peor...
-Yo lo se -dije irónica -No puedes dejar que te sigan haciendo esto, ya eres un hombre hecho y derecho.
-Eso lo se a la perfección, no tienes porque recordarme lo perdedor y fracasado que soy.
Bufe molesta y hice que se sentara en una de las bancas al costado el pasillo. Tome su rostro entre mis manos y sonreí de medio lado, acomode su cabello hacia un lado y hice que me mirara fijamente.
-No eres un perdedor... Ni mucho menos un fracasado -dije tomando su mentón -¿No ves todo lo que has logrado?... Estudias una gran carrera y tienes uno de los mejores puntajes académicos eso no ha podido lograr Michael ni nadie que sea un perdedor como tu dices...
El sonrió de medio lado y me miro tierna mete.
-No se que haría sin ti Perrie -dijo haciendo que sus ojitos brillaran de la manera mas dulce.
-Yo tampoco... -dije entre risas, el negó e imito mi acción -Vamos, si no quieres que te lleve a la enfermería entonces déjame lavarte esas heridas a mi.
Finalmente asintió, rendido.
Fui a la enfermería pidiendo Alcohol y algunos algodones con la excusa de que los necesitaríamos para un proyecto en química, la enfermera accedió y yo corrí nuevamente a la banca donde el seguía esperándome.
Limpie esos golpes con sumo cuidado, veo a Nick como un hermano menor, el es tan adorable y en definitivo no se merece nada de lo que le pasa.
Las clases pasaron mas rápido de lo que pensé, pero estaba nerviosa. Por alguna extraña razón, me sentía inquieta y podía sentir una constante obstrucción en mi pecho, decidí no ponerle demasiada atención, últimamente me pasa mucho.
Salí al estacionamiento ya empezaba a oscurecer, decidí quedarme hasta tarde para adelantar algunos trabajo semestrales, no me importa que tal vez no me llegue a graduar por mi maldita enfermedad. Quiero vivir una vida normal sea como sea, ademas con el tratamiento y con las medicinas que he tomado me siento muy bien.
Subí al auto, conduje despacio no tenia prisas. Pero esa sensación de que algo andaba mal seguía en mi cabeza, llegue al complejo de apartamentos. Subí por el asensor hasta el departamento y no había rastros de Jade por ningún lado, por lo general cada vez que llego ella esta cocinando o ya ha llegado del trabajo. Decidí no darle mucha importancia, tal vez solo le pidieron que se quedara hasta tarde, fui hasta la cocina donde tome un café helado. Comí algunas galletas y tome mi celular para mensajear a mi esposa.
''Amor ya estoy en casa ¿Donde estas? me preocupas''
No recibí respuesta alguna, y me estaba empezando a inquietar. Decidí llamarla, el desespero se empezó a galopar desde la punta de mis pies hasta mi cabeza, se iba a buzón y yo solo maldecía por lo bajo.
-Mierda Jade, ¿Que ocurre contigo? -dije para mi misma, al ver que mis otros intentos por comunicarme fueron en vano.
De pronto el sonido estruendoso del teléfono me hizo salir de mis cavilaciones, corrí hasta donde se encontraba y lo tome entre mis manos.
-¿Pez?... -la voz entrecortada de mi madre hizo que el estrés empezara a abordarme.
-Si mama... ¿Pasa algo? ¿Sabes donde esta Jade? -Pregunte ansiosa.
-Perrie...
-¿Mama? -dije desesperada -Por un demonio dime algo¡¡¡
Entonces pude escuchar el sollozo gutural que ella esbozo, abrí mis ojos espantada ¿Estaba llorando? ¿Porque mierda estaba llorando?
-Pez... Jade acaba de sufrir un accidente...
Me quede estática, sintiendo como el aire empezaba a fallarme, las lagrimas se asomaban curiosamente por mis ojos dejándome un ardor en la parte posterior de mi garganta formando un nudo que amenazaba con ahogarme.
-¿Que? -dije en un hilo de voz.
-Amor, esta en el hospital central, aparecer iba en el auto de una de sus compañeras de trabajo... Entraron mal a una curva muy peligrosa y al parecer fue grave... -entonces su voz se quebró.
-¿Tu estas allá? -dije ansiosa, ella se tardo algo en responder.
-No, me acabaron de avisar... Voy en camino, amor te veo allá.
Tire el teléfono como pude, y tome las llaves que se encontraban sobre la mesa, salí disparada rezando porque estuviera bien. Ella debe estar bien, ¡¡¡ POR UN DEMONIO!!!
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Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~
Hayran Kurgu¿Qué tanto estamos dispuestos a entregar por amor? La respuesta a esa pregunta puede ser muchas veces desalentadora, menos para este par de hermanastras, quienes estaban destinadas a amarse mucho antes de que la vida les diera la oportunidad de junt...