CAPITULO 18

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-Lista. –contesto, sin parar de sonreír. Amaba verla así. Feliz, radiante, llena de luminosidad, ¿Cómo es que me enamore así de Perrie?

No dije nada más, estaba muy ocupada deseando quitarle esa corta falda. Se le veía muy bien. Sin embargo yo ahora preferiría tenerla sin nada puesto. La sola idea hizo que relamiera mis labios.

-La cuidas bien, Linda –la voz irónica de Sasha retumbo mis oídos, le sonreí falsamente mientras la miraba mal

-Esta claro que lo hare mejor que tu –dije sarcástica, ella sonrió y revolvió los ojos

-Eso lo veremos... Jadey –decidí no contestarle. No quería amargar este momento.

Tome a Pez de la mano en dirección al estacionamiento, no quería ir a casa. Eran aproximadamente las 3:00 Am y no pretendía llegar a escuchar los reclamos de Mama, tampoco quería que Perrie se topara con el tal ''Carlos''. Y hablando de eso, debo comentárselo. Tal vez ella ya lo sepa.

-Que fue lo que paso con tu amiguita? –estaba intentando concentrarme en el camino, pero me fue imposible con esa pregunta. La mire, parecía tensa, y enojada a la vez. Y eso lo entiendo a la perfección, no sé qué habría hecho si encuentro a Perrie sobre una mesa apunto de tener sexo con otra chica.

-Tuve que dejarla en el Pub –una corta pero precisa respuesta. Rio ironica.

-Porque? –estaba intentando sacar palabras de mi boca, de las que luego me arrepentiría. Pero necesitaba decirle, necesitaba contarle las verdaderas razones.

-Porque, así lo decidí –bufo molesta por mi respuesta. Impotente por no recibir de mi parte el tratamiento que ella merece.

-Si no me ibas a decir la verdad, ¿para que me hiciste irme de casa de Sasha? –esa pregunta era crucial, pero tampoco la podía responder sinceramente.

-Porque no me gusta que estés con ella –era cierto, no me gusta ni en lo más mínimo. Suena egoísta, pero es lo único sincero que me he podido decir en los últimos días a mí misma. Cruce hacia la derecha en un enorme parque, necesito hablar con ella, en un lugar. Solo, pero sobre todo tranquilo.

-Para que me traes aquí? –pregunto, viendo encantada el hermoso lago, que estaba delante nuestro. La mire con una sonrisa. Estire mi mano esperando que la tomara, con algo de desconfianza pero la tomo.

-Jade –dijo en mi oído, mientras yo pasaba un brazo por su espalda.

Abrazándola. Sintiéndola mía, recostó su rostro en mi hombro, mientras entrelazábamos nuestras manos, recordé que todo podía ser perfecto. Todo puede ser absolutamente perfecto, si la tengo a ella. Eso es lo único que necesito para subsistir.

-Dime –respondí mientras besaba su cabello, se recostó sobre mi tronco, cayendo directamente hasta mis pantorrillas.

-Podrías cantarme un poco –pregunto ilusionada, suspire pensando. Hace mucho de mi boca no sale ni una lírica, pero lo tenía que hacer. Por ella, la música era lo único que habíamos sentido nuestro desde el principio.

-Que quieres que te cante? –mi voz más delicada, más dulce que nunca. Solo por el momento tan especial que estábamos viviendo. Ella y yo, todo era jodidamente perfecto.

-Good enough –respondió rápidamente. Sonreí, aquella canción que escribimos juntas. Nos encantaba cantarla, era tan fácil de sentir, pero tan difícil de transmitir.

Termine de cantar con una sonrisa al verla, enfrente de mí. Podía ver sus hermosos ojos iluminados, sabía que la alegraba recordar esos tiempos tan cortos pero tan bellos que vivimos juntas. Beso mis labios, dulce y fuerte.

Realmente No Te Merezco ~. ||Jerrie Thirlwards ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora