7. Maldito Karma

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Desconocido:

"Pues Peter, obviamente"

Resoplo, me voy a la lista de contactos y lo agrego.

-Pesado:

Ya veo, como soy Peter no vas a responderme.

Respondo sin darle importancia y me coloco en la cama boca arriba con el móvil encima.

-Yo:

Es lo que pretendía hacer. A veces puedes llegar a ser listo y todo.

-Pesado:

Perfecto, cada vez me caes mejor.

-Yo:

Ah, qué interesante.

-Pesado:

Borde.

-Yo:

Pesado.

-Pesado:

Antipática.

-Yo:

Pesado.

-Pesado:

Veo que no encuentras más insultos para mí. ¿Es algo parecido a un halago?

-Yo:

No, Pesado.

-Pesado:

Deja de llamarme así, resulta cansino.

-Yo:

Es que así es como te tengo agregado, Pe-sa-do.

Sonrío satisfecha al ver que tarda en responder.

-Pesado:

Ah. Y yo que te tenía puesto Em.

-Yo:

No somos amigos, ¿por qué tendrías que llamarme así?

-Pesado:

Buenas noches, Emily.

Decido no contestar. He sido muy borde con él, sí, pero ¿qué pasa? Es él el PESADO. Que me deje en paz. Seguramente le resulte divertido o interesante hablar con "la chica que no quiere enamorarse". Resoplo. No sería el primero. Además, no está tan mal que diga lo primero que piense (a veces, claro). Lo hago, y es divertido.

Ni siquiera me he parado a preguntarle a Peter cómo ha conseguido mi número, pero es más que obvio. Maldita Rose. Con tal de ligar...

Después de un buen rato pensando en todo, me quedo dormida arropada por las mantas más suaves que he "sentido" en mi vida y en una cama extraordináriemente cómoda. Ojalá la casa de la chica con la que me han puesto sea algo parecido. Sé que no puede ser, pero hay esperanzas.

Oh, me olvidaba. Siempre me equivoco.

****

Hace un calor sofocante. Por mucho que nos lo hayan explicado sigo sin entender por qué hemos venido tan temprano. Vinimos hace media hora, y todavía faltan quince minutos para que lleguen nuestros compañeros americanos. Hoy nos vamos a las casas de los alumnos que nos toquen. Hay un rumor de que hay unos ricos entre ellos. Sinceramente, espero que me toque alguno.

- Bueno chicos -dice el profesor Antonio haciendo que prestemos atención- os voy a ir diciendo los nombres de vuestros compañeros y, un poco para que os vayáis situando, el número de la casa en la que vivís. Es un pueblo muy pequeño así que... no será fácil perderse.

Me niegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora