Creo que fue por cómo me sonrió ese día. Era a penas un crío pero, aún así, sentí que me había enamorado. Mientras crecíamos, nos hacíamos más cercanos. Hasta le caía bien a su madre. un día, cuando teníamos diez años, me dijo que estaba molesta por los rumores que decían que yo y ella nos gustábamos mutuamente. Nunca creí que el dolor que sentí esa vez podría volver a repetirse. Me dije: "Esperaré", y me lo volví a repetir mil veces más.
La quería, y ella me quería, pero no de la misma forma.
La quiero, pero ella ya se ha enamorado de otro.
He salido con cientos de chicas con el único fin de no seguir enamorado de ella: la chica rubia que me llamaba caballito, la que se reía por todo pero hacía que la gente pensase que era seria, la que usó sus medias para tapar la herida que me hice al caerme de un árbol, la que se empeñó en que aprendiese a nadar, la que me guiaba a todos lados... la que me robó el corazón.
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Me niego
Teen Fiction- Enamorarse es de idiotas -aclaro como si fuese obvio-. - Enamorarse no es de idiotas. Tener miedo es de idiotas. Y eso es lo único que tienes tú ahora. ¿Cuánto puede cambiar a una persona en un solo viaje?