12. El reto.

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Es sábado. No hay instituto. De hecho, no habríamos podido ir al lago por la mañana si hubiese habido...  Me entristezco al recordar lo ocurrido. Han pasado por lo menos cinco horas, y todavía no hemos hablado. Es ya entrada la tarde. Estamos en casa, todos en el sillón. Yo estoy tumbada en el más grande, ya que...bueno ya que soy la más vaga. Cojo el móvil y envío un mensaje a Maggie.

Yo:

Peter casi me besa.

No se me pasa por la cabeza informarle a Tom porque.... bueno porque sé que se enfadaría bastante. La respuesta de mi mejor amiga me llega al instante.

Maggie:

¿CÓMO? Espera, whait, cómo que CASI te besa?!

Yo:

No sé, eso me dijo él. Al final simplemente me abrazó.

Maggie:

¿Dónde? ¿Cuándo? ¿A qué hora? ¿Qué día? ¿Por qué?

Me río por lo bajo.

Yo:

Bajo el agua del lago. Hoy mismo. No sé a que hora, no sé ni cómo pretendes que me acuerde. Hoy. Porque... no sé, pregúntale a Peter.

Tarda en responder, así que le mando otro mensaje.

Yo:

Era broma, ni se te ocurra preguntarle a Peter.

Maggie:

Tarde😱

Resoplo. No hay quien pueda decirle nada.

Yo:

¿Qué ha dicho?

Maggie:

Le he preguntado por qué CASI te besa y me ha dicho justo esto: Porque sé que ella no quería que lo hiciese.

Bueno, en ese aspecto, más o menos.... tiene razón. ¿Entonces por qué está molesto?

Lo miro, con el móvil en la mano escribiendo algo a alguien que seguramente no conozca. Está fuera de cualquier alcance. ¿Acaso lo conozco? En tan poco tiempo...

Le escribo un mensaje.

Yo:

¿Hay alguna posibilidad de que no lo haya fastidiado yo esta vez?

No responde.

De hecho, no responde en todo el día, y ya le he cogido un asco infinito al tic azul que me restriega que he sido marginada. No lo vuelvo a ver coger el móvil.

***

Ha pasado un día. No hemos hablado todavía.

- Chicos, ¿podríais ir al supermercado a comprar pan? -nos pregunta la madre de Violet y Patrick- no queda absolutamente nada.

Les decimos que sí y nos vamos a vestir, ya que no nos hemos quitado el pijama porque hace una hora solo que nos hemos despertado. Entonces Violet pega un gritito.

- Ya sé -dice levantando la mano y chasqueando los dedos.

Se acerca a su hermano y le susurra algo en el oído. Este sonríe con malicia

OH, OH.

Asiente y Violet vuelve a hablar.

- Ir vosotros dos a por le pan.

Me quedo extrañada.

- ¿Por qué nosotros? -pregunto.

Se encogen de hombros y suspiro.

Me niegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora