- No me lo reproches, esa chica es idiota -insiste Maggie.
- No hacía falta que la insultases como ella ha hecho conmigo -respondo.
Es viernes, lo que significa que solo quedan dos días de falseo. Rose se me acercó en la clase de biología y empezó a acribillarme a preguntas de nuevo. Después de que no se las respondiese, por... simplemente porque no quería, empezó a insultarme. No voy a especificar qué insultos. Supongo que su parte mala hizo una aparición un poco patética. Lo único que hice fue reírme. Entones Maggie contraatacó y la insultó también. No puedo negar que me hizo sentir bien, pero.... nunca había visto a Rose llorar. Hoy la he visto, y ha sido gracias a mí. Perfecto.
- Bueno, no tienes que culparte de nada -me dice dándome un codazo- he sido yo la que la ha insultado.
Me encojo de hombros. Desde que le dije que no sabía si me gustaba Peter ha estado todo el día mirándome. Pesada. Pesada. No entiendo por qué tiene que ser tan empalagosa. Si le gusta Peter... pues mira, bien por ella, pero que a mí me deje en paz. Ya he vuelto un poco a la normalidad. Supongo. Estar con Peter me cuesta menos. No creo que me guste. No sé qué debería sentir para que eso sucediese. La verdad...
- No te enfades, ¿vale?- dice Maggie sacándome de mis pensamientos.
- Ya, ya. -digo automáticamente.
Sonríe y pasa su brazo por mi hombro. No le cuesta nada, ya que me saca unos centímetros.
- Bueno, vamos a ver a tu príncipe azul.
Dicho esto, me "arrastra" hacia donde están hablando Peter, Violet, Patrick, un chico y otra chica más. Cuando llegamos al círculo, Violet nos presenta.
- Emily, Maggie, estos son Emma y Harry -nos dice señalando a los nuevos.
Asentimos.
- Hola.
-Hola.
El chico que se hace llamar Harry tiene el pelo rubio bien cortado. Sus ojos son marrones. Es bastante alto. De hecho, unos centímetros más alto que Peter. Es guapo, sí, supongo que podría salir con cualquier chica y que esta se pondría a dar saltos pero... no me parece tan "wow". Me sonríe cuando lo miro. No sé que hacer al respecto, así que no le devuelvo la sonrisa. Calculo más o menos que tendrá la edad que Peter.
La chica, Emma, tiene el pelo castaño y unos ojos verdes preciosos. Unos ojos verdes que me suenan bastante. Tiene muy buen cuerpo, curvas donde debe ser y plana donde también debe. Sonríe, y no puedo evitar también hacerlo yo.
Me quedo mirando sus ojos. Entonces miro a Peter, y luego a ella, y luego a Peter. Tienen los mismos ojos.
- Sois hermanos -digo medio susurrando.
- Qué lista -comenta Peter con sarcasmo.
Le saco la lengua con cara de asco. Emma se ríe.
- Qué monos sois -dice.
Frunzo el ceño.
- Peter no tiene nada de mono -digo mintiendo un poco.
Este alza las cejas y se ríe.
- Además -dice Peter- no estamos saliendo.
Asiento en aprobación. Emma nos mira con los ojos abiertos como platos.
- Pero si yo he oído que....
- Es una prueba.
- Es una prueba.
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Me niego
Teen Fiction- Enamorarse es de idiotas -aclaro como si fuese obvio-. - Enamorarse no es de idiotas. Tener miedo es de idiotas. Y eso es lo único que tienes tú ahora. ¿Cuánto puede cambiar a una persona en un solo viaje?
