19.- Él no es gay.

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Cuatro días después de la fiesta -o como a Jules le gustaba llamarla: "Intento fallido de Proyecto X"-, Sophie, Julian y Jesse se encontraron en el aeropuerto

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Cuatro días después de la fiesta -o como a Jules le gustaba llamarla: "Intento fallido de Proyecto X"-, Sophie, Julian y Jesse se encontraron en el aeropuerto.

Finalmente el irlandés había decidido que su estadía en aquél lugar tenía que terminar y eligió abordar el primer vuelo a Irlanda que encontrara. Y ahí estaban, esperando a que ese vuelo fuera anunciado y tuvieran que despedirse.

—Jules, sabes que puedes quedarte aquí, ¿no? —comentó Jess sentado a un lado del chico en la sala de espera—. Sólo es una sugerencia, claro.

—Lo sé, lo sé. Pero realmente tengo que irme, Jess. Es un tema complicado —suspiró y sonrió levemente—. Procuraré volver pronto. Las fiestas aquí son espectaculares.

—Me siento ofendido en este momento —se quejó el castaño llevando una mano hacia su pecho y haciendo una mueca de sufrimiento.

—Eres una reina del drama —señaló Sophie y ellos rieron.

Entonces anunciaron el vuelo de Julian. Era momento de las despedidas.

—Es hora —murmuró el mismo y los tres se levantaron de sus asientos. Jess fue el primero en decir adiós.

—Te echaré de menos, amigo. Vuelve a visitarnos pronto, ¿de acuerdo? —rio suavemente y chocaron los puños antes de fundirse en un abrazo.

Sophie, quién estaba a un lado de Jess mirándolos despedirse, se dio cuenta de algo en ese momento. No estaba realmente segura de que fuera normal que Jules cerrara los ojos al abrazar a Jesse, ya que ella solía hacerlo todo el tiempo y era porque estaba enamorada de él.

Entonces, el abrazo entre los chicos terminó y logró notar la rápida mirada que Julian le dedicó a Jess. Cómo si él fuera quien pone las estrellas en el cielo; cómo si él fuera el único hombre del universo; cómo si no hubiera nadie más perfecto que él. Probablemente la misma mirada que había en su propio rostro cada vez que ella lo miraba también.

Sophie lo sabía ahora. Julian Teller estaba irremediablemente enamorado de Jesse Morrison... y se estaba yendo porque amarlo le dolía demasiado.

—Señorita Middle —dijo el irlandés sonriente al dirigirse a ella, pero en cuanto notó la expresión en el rostro de la chica su sonrisa desapareció—. Oh...

Había sido descubierto.

—Jules —consiguió decir después de un momento—. Jules... cielos, Julian... yo... y tú... y... no lo sabía, lo siento tanto —comenzó a balbucear.

—Uh, Jesse; ¿te importaría darnos un minuto a solas? —le pidió al chico del que estaba enamorado—. Parece que nos vamos a poner sentimentales por aquí.

—Seguro. Iré a conseguir galletas, o lo que sea —hizo un gesto con sus manos y se alejó de ellos.

— ¡Jules, lo siento tanto! No tenía ni idea y... —habló atropelladamente hasta que él la interrumpió.

—Tranquila, nena. Está bien. No es tu culpa; no es culpa de nadie. No sucede nada, Soph, en serio —sonrió levemente—. Ambos sabemos que irme es lo mejor.

—Si hubiera sabido, podría haber hecho algo...

—Sophie, no hay nada que hacer. Él no es gay —se encogió de hombros—. Eso es algo que sólo Jess puede decidir, nadie más. Pero está bien. Eventualmente todo estará bien —ella suspiró y negó levemente con la cabeza.

—Lamento que tengas que marcharte de esta manera. En estas circunstancias —murmuró sombría.

—Yo también lo hago. Pero es lo que tengo que hacer. No estoy siendo feliz estando enamorado de él. El amor no correspondido es una total perra y ya no puedo manejar la situación. Estoy en el límite —admitió y bajó la mirada.

—Lo siento —volvió a decir Sophie y Jules la miró.

—Deja de disculparte, tú no tienes la culpa de nada, ¿bien? Eres una gran amiga, Soph. Quiero que sepas eso. No me molestó en absoluto que tú también estés enamorada de él. No podría haber pensado en otra persona más adecuada para estar con Jess que tú —y cuando vio que ella estaba a punto de interrumpirlo, agregó—. Sí, ya sé que sólo es tu amigo. Por favor, dejen de repetirlo todo el tiempo, ya todos lo entendimos.

—Eres insufrible, Julian Teller —dijo sonriendo levemente. Él soltó una carcajada y la abrazó.

—Lo sé, Sophia Middle. Lo sé —murmuró—. Sé buena, ¿sí?

—Eso debería decir yo. No te metas en problemas, Jules —el chico se encogió de hombros.

—No prometo nada —deshizo el abrazo y suspiró mientras pasaba una mano a través de sus negros rizos—. Soph, cuídalo por mí, por favor.

—Lo haré —aseguró con los ojos cristalizados. Ahí fue cuando Jess volvió y Jules tomó sus maletas.

—Los veré pronto, chicos —asintió hacia ellos y ellos sonrieron—. Gracias por las increíbles vacaciones.

— ¡Te queremos, Jules! —exclamó ella y él sonrió antes de finalmente irse sin mirar atrás.

*

—Extrañaré a Jules —murmuró Jess pensativo mientras caminaban por el centro de la ciudad.

—Yo también. Él es una persona increíble —suspiró.

—Sigo sin entender por qué se fue. Podía quedarse aquí con nosotros —se encogió de hombros.

—Creo que es algo que Julian necesitaba hacer —agitó la cabeza.

—Espero que podamos verlo pronto. Entonces... ¿lista para la boda de Max y Alicia? Sólo faltan un par de días.

—Ni un poco —negó con la cabeza.

—Será divertido, ya verás.

—Eso espero —sonrió.

*****

canción al principio: lost boy, de 5 seconds of summer.

franky xx

"Casi" nunca es suficiente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora