Promesas del Mañana

Capítulo IV

Tonny y yo empezábamos a compartir con mas frecuencia y algo que me gustaba mucho es que el tenía más experiencia que yo en muchas cosas y siempre podría aprender de El.

Una tarde mientras regresábamos de caminar por el parque, me confeso que yo le gustaba desde hace mucho tiempo, pero no se atrevía a acercarse por la diferencia de edad, hasta que se dio cuenta que no dejaba de pensar en mí y tenía que enfrentar su temor de ser juzgado por la sociedad.

Para mi fue algo increíble, como una chica como yo podría gustarle a un chico como el, pero así es la vida, esta llena de cosas inesperadas. Desde ese momento nos hicimos novios, al principio a mi mamá no le agradaba mucho porque era mayor que yo y pensaba que no era indicado para mi, pero termino aceptándolo, por otra parte yo le caía muy bien a su familia y eso era algo muy bueno, en su casa siempre era bienvenida.

Tonny era el chico perfecto para mí, con el me sentía tan a gusto, tan segura tan amada, lo que sentía por el no era un simple gusto, se que dirán que a los 17 años no se puede ni se sabe amar, pero definitivamente yo amaba a Tonny y el me amaba a mí.
Más que novios eramos amigos y ese era el secreto de nuestra relación, ser amigos.

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Aún recuerdo nuestro primer beso, fue un mes después de ser novios y casi dos meses después desde aquel 14 de junio donde nos conocimos.
Todo sucedió como siempre lo imagine, a pesar de no ser mi primer beso y tampoco el primer beso de Tonny, por mi parte puedo decir que si fue el primer beso de amor verdadero.

Fue una tarde cuando regresábamos a mi casa, lo había acompañado a la universidad para entregar una investigación y así terminar su semestre.
En serio moría por besarlo, y fui yo quien decidió que ese día probaría los labios de Tonny. Estábamos al frente de mi casa despidiendonos, el me dio un beso en la mejilla como de costumbre y se dio media vuelta para irse, pero yo lo tome del brazo para detenerlo y estampe mis labios contra los suyos, definitivamente fue el beso mas dulce y mas sincero que he dado en mi vida.

Ahora que lo recuerdo también fue chistoso, yo usaba un vestido corto y zapatillas rojas, el vestía un pantalón sencillo y una camisa a rayas.
Tuve que montarme en los zapatos de Tonny para poder alcanzarlo, y el puso sus manos en mi cintura para que no perdiera el equilibrio, después de aquel beso solo nos reímos pues fue inesperado un poco tosco pero sobre todo porque deje en evidencia mi baja estatura.