Capítulo XXX

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El día anterior cuando salia de clase y me disponía a ir a mi apartamento, una fuerte lluvia empezó a caer, trate de esperar que bajara un poco pero eso nunca ocurrió, cuando al fin decidí salir era muy tarde a esa hora ya no había transporte publico, pensé en llamar a alguien que me hiciera el favor de venir a recogerme, pero al sacar mi teléfono, este se encontraba sin cobertura. Lo se, mi suerte es de lo peor, por mas que trate de evitarlo, esa noche me iría caminando hasta mi hogar con la lluvia cayendo sobre mis hombros pues esa mañana había olvidado el paraguas sobre la mesa.

Así que no me sorprendía que el día de hoy, mis ojos amanecieran hinchados, mi nariz fuera un festival de moco, mi garganta doliera hasta mas no poder y mi voz fuera áspera y pesada.

Para ese día había planeado salir con Tannia a recorrer unas tiendas, pero mi cuerpo dolía como si un camión hubiera pasado sobre mi unas mil veces, tome mi teléfono y le escribí que no pasara por mi, que en serio lo lamentaba pero mi salud no era la mejor, me respondió que podríamos dejarlo para otro día y deseaba mi recuperación.

A la media hora, recibí un mensaje de Tonny, donde escribía que su hermana le comento que me sentía muy mal, le dije que no era nada, que no me sentía tan mal, aunque fuese mentira no quería molestar.
Me respondió que el sabía cuando estaba mintiendo incluso por mensaje, dijo que pasaría por mi apartamento cuando saliera de su guardia y me traería algunas cosas, no respondí solo me quede allí acostada en mi cama, viendo el techo de la habitación.

∆°∆°∆°

Unos golpes en mi puerta hicieron que me despertara, abrumada por lo golpes salí a ver de quien se trataba.
Al asomarme por el hoyito de la puerta supe que era Tonny, le dije que esperara un poco, fui corriendo a mi habitación, lave mi cara, recogí mi cabello y escondí mi tonta pijama de estrellitas bajo un suerte rojo que me quedaba holgado. En serio trate de verme lo mejor posible, pero todos mis intentos fracasaron, ese día parecía un zombie y nada podría cambiarlo.
Al abrir la puerta me encontré con su sonrisa.

>>Vaya en serio te ves muy mal, oh lo siento no quise decir eso, no te ves tan mal, bueno no te ves mal, te ves enferma, olvidalo.. ¿como te sientes?

-Lo siedto por verme tan bal, do es mi cudpa.

Veía como una sonrisa, se formaba en su rostro. Odiaba hablar así ¿acaso se estaba burlando de que estuviera enferma?

>>Traje algunas cosas para ti, compre este té que es muy bueno para el resfriado y algunas verduras para hacerte la sopa mágica de mi abuela, con eso quedarás como nueva.

Era lindo todo lo que estaba haciendo por mi, le di un beso en la mejilla y lo invite a pasar.

-Be parece perfecto, solo do incendies mi casa.

Vuelve a reír y yo hago una mueca con mis labios.

>>Lo siento es que es gracioso escucharte hablar así.

∆°∆°∆°

Veía cocinar a Tonny y se que no debería pensar en esto, pero se veía muy sexy, la camiseta negra que llevaba ese día le quedaba muy bien y le hacia lucir sus atributos, la forma en que me trataba era increíble y cada vez que nuestras miradas se cruzaban el me regalaba una sonrisa.
En serio tenía razón, ese té junto con la sopa que me había preparado, me hicieron de lo mejor, puesta la tarde me sentía con mas energía pero el se negaba a dejarme sola, decía que en cualquier momento podría necesitar algo más. Para pasar el rato decidimos ver una película, Tonny sacó el pequeño televisor que tenía en mi cuarto y lo coloco en la sala para así poder sentarnos en el sofá del apartamento.

Al principio era interesante, pero luego sentía como mis ojos se sentían pesados y poco a poco se fueron cerrando.

Al despertar me encontré a un Tonny que también dormía, y la televisión pasaba los créditos de la película, me di cuenta que Tonny y yo estábamos muy cerca, prácticamente yo dormía sobre el, a pesar de que se sentía muy cómodo, trate de moverme para encontrar mi teléfono y ver la hora, ya eran las 11pm, así que lo desperté, debia irse a su casa.

Al final, toda mi mala suerte del día anterior, resulto ser muy buena...

Promesas del MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora