Capítulo XXXVII

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Esa noche había despertado, después de todo derrumbarme frente a el no había sido mala idea, mis lágrimas le hicieron entender cuanto lo necesitaba.

Al despertar su voz era frágil y áspera, empezó a preguntar que había pasado y cuanto tiempo estuvo allí, no podría explicarles lo que sentí en ese momento fue como si la alegría hubiera vuelto a mi cuerpo, no pude contenerme y empece a dejar besitos por todo su rostro, el solo reía y hacia bromas de que sin duda el me había echo mucha falta, mi Tonny estaba de vuelta y yo era la mujer mas feliz del mundo.

Los doctores empezaron a explicarles lo sucedido y todo lo que tenía que hacer para recuperarse pronto, mañana podríamos volver a casa y yo estaba ansiosa de poder cuidarlo, Tonny nos hizo pasar un gran susto pero una vez mas salimos adelante ante esta adversidad.

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Ya en casa Tonny empezaba a recuperarse, algo que me gustaba de el era que dejaba consentirse, nunca ponía peros si lo llenaba de besos, nunca se quejaba si lo abrazaba y me pegaba de el como un chicle y eso me enamoraba mas de el, porque yo no quería a mas nadie, lo quería solo a el.

Narrado por Tonny:

Unos días luego de haber salido de la clínica, veía como Carla se preocupaba por mi, era fascinante ver el amor con el que hacia las cosas, yo estaba sentado en la sala del apartamento y ella se acercaba con un vaso y la medicina que me tocaba en ese momento, algo tan sencillo ella lo hacia llena de gracia, sus ojos me miraban y podía ver una mirada llena de ternura y amor, en ese momento me prometí que la protegería con mi vida y haría incluso lo imposible para que su sonrisa y esa mirada tan angelical nunca se borrara de su rostro.

Justo en ese momento comprendí que era el ser más afortunado de este mundo, la vida me había dado una nueva oportunidad y me permitía vivirla junto a la mujer que amo, en ella lo encontraba todo no me hacia falta nada.
Crecí en un buen hogar y agradezco a mis padres por la educación que me dieron, por enseñarme a creer en el amor, por enseñarme a respetar cuidar y amar a una sola mujer, siempre supe que quería construir una familia y entablar una buena relación con alguien, pero esto era más que bueno era perfecto.

Cuando tome mi medicamento la hice sentarse en mis muslos, quería observarla, guardar cada uno de sus rasgos en mi memoria, empecé a acariciar su espalda y ella tocaba mi cabello.
Así que esto se sentía estar enamorado, esto era ser feliz.

Vente a vivir conmigo.-solte así sin mas, sus ojos se abrieron con sorpresa, no se esperaba esa proposición.

¿Quieres que me venga a vivir aquí, contigo? -Note cierta inseguridad pero a la vez emoción en su voz.

Si vente a vivir aquí, ya no quiero que vengas entre semana, o yo ir a tu departamento en mis días libres. Quiero que vivas aquí, quiero que esto deje de ser mi apartamento y sea nuestro apartamento, no te preocupes, podemos ir a comprar algunas cosas rosas y las velas de vainilla que tanto te gustan.

No me gusta el rosa, pero si las velas si son necesarias esas me encantas, pero estas seguro de esto, ya sabes tu y yo, vivir juntos.

Por su puesto que estoy seguro, si no no lo hubiera dicho, quiero que vivamos juntos, si vamos a ser pareja hagamoslo bien.-Nunca había estado tan seguro, la quería a mi lado no tenia ninguna duda.

Esta bien, así podre cuidarte mejor, mañana empezaremos la mudanza.

Promesas del MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora