Capítulo XIII

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*Febrero 2011*

Era una noche de ese mes que todos dicen ser el mas hermoso, por ser el mes del amor, para mi definitivamente no fue hermoso.

Aun lo recuerdo claramente, conversaba con Tonny vía skipe, al principio fue como todas nuestras conversaciones, hablando de los estudios, de la vida en Europa, la vida en América del sur.
Todo surgía con normalidad hasta que su tono de voz empezaba a cambiar, me confeso que llevaba algunas semanas saliendo con una chica. Ana, su nombre era Ana, se conocieron porque vivía en el mismo piso del departamento de Tonny, me comento que todo surgió inesperadamente, se encontraban en el ascensor, en la parada del bus, en el cafetín de la cuadra y así surgió esa relación.

Empezó a contarme de como era ella, tenía 24 años (la misma edad de Tonny para ese entonces) alta, delgada, cabello negro a la altura de los hombros y era chef de profesión.
Mientras Tonny hablaba mis ojos empezaban a cristalizarse, tenía unas inmensas ganas de llorar, pero no permitiría que el me viera así, no permitiría que supiera que aun lo quería.

Invente un pretexto para poder desconectarme y apenas cerré la sesión, me tire en mi cama a llorar.

Lo odiaba, odiaba a Tonny por haberse ido, lo odiaba porque ya me había superado, odiaba que tuviera una relación con otra persona.
La odiaba a ella, odiaba a Ana sin siquiera conocerla, la odiaba por vivir en el mismo piso que Tonny, la odiaba porque ella era su novia y no yo, la odiaba por su hermosa figura, no se supone que los chef deben ser gordos, pues ella era flaca y hermosa y la odiaba por eso.
Pero más me odiaba a mi, me odiaba por creer que Tonny aun me amaba, me odiaba porque claramente estas lágrimas me confirman que aun lo quería como la primera vez, me odiaba por ser tan débil, por dejar que el tuviera el poder de destruir mi corazón una vez mas.

∆°∆°∆°

Es increíble, a veces las personas que menos pensamos, son las que están con nosotros cuando mas lo necesitamos.

Aaron, cuantas veces lo rechace, cuantas veces le dije que no sentía nada por el, cuantas veces le dije que me dejara en paz. Quien lo diría, tan mal que me porte con el, e igual estuvo allí para mi cuando sentía que mi mundo se desmoronaba.

Mas de una vez llore en su hombro, por el mismo motivo, por el mismo hombre, por las mismas cinco letras, Tonny.

Aaron nunca dejo de intentarlo conmigo, fue muy paciente, fue el gran amigo que necesite.
¿Y por que no? El podría ser a quien yo necesitaba para olvidarme de una vez por todas de Tonny.
Decidimos darnos una oportunidad, decidimos intentarlo juntos en esto del amor, el sabia mis sentimientos hacia Tonny, pero también sabia que daría lo mejor de mi para que esto funcionara.

Al fin de cuentas si Tonny pudo, yo también podré.

Promesas del MañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora