XXIV. LA HUMILDAD

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¿Te has encontrado en tu vida, con personas que parecen "carteles publicitarios"? ¿Qué lo único que hacen es hablar de sí mismos?, de sus triunfos, aplausos éxitos etc etc...?


En el mundo "light" en que vivimos, estamos continuamente rodeados de personas así, que nunca se detienen a preguntarte: ¿y tú, cómo estás, cómo te ha ido?, y si lo hacen cuando empiezas a responder, te interrumpen para volver a hablar de ellos... Estas son personas que carecen del valor de la Humildad... , son soberbios y orgullosos..


Por otro lado, en este mismo mundo, hay gente en que el cartel luminoso se apagó..., sienten que no valen nada, que son insignificantes como una mota de polvo.., lo de ellos no es ni interesante ni importante...como que piden permiso para vivir..para ser, para no molestar... Ahí nos vemos enfrentados a las personas que, por ser tan excesivamente humildes, han llegado a ser pusilánimes, perdiendo completamente la fe en sus propias capacidades..


El pecado de Luzbel fue creer que él no necesitaba a Dios, que era superior a él.., estaba dominado por su arrogancia... El valor de la Humildad, está directamente vinculado con nuestra relación con Dios.


Santo Tomás de Aquino, en la Summa Theologica, hace las siguientes precisiones.


"En el hombre, hay que distinguir dos cosas: lo que es de Dios, y lo que es del hombre Humildad, tomada en su sentido estricto, es el miedo reverencial por el que el hombre se somete a Dios. Por eso debe el hombre, subordinar lo que hay de humano en sí mismo a lo que hay de Dios en el prójimo. Pero la Humildad no exige que se someta lo que hay de Dios en sí mismo a lo que parece ser de Dios en el otro... Así como tampoco exige que se someta lo humano propio a lo humano de los demás".


Hoy mas que nunca es necesaria la Humildad, para compartir trabajos en grupo, para aprender de los sabios, para enseñar a los que necesitan, para conocer nuestras limitaciones y las de los demas, lo que nos permitirá evolucionar a un mundo mejor..


Los convoco a ponerse una mano en el corazón y a atreverse a ver cuán humildes son!





Definición:


La persona humilde, reconoce sus capacidades, incapacidades,


insuficiencias, defectos, imperfecciones y perfecciones, usándolas


para , hacer el bien, en forma silenciosa, y sin hacer ostentación.



DISVALORES DE LA HUMILDAD:


Pusilanimidad:


La persona vive en una contínua actitud de autoreproche, depreciando su propio ser y sus propios méritos, con una


conciencia de inferioridad y minusvalía.



Soberbia, Orgullo:


La persona soberbia, cree irracionalmente en sus propias capacidades, en cuanto una guía cierta para conducir su vida, desvinculándose de cualquier tipo de ayuda, producto del endiosamiento del propio intelecto.





¿CUÁNTA SOBERBIA, ARROGANCIA HAY EN MÍ?



¿Siento que los demás no me comprenden, porque son unos mediocres e ignorantes?


Las conversaciones de los demás, me parecen tan poco interesantes, que trato de cortarlas lo antes posible, para hablar de cosas que realmente valen la pena?


Me he dado "realmente" el tiempo para conocerme, o siento que eso es innecesario en mí... casi una pérdida de tiempo?


Considero absolutamente innecesario pedir ayuda, asesoramiento, porque creo que no necesito orientación alguna.

Valores Humanos. | Nina BravoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora