XXVII. EL AMOR

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Hemos llegado, quizás al punto más alto y elevado de la expresión valórica en el hombre. La cumbre donde se reunen y se toman de la mano todos los valores anteriormente vistos, para unirse y experienciarse en el Amor.


El amor lo resume todo, ya que al mismo tiempo para amar, tendremos que haber aprehendido todos los valores anteriores.


Es el Alfa y el Omega axiológico, el principio y el término, el todo.


Humildemente queremos aproximarnos a una definición de amor que nos lleve a un punto de partida para nuestras autoreflexiones.


"Amar" es "Dar". ¿Dar qué? Lo mejor de mí mismo. ¿Qué es lo mejor de mí? Mis valores. ¿Para qué? Para lograr el bien mío y el bien del otro.


Por otro lado, "querer" es "pedir" al otro o a mí mismo. ¿Pedir qué? La satisfacción de mis impulsos, necesidades y afectos.


¿Para qué? para la satisfacción sola y exclusivamente de mí mismo.


El amar es generoso: me lleva a ser en el otro dando lo mejor de mí.


El querer es exigente y egoísta: quiero que el otro gire en torno mío, complaciéndome. No le permito ser, no le permito ser libre, lo quiero como un objeto de goce y posesión.



¿AMO Y ME AMO?



1. ¿Cuido de buscar mi bienestar en todo orden: cuerpo, mente y alma, alimentándolo de bien, verdad y belleza, para tomarme en un ser sabio, sereno y equilibrado y así entregar lo mejor de mí?


2. ¿Me doy cuenta que la medida con que me amo, es la medida con que amo a los demás?


3. ¿Tengo como meta, la delicadeza en todo lo referido a mi relación con el otro? Por delicadeza se entiende la finura y refinamiento tanto en la forma como en el fondo de mis acciones.


4. ¿Comprendo que "querer el bien" del otro implica:


Incondicionalidad: el otro no tiene que ganarse mi amor y tampoco temer perderlo?


Merecimiento: yo no sólo deseo que el otro se sienta bien, sino también que le vaya bien en todo, luego le muestro delicadamente el camino hacia su evolución?


5. ¿Al reconocer que todo ser humano lleva dentro de sí una parte de Dios, amo esa parte, busco su bien y me libero de todos mis traumas, sentimientos negativos, etc.?


6. ¿Poseo la honradez y humildad suficiente para reconocer que si yo "no soy" el bien del otro, es necesario dejarlo libre, para que encuentre su propio bien; es decir, tengo que aprender a renunciar al que amo?


7. ¿Amo al otro tal como es, y esto lo demuestro especialmente en sus momentos difíciles, en sus etapas de prueba o de crisis? ¿O mi amor es sólo para compartir los momentos buenos?


8. ¿Tomo decisiones por el otro, aunque sean para su propio bien, sin preguntarle, impidiéndole y discapacitándolo para ser libre, "decidir" o al menos "compartir" las determinaciones comunes?


9. ¿Me doy cuenta que las expresiones del amor son tan distintas, como diferentes y únicos somos todos en este universo, luego siempre intento descubrir en el otro esa luz distinta, esa forma de entregar diferente y no la que yo espero?


10. Al procurar el bienestar del otro ¿soy creativo, ejercitándolo en lo cotidiano, el día a día, hasta la profundidad más íntima de la relación?


¿Si el fin del amor es llegar a ser uno con el otro, acepto que previo a eso hay un "tú" y un "yo" diferentes, que tienen que lograr construir su propio camino de madurez, para así practicar la palabra nosotros?


¿He reflexionado que en toda relación de amor de sexos opuestos (madre hijo - marido mujer - amigo amiga, etc.), siempre voy a encontrar a mi "polo opuesto complementario", es decir, a alguien que por estructura física, mental y espiritual tiene todo lo que yo no tengo y vice-versa, por lo tanto mi tarea es ampliar mi universo, formando con el del otro un "todo armónico"?


¿De qué manera estoy amando en forma concreta a cada manifestación de Dios, que hay en mi planeta?


¿Soy sabio y humilde para aceptar que muchas veces amar significa realmente recibir ninguna retribución, guiándome por la frase "quien más da es el que más recibe"?


¿He desarrollado mi percepción como para darme cuenta de que a veces el amor, me es retribuido por otros canales u otras personas?


¿Cuido y protejo el amor de los que amo y me aman, tratando conciente y voluntariamente de practicar todos los valores acerca de los que hemos reflexionado en este libro?


¿Reconozco que el amor humano, por ser humano es imperfecto, pero que poseo en mis manos todas las herramientas para hacerlo cada día más perfectible y evolucionado?


¿Asumo que cada acto en mi relación Yo-Tú, es elegido por mí, tanto lo bueno como lo malo, luego yo soy responsable de la "forma" y "fondo" que le voy a dar a mi amor?


¿Permito que mi relación de amor sea improvisada, manejada por las circunstancias; o para mí el amor es un "arte", y luego requiere trabajo, perseverancia y constancia para irlo puliendo y renovando junto con el amado?

EPILOGO




Para despedirnos de este encuentro de reflexión sobre los valores humanos, queremos dejarles una tarea:


La creatividad y la ternura, para que junto a lo que los rodean vayan completando cada cuestionario, aportando miles y miles de semillas de luz y sabiduría para la evolución de ustedes, los que aman, el planeta y el cosmos.


Esta es una obra que va a terminar cada uno de ustedes con su sabiduría y originalidad propias. Este libro es un proyecto inacabado, que se va a completar con la partícula divina experiencial que lleva cada uno de ustedes dentro de sí mismos.






¡GRACIAS!

Valores Humanos. | Nina BravoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora