Capítulo 5

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Encierro a Aleisa en un hotel quemado y abandonado que hay en las afueras de la ciudad, mientras ella esta inconsiente la siento en una silla,le amarro muy fuerte las manos,los pies y le coloco un pedazo de ropa en la boca para que no hable.

-Uummm...mmmmhhmmmjj-trata de decir Aleisa abriendo los ojos y moviendo su cabeza haciendo intento de desatarse de donde esta.

Rio entre carcajadas-mira Aleisa ya estoy harta de tus juegos con los demás. Entiendes? No quiero que vuelvas a hacer sentir a nadie y con eso me refiero a aquella vez que hiciste el intento de molestar a una de mis amigas,creo que te dije que la pagarías y es justo lo que pasara ahora.

Tomo en mis manos una cuchilla,la llevo a la linda cara de esa puta y comienzo a cortar en forma vertical toda su cara cuidando de no puncharle los ojos,aún necesito que los tenga intactos para que vea unas cuantas cosas que le haré.

-Lo más posible es que creas que estoy loca y puede que si,pero aparte de qr mi cerebro está mal tú mereces todo esto,lo hago por el bien de todos,nadie te soporta,pero tampoco nadie se atreve a decirtelo,por lo que yo estoy bien decidida a mostrartelo de una manera muy específica,detallista y creativa-sonrío fuertemente con una gran carcajada algo extraña,nunca había sonreído de esa manera,yo estoy consciente de todo lo que estoy haciendo,pero no puedo dejar de hacerle daño,lo bien que se siente verla tan desesperada por la situación en la que se encuentra es irreemplazable.

Continuo con mi cuchillo y le corto la frente en horizontal,por lo que ya algunos trozos se comienzan a despegar porque ya estan partidos,río a carcajadas mientras ella llora y grita de dolor,de ser otra persona que lo estuviera viendo habría quedado traumatizada,pero hay un detalle importante,desde muy pequeña me han gustado las cosas algo trágicas,sangrientas,feas para los niños de mi edad cuando estaba pequeña,pero nunca se lo dije a mi madre para que ella no me llevara a picólogos ni a nada de eso,algunas personas de pequeña cuando me veían me decían que iba a hacer asesina por todo eso,pero nunca les creí,pero es algo magnífico ver a Aleisa llorando cuando antes sonreía y molestaba a los demás,siento tantas cosas al verla en este estado,que son inexplicables,son difíciles de transmitir,difíciles de entender,solo yo siento que puedo sentir esto y así es,aunque en realidad no sé si eso que siento yo es lo mismo que sienten esos grandes asesinos que hoy en día andan encarcelados,muertos,fugitivos y otros con lo que les hace llenar de poder asesinar,pero a nada de esto le temo por el momento porque mi conciencia me dice que lo que estoy realizando es por una causa justa y que solo la mataría a ella a nadie más.

Tomo su mano izquierda y con un tenedor que he traído le clavo las manosentron y saco rápidamente el tenedor,toda su sangre empieza a caerme encima,pero no me importa al final de todo tengo que disfrutar todo esto y unos chorros de sangre no van a quitarme la felicidad y el deseo que tanto ancié y que ahora estoy saciando,corto su cabello,se lo estrujo de una manera bruzca en sus heridas,los restos de cabello ensangrentados que tengo en mis manos se los entro en los orificios de la nariz con las intenciones de que no pueda respirar,pero no me conformo con ver su cara tornándose algo morada por falta de oxígeno,sino que clavo en el abdomen el tan útil tenedor ,de repente su respiración se detiene por completo,doy una sonrisa a media y comienzo a pasarme toda su sangre por mi cara,sintiendo todas las cosas pero con más intensificación.

Limpio los rastros míos,la dejo ahí en la misma posición en que la maté,aprovecho para tomarle algunas fotos a la escena y salgo del lugar.

Cambios Drásticos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora