Capítulo 18

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Solo unas semanas para terminar de ser feliz, mas bien para terminar de las clases,tres días sin asesinar gracias a las películas de terror,dos semanas de que Thomas desapareció,ninguna noticia de él y grandes dudas de volverle a ver,no sé como pero el destino siempre hace que Jazmine tenga la oportunidad de escaparceme cuando la voy a asesinar,al igual que Jennifer cuando hace días la pude ver cuando yo iba de camino a casa y ella apresuró sus pasos y se fue casi corriendo cuando me vio,hoy iré a comprarme unos zapatos que ví en la tienda,me han gustado bastante,termino recordándole a Mónica que después de llegar del colegio vamos a ir a la tienda,llego al colegio,hoy no he podido ver Jazmine parece que no vino a clases.

Una vez en casa Mónica y yo nos vamos a la tienda e invitamos a Feilly y Esthela,me siento bien al ir con las tres personas de mi edad que más aprecio,en el transcurso nos detenemos en cada lugar que vemos algo que no llama a la atención,pero yo no cambio de idea con ir a buscar esos zapatos que tanto me han encantado,entramos a la tienda como unas trastornadas mentales hablando todas juntas y llamando la atención de algunos de el personal del lugar,buscamos como locas los zapatos hasta que doy con ellos,tomándolos en mis manos con una pizca de incredulidad de tenerlos conmigo lista para medirmelos y llevármelos,los minutos corren buscando más zapatos,pero estos son los únicos que llenaron mi espectativa bastante exigente,acercandome al cajero lista para pagar lo que me llevaré,concentrada observando a la chica que esta cobrándome e ignorando el pequeño alboroto que tienen mis amigas y mi prima a un lado del cajero,tomo mi bolso de papel en manos pero al voltearme choco con algo más fuerte que yo.

-Hola-una voz reconocida se cuela en mis zonas auditivas,haciéndome buscar en mi mente en qué otro lugar he escuchado aquella voz,abro mis ojos encontrándome con un chico.

-Oh hola-alejandome un poco hago un ademán con mis manos que significa un saludo,doy una sonrisa para desviar mi vista hacia donde las chicas que me acompañan,pudiendo ver como una esta al lado de la otra y mirándome con caras de perversas sexuales-Amm...-pensando un poco y poniendome detrás de la oreja un travieso mechón de cabello que estaba sobre mi frente-que haces por acá?

-Ah pues ando comprando unos accesorios para mi madre-mira en dirección de mis acompañantes por el murmullo que tiene entre ellas- me ha enviado y tu?-pasandoce su mano por el cabello y dejándome ver cuan suave y útil puede ser éste.

-Ah no yo estaba comprando unos zapatos que me gustaron bastante-sonrio algo tímida porque no puedo creer que he venido aquí solo por un capricho que luego de unos meses me parecerá tonto y lamentaré haber dado mi dinero en esa torpeza.

-Me das tu número telefónico?-dudo unos instantes, pero recordando que dije que volvería a ser la chica sociable de antes,necesito un cambio de personalidad.

-Por supuesto-colocandome pensativa veo como saca su celular de su bolsillo trasero, para comenzar a apuntar mi número,se despide y sale de mi presencia,Feily,Esthela y Mónica se me acercan confusas por lo que han visto,pero no lea permito hacer ninguna pregunta porque inicio a hacer el pequeño recuento de como y por que le conozco.

Benjamín parece ser alguien agradable,aquel día en la fiesta no pude percatarme de esto porque lo notaba algo ebrio lo que no es de dudarse,sin embargo,ahora no lo estaba,su manera de expresarse es un tanto acojedora y dan deseos de continuar hablándole,además darme cuenta que un chico se a atrevido a entrarse a un tienda solo para comprarle algún accesorio a su madre es un tanto tierno y extraño a la vez,en estos tiempos él machismo esta ante todo y sería una deshonra para un hombre venir solo a comprar este tipo de cosas,pero él lo ha hecho y me parece desconcertante,es adorable de su parte.

Sin darme cuenta nos encontramos en la puerta de mi casa esperando que Mónica abra la puerta para nosotras pasar,charlar y divertirnos un poco como amigas que somos todas,tardar un tiempo sin contarnos mucho hace que cuando tengamos la oportunidad de hacerlo pues no se llegue al final de la jornada,noto cuan emocionada esta Feilly quitándome la bolsa de los zapatos y pasando directo a mi habitación,comienza a hacer sus chistes y estoy convencida de que es tratando de relajar el hambiente porque esta midiéndose mis nuevos zapatos,posiblemente con la intención de decirme que debo prestárselos, cosa que será imposible,no presto nada de esas cosas y eso ella lo sabe,mucho menos esos me atrevería a permitirle a alguien más que se los coloque en sus pies y lo luzcan, no solo la idea me repugna y me dan arcadas mentales.

Comenzar de nuevo,es el gran dilema que tengo, es difícil, pero es lo que más anhelo en estos momentos,es muy difícil y eso es lo que hace que me llame tanto a la atención.

Cambios Drásticos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora