Al Aire. (Camren)

Capítulo 13.

                                                   Lauren Pov.

Ya el primer bloque había terminado, ahora nos encontrábamos en el final del segundo.

Camila actuaba con más seguridad, de hecho lo hacia muy bien, ella con ayuda de Austin leía mensajes e interactuaba con mucha carisma. Mi corazón se agitaba cada vez que escuchaba su risa o cuando su mirada se cruzaba con la mía por accidente.

Ella seguía ignorándome.

—Muy bien, Camila. Ahora a petición de un seguidor, cuentanos un chiste para culminar con el segundo bloque... el que tú quieras —dijo Austin.

—Yo... no soy muy buena contando chistes —susurró apenada—. Así que no podré complacer a ese seguidor.

—Dudo que no puedas complacer a alguien, o que no seas buena en algo —murmuré, viéndola profundamente y sonreí, porque ella me miró.

Ella suspiró, y sin pensarlo dijo:

—¿Qué le dijo un Gay a otro Gay?

Ella nos miraba... Con ambas cejas levantadas esperando por una respuesta.

En la cabina Ally y Alexa la miraban expectantes, Austin parecía incómodo ante la palabra 'Gay'

—¿Somos Gays? —atiné a decir, de manera divertida, ella me miró, se mordió los labios, y finalmente con una sonrisa pícara, asintió.

—Somos Gays —afirmó Camila divertidamente.

—Eso no dio risa —criticoó amargamente Austin.

Reí, aunque nadie más en el estudio lo hizo.

—A mí sí me dio risa, Camz —era la primera vez que la llamaba de esa manera estando Al Aire.

—Lo siento Aus, te dije que no era buena —repuso Camila sin verme e ignorando mi anterior comentario.

Nada duele más que la indiferencia, y su indiferencia me dolía como si me estuviesen clavando miles de cuchillos en el pecho. En cuanto Ally notificó que estábamos fuera del Aire, me levanté de mí asiento y salí del estudio. Ni siquiera me di cuenta que Alexa me siguió, ahora ambas nos encontrábamos en el cuarto de servicio. ¡Era como nuestro lugar!

—¿Está todo bien, Lauren? —quiso saber Alexa preocupada.

La miré con el ceño fruncido.

—¿Por qué lo preguntas?

Ella se encogió de hombros, y respondió con simpleza.

—No soy tonta.

—Sé que no lo eres, Alex —dije en un susurro.

—Estás rara, no lo sé. Sabes que puedes confiar en mi, ¿verdad?

Aunque ella me ha demostrado que puedo confiar en ella, yo no le puedo decir que estoy "actuando raro" por Camila.

—Estoy bien —mentí. Y no dije nada más, porque sentí mi voz quebrarse y mis ojos cristalizarse, me siento demasiado vulnerable, no sé qué me pasa.

—Sé que algo te pasa —me pasa de todo—. Pero no voy a insistir. Soy tu amiga, y te quiero, a pesar de todo.

Y me rompí, sus palabras estaban llenas de dolor al igual que yo. Mis lágrimas salieron y ella se encargó de limpiarlas suavemente con sus dedos pulgares, la miré y deseé que ella fuese Camila.