Capítulo 25. (Maratón 5/5)

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                                                      Camila Pov.

Cuando me atreví a ir al baño por Lauren, porque de alguna u otra manera me preocupaba su estado, ella no estaba bien y lo confirmé cuando vi sus ojos rojizos y llenos de lágrimas, sentí tantas ganas de abrazarla cuando ella intentó bromear sobre mi camisa, porque sabía que lo estaba haciendo sólo para alivianar el momento.

Al llegar a la mesa junto a ella, le susurré a Lucy cerca del oído que estaba de vuelta como le había dicho antes, ya que no quería que me fuera de su lado, ella me sonrió con ternura y noté por el rabillo de mi ojo cómo Lauren hacía mala cara ante el gesto de mi novia. ¿Celosa?

Expulsé de mi cuerpo una gran cantidad de aire contenido cuando Troy me estaba presentando ante la pequeña bola de gente alrededor de la tarima.

Mis nervios estaban de punta y como siempre los disimulé con una sonrisa en mi rostro que demostraba agrado y mucha confianza, lo que menos sentía en ese momento era confianza. Aquella gente que por lo mucho eran de mi edad o más jóvenes, me intimidaban con sus miradas y comentarios fuera de lugar.

Pronto Troy y yo comenzamos a cantar, y la gente lo estaba disfrutando. Entonces yo también empecé a disfrutarlo, fue inevitable no reír ante los gestos que hacia Troy dirigidos a Ally cuando cantaba su parte de la canción que elegí.

Por un momento fijé mi mirada en Lauren, la cual veía a la perfección desde la tarima y sólo pude sonreírle con dulzura, hasta yo me sorprendí.

Al terminar, Troy y yo nos dirigimos a nuestra mesa, no sin antes presentarme y agradecerles a los compañeros de banda del chico de ojos azules.

—Eso fue estupendo —halagó Lucy, igual o más emocionada que Troy y yo.

—Lo sé, lo sé —repetía Troy—. Y ni siquiera lo ensayamos, Camila, tenemos que repetir esto, algún día —agregó, ante mi gesto de timidez.

Yo sonreía tímidamente, Ally, Troy y Lucy parecían despreocupados y contentos, pero Lauren no. La miré detenidamente mientras ellos hablaban de lo bueno que éramos Troy y yo cantando juntos, la chica de ojos verdes no parecía estar bien en ningún sentido, me preocupé un poco, pero me negué a hablarle o algo parecido.

—¿Ves, amor? Todo salió perfecto —susurró audiblemente Lucy, y sin más, me besó.

Fue un momento tan incómodo para mi, sentía tres pares de ojos puestos en nosotras, en especial unos verdes que los sentía quemarme el alma.

Me separé de Lucy unos segundos después y al girar mi rostro hacia Lauren, ella ya no estaba a mi lado, observé a mi alrededor, pero no la veía por ningún lado, mentiría si dijera que no me preocupé por su ausencia debido a su estado.

—Vamos a bailar —me ánimo Lucy, mientras se levantaba de su asiento y me llevaba arrastre hasta la pista de baile sin siquiera darme oportunidad de poder oponerme—. Bailame mi amor —susurró atrevidamente en mi oído cuando ya nos encontrábamos en medio de la gran pista.

Y sin más, hice lo que me pidió.

Mis caderas comenzaron a moverse cerca de las suyas al ritmo de la canción.

—Dios, para, Lucy. Pueden vernos —dije entre leves risas.

Lo que yo no sabía, era que los únicos ojos puestos en nosotras, eran los de Lauren.

—Hay poca luz, Mila —repuso.

Ella colocó todo mi cabello hacia un lado, luego sus labios se posaron en mi cuello.

Al Aire. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora