La leyenda del colgante

Otro sueño más

A mitad de la noche volví a ver la luz que había visto en los otros sueños

-¿Hola?- dije buscando al hombre

El viejo sabio se acercó por detrás de mi y puso su mano sobre mi hombro

-Isabella, ahora que sabes como controlar el colgante debes Ayudarme

-¿Cómo te ayudo?

-Viajando al pasado

-¿A qué año?

-Al año en el que se creó el colgante

-Pero ¿ cómo te encuentro?

-Sólo búscame -dijo mientras desaparecía

-¡Espera! ¡No te vayas!

De repente me desperté, ya era de día y me quede un rato pensando en todo lo que había pasado desde que llegué a Londres. Cuando terminé de reflexionar toda esa locura me di cuenta de que Marco no estaba.
Me levanté para buscar a Marco

-¡Marco! ¿Dónde estas?- grité sin recibir respuesta alguna

Comenzé a caminar por la arena hasta encontrar a Marco en una pequeña heladería que estaba bastante lejos de donde habiamos estado nosotros.

-Marco ¿Qué estás haciendo? - dije mientras lo veía limpiar los cristales de la heladería

-Si limpio los cristales nos darán helado gratis

-No hacía falta que hicieras esto

-Es que no hemos traído dinero y necesitamos desayunar

-No creo que el helado sea el mejor desayuno-dije riéndome

-Ya- dijo también riéndose

-Déjame que te ayude- dije mientras cogía los productos de limpieza

Terminamos muy rápido entre los dos

-Trabajamos muy bien en equipo-dijo sonriendo

-Eso es porque somos el mejor equipo-dije también sonriendo

-¿De que sabor quieres tu helado?

-Yo lo quiero de chocolate- dije

-Danos dos helados de chocolate, por favor- le dijo al dueño de la heladería

-Claro, aqui teneis- dijo dándonos los helados

-¿A ti también te gustan los helados de chocolate? - dije mientras saliamos de la heladería

-Claro

-Tenias mucha razón tenemos más cosas en común de las que me esperaba-dije riendome

-Eso es porque somos almas gemelas- dijo mirandome a los ojos

Me empezé a sonrojar

-Yo creó que estábamos destinados a estar juntos- continuó diciendo

-La verdad es que yo también he pensado eso muchas veces

-Isabella, para mí eres el centro de mi mundo- dijo cogiendome de las manos sin apartar la vista de mis ojos y de mi boca

-Y tu eres el centro del mío. Nunca habia sentido esto por nadie- dije con el corazón apunto de estallar

Empezamos a besarnos y era como si estuvieramos en una nube y solo estuviésemos él y yo. Nosotros eramos el amor puro.

Comenzamos a caminar agarrados de la mano y recordé el sueño

-Hoy he vuelto ha soñar- le confesé

-¿Que has soñado?

-He soñado con aquel hombre, me ha dicho que le ayudé viajando al pasado

-Pues vayamos

-Pero va a ser muy difícil encontrarle entre tanta gente

-Seguro que el colgante nos ayudará

-Tienes razón, vamos a hacerlo

Los dos tocamos el colgante y dijimos:

-Egipto hace 4.500 años

El colgante empezó a brillar con su luz mágica y de repente aparecimos en el desierto

-¿Donde estamos? - preguntó Marco

- No tengo ni idea

Comenzamos a caminar y era como si el desierto fuera infinito, no encontrabamos a nadie.

-Hace mucha calor-dije sudando

-Demasiada- dijo

Estuvimos caminando horas y horas por el desierto y ya estábamos agotados

-Tengo mucha sed y me he quemado toda la cara- le dije agotada

-Yo también

-Vamos a descansar-propuse

-Sera peor ya que tardaremos más en encontrar agua

Seguimos andando pero no encontrabamos nada, yo ya no podía más y cai sobre la arena

-¡Isabella!- gritó asustado por lo que me pudiera pasar

Marco me intentó despertar pero no pudo ya que estaba inconsciente
De repente el escuchó un ruido detras de él. Cuando se giró tenía una espada apuntando a su cuello.