-¿Quienes sois vosotros?-preguntó el hombre mientras sostenía su espada en el cuello de Marco
-Nosotros somos simples campesinos, que se han perdido por el desierto- mintió Marco
-Vosotros no sois de aquí y tampoco sois campesinos-dijo enfurecido
-Te aseguro que lo somos
-Mientes, esa ropa tan rara no es de aquí y además si fueras campesino ahora estarías trabajando
Yo seguía inconsciente y Marco no pudo hacer mucho
-Vosotros sois espias de los enemigos- dijo aún más enfadado
-Te juro que no lo somos
-A mi nadie me engaña- dijo mientras le hacía un corte en la mano a Marco
Marco empezó a sangrar por la mano y lo único que pudo hacer fue vendarse la mano con un pañuelo.
Aquel hombre era uno de los guardias del faraón y nos quiso llevar ante el faraón.-¡Tú! coge a la chica y subiros al carruaje- dijo el guardia
Marco obedeció y me subió al carruaje. Él estaba muy preocupado por mi ya que no despertaba. Llegamos a la pequeña ciudad y nos llevaron a una mazmorra.
Yo desperté algo desorientada.-¡Isabella, te has despertado!- dijo Marco aliviando su temor
-¿Donde estamos? - pregunté
-En una mazmorra egipcia
-¿Y como hemos llegado aquí?
-Cuando tu te desmayaste un guardia del faraón nos confundió con espías de sus enemigos y nos trajo aquí
En ese momento me fijé en la mano de Marco, estaba liada con un pañuelo ensangrentado
-¿Qué te ha pasado?- dije muy preocupada
-No es nada, ese guardia me hizo un corte con su espada al haberle mentido
-Déjame verlo
Empeze a desliar el pañuelo y vi una herida bastante profunda y algo infectada. Me asusté al verla.
-Hay que desinfectarte esa herida, puedes perder la mano
-No es para tanto
-Si lo es, te debe de doler mucho
-Bastante
-¿Cuanto tiempo llevamos aquí?-le pregunté
-Unas 6 o 7 horas, estaba asustado porque no te despertabas
De repente la puerta de la mazmorra se abrió
-Venid con nosotros- dijeron los guardias
Los dos guardias nos ataron y nos llevaron ante el faraón.
-¿Quiénes sois?- dijo el faraón
-Somos simples personas- le contesté
-¿Cómo os llamais?
-Yo soy Isabella y él es Marco
-Nunca había oído esos nombres, no sois de aquí ¿sois espias de mis enemigos?
-Os juro que no lo somos- contestó Marco
-¿Estais mintiendo?- dijo empuñando su espada
-No, señor- dije
-¿Y que hacéis en mis territorios?
-Nosotros solo buscamos al viejo sabio
-Aaa, ese viejo tonto que no quiere
que me ponga mi colgante, pronto será ejecutado.-No puede hacer eso- dije sin pensar lo que decía
-¿Y por qué no si yo soy un dios vivo? - dijo poniendo su espada en mi cuello
-Por favor no lo haga- le supliqué
-El me engañó y será castigado por ello
El faraon se sentó en su trono y nosotros aún estábamos asustados por lo que nos pudiera hacer
-Guardias soltadlos, no son espías
-¿Cómo lo sabe? - preguntó el guardia que nos trajo
-Porque yo se que nuestros enemigos no tienen esa clase de ropa y tampoco creo que envíen a unos críos
Los guardias nos soltaron y empezamos a buscar al viejo sabio.
-Va a ser complicado encontrarle- dijo Marco
-Ya lo se
Había mucha gente por las calle vendiendo cosas bastante extrañas. Me sorprendió la cantidad de cosas que había.
Como veía que no lo encontrabamos pregunté a una mujer-¿Sabes donde vive el viejo sabio?
-Ese viejo loco vive allí- dijo señalando una choza
-Gracias por su ayuda- le dije
-¡Marco ya sé dónde de es!
Nos dirigimos a aquella choza y tocamos a aquella vieja puerta. Entonces nos abrió la puerta el hombre que había visto en todos mis sueños. Era él.
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La leyenda del colgante
ФэнтезиUna antigua leyenda cuenta que alguien del mundo será elegido para ser el dueño del colgante mágico. La elegida es Isabella, una chica alegre, que ha conseguido realizar su sueño de estudiar en Londres junto a su mejor amiga Sofía. Allí conocerá a M...