La leyenda del colgante

Otra vez

Me desperté algo tarde ya que ayer había estado en el concierto hasta las tantas. Sofía no estaba en la habitación y yo estaba preocupada por que no había dormido en la habitación. Me puse una camisa y unos vaqueros. Fui a la cafetería y me pedí lo mismo de siempre. Empezé a mandarle mensajes a Sofía pero no contestaba. Después llamé a Rachel

-Hola Isabella

-Hola Rachel ¿sabes dónde está Sofía?

-No, la última vez que la vi estaba borracha y con un chico

-Vaya con Sofía

-Ella es asi

-Bueno gracias y adiós-dije mientras colgaba el teléfono

-Adiós

Terminé de desayunar y fui a dar un paseo por la ciudad ya que no había visto nada la semana y media que llevaba allí. Primero decidí ir al Big Beng, pasé por muchas calles y no encontraba por donde ir.

-Estoy perdida - dije en voz baja

-¿Quieres que te ayude?- dijo una voz familiar detras mia

Me di la vuelta y era Marco. Gracias a Dios que estaba allí

-Si por favor

-Yo me conozco bien esta ciudad

Marco me guió el camino hasta el Big Beng

-¿Has visitado alguna vez Londres?-me preguntó

-No

-Contempla el Big Beng

Yo me quedé impresionada al ver lo bonito que era

-Vamos al Ojo de Londres- dije entusiasmada

-Es por aquí

Marco y yo nos subimos en aquella gran noria. Las vistas desde la cabina eran impresionantes

-La ciudad de Londres es preciosa

- Ya te lo dije yo

En ese momento Marco se acercó más a mi y cuando me iba a besar el colgante se iluminó y desaparecí.
Cuando pude abrir los ojos había aparecido en el mismo sitio que la otra vez y con el vestido del siglo XIX.

-¿Por qué estoy otra vez aquí? - me dije a mi misma

Seguí el camino que caminé la otra vez hasta llegar al mismo pueblo. Todo era exactamente igual.  Pasé por el mismo mercado y me vi a mi misma. Estaba en el mismo día,  decidí esconderme porque mi otra yo no me podía ver.  Me quedé observandome y vi como robaba aquel croissant. Al ver a Hugo sentí un sentimiento de culpa.Entonces me di cuenta de que el colgante me había traído allí para pagar mis cuentas. Fui hacia la señora que vendía los croissants

-Hola, yo le pagaré- le dije

-Sois iguales- dijo sorprendida

-Somos gemelas. ¿Te puedo pagar con mi anillo?

La señora observo bien el anillo que mi padre me había regalado por mi cumpleaños.

-Esto servirá- dijo cogiendo el anillo

-Vale

Ahora debía encontrar algún trabajo para pagar lo demás. Empezé a preguntar en tiendas , restaurantes etc si tenian alguna vacante. Me costó mucho encontrar una vacante en un sitio.  La encontré en una pequeña sastrería como costurera.  Me pagaban bastante bien y si me tiraba toda la noche cosiendo conseguiría el dinero suficiente. No pegué ojo en toda la noche, arreglé vestidos, trajes, faldas etc. Lo que más me costó fue coser sin máquina eléctrica.  Terminé a la hora de abertura de la sastrería que era sobre las 8 de la mañana.  Cuando vino el jefe de la sastrería me pagó y le dije que ya no iba a volver.
Estaba tan cansada que iba tambaleandome por las calles. Encontré una posada donde podía dormir

-Hola -dijo el dueño

-Hola, quiero dormir en una habitación solo por esta mañana al medio día me iré

El dueño me dijo lo que me costaría y yo le pagué.  Estaba tan cansada que me quede dormida al instante de tumbarme en la cama. Desperté al mediodía y corrí hacia el restaurante donde Hugo robó la comida. Observe lo que hacía yo hasta que me fui corriendo con Hugo.  Me acerqué al restaurante, nadie se había dado cuenta del robo así que yo deje todo lo que me quedaba excepto una moneda en la mesa. La moneda me la quede de recuerdo de este viaje. Entonces el colgante volvió a brillar y aparecí dónde había desaparecido

-¿Que acaba de pasar?- dijo Marco sorprendido

Marco había visto cómo había desaparecido y vuelto aparecer. Decidí que se lo tenía que contar. Estaba algo nerviosa por si no me creía

-Te tengo que contar algo...