Cruzamos la ciudad sin problemas, nadie nos vió. Yo guardé el colgante de esta época en mi mochila, donde no se pudiera caer. Cuando salimos de la ciudad el colgante empezó a brillar y a moverse para indicarnos donde debiamos ir. Era de noche y hacía bastante frío pero la ropa que nos había dado el sabio nos protegía del frío. Pasaron cinco horas y decidimos descansar en una pequeña aldea. Una mujer muy amable nos dejó dormir en su pequeña casa a cambio de unas monedas que nos dió el sabio para estas ocasiones. Marco y yo estabamos agotados y nos dormimos en menos de 1 minuto. Aquella cama no era una cama de un hotel de cinco estrellas pero era algo. Dormimos unas 3 horas lo justo y necesario porque teniamos que llegar cuanto antes mejor. Marco y yo nos pusimos en camino nada más despertarnos. Esta vez mientras íbamos por el camino hablamos.
-¿Alguna vez has soñado con todo esto?-me preguntó
-¿Con viajar en el tiempo?
-Sí
-Claro que lo he soñado y quien no, es un sueño hecho realidad¿Y tú alguna vez lo has soñado?
-Sí muchas veces he pensado en viajar en el tiempo y conocer a todos los personajes famosos de la historia y sobre todo para volver a ver a mis padres
-A mí también me gustaría volver a ver a mi madre. Pronto los volveremos a ver, Marco.
-¿Harías eso por mi?
-Claro que sí
Empeze a recordar todos esos maravillosos recuerdos con mi madre y me entró la nostalgia. Seguimos hablando un par de horas hasta que el hambre llegó.
-Paremos aquí a comer Marco
-Vale
Nos sentamos en la arena del desierto y sacamos las provisiones de las bolsas. Empezamos a comer y estaba todo delicioso. De repente empeze a sentir algo en mi mano que me inquietaba. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo, me giré a mirar y era una serpiente de cascabel que se estaba enredando en mi mano. El miedo recorría todo mi cuerpo
-¡Aaaa!¡Ayúdame Marco!
-Esperate, no te muevas que será peor
En ese momento creía que iba a morir ya que la serpiente iba subiendo cada vez más y apretando más. Marco se levantó a toda prisa y se dirigió a los camellos. Empezó a revolver su bolsa y sacó de ella un cuchillo. La serpiente empezó a enredarse más y más
-Deprisa- grité
-Extiende el brazo
Lo extendí y el empuño el cuchillo. A toda prisa y con mucha habilidad cogió la cabeza de la serpiente y se la cortó. Fueron unos minutos en los que tuve mucho miedo. Me alivió mucho ya que la serpiente había llegado hasta mi hombro. Me sorprendió lo habilidoso que había sido Marco en una situación de pánico.Sin pensarlo dos veces me abalance sobre Marco y le besé. Desde Miami no le había besado por todos los giros inesperados que pasamos. Es verdad lo que dicen que contra más tiempo pasé más le deseas besar. Fue un beso inesperado para él, pero uno esperado desde hacia un tiempo para mí . Volvimos a subirnos a los camellos para ir a la siguiente ciudad para coger más provisiones ya que las pocas que teniamos las habíamos gastado. Nos quedaba 1 día para llegar a nuestro destino. Llegamos a la pequeña ciudad y compramos las provisiones necesarias. Era una pequeña ciudad dónde había muchos campesinos y esclavos. No había muchos niños ni ancianos allí y la gente parecía muy triste. Salimos de la ciudad pero algo me parecía muy extraño era como si alguien nos observase. No hice caso a mi intuición y seguí mi camino. De repente me encuentro con una espada en el cuello
-Dijisteis que no erais nuestro enemigo. ¡Mentirosos!
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La leyenda del colgante
FantasiaUna antigua leyenda cuenta que alguien del mundo será elegido para ser el dueño del colgante mágico. La elegida es Isabella, una chica alegre, que ha conseguido realizar su sueño de estudiar en Londres junto a su mejor amiga Sofía. Allí conocerá a M...