SIETE.

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El bar es un sitio súper agradable, se siente mas  como una cafetería que como un bar. Las paredes de ladrillos le dan un toque vintage pero moderno, y los focos con su luz ámbar le da un toque cálido. La pared del fondo de la barra esta cubierta por espejos y delante de estos hay pequeños candelabros, que alumbran una colección de botellas impresionantes.  La parte moderna del bar viene de las mesas y sillas, las mesas son  de un color café oscuro mientras que las sillas son de una especie de piel negra muy elegantes. La música sonaba por los altavoces a un volumen agradable, donde aun podías escucharla lo suficientemente alto, pero sin tener que gritar para hablarle a la persona de a lado.

Suelto un suspiro de admiración. 

  — ¿Te gusta?   —  Colton me pregunta, mientras me guía a un taburete, también de piel negra que esta en la barra, esta está forrada con algún tipo de azulejo negro que refleja las luces y se ve hermoso. 

Asiento — Si, es muy bonito y elegante — le digo, al momento que me quito el pesado abrigo — no me los esperaba de ti, chico que apenas y se peina. 

El suelta una risotada — Tienes razón, habíamos contratado a una diseñadora de interiores, pero dejo todo a la mitad, porque nos liamos, le dije que no quería nada serio y renuncio.

  — Wow —  dije,  alzando las cejas —  ¿porque eso no me sorprende?.   

  —Así que mucho de lo que ves aquí es mi estilo muy masculino de decoración  y el de Justin. 

Al escuchar su nombre, este se integra a la conversación. 

  — El tercer socio solo nos ayudo a conseguir el local y aporto un poco de dinero, lo demás lo hicimos nosotros solos.   

Asiento —Pues lo han hecho muy bien, chicos. Este lugar es muy agradable. Lo digo en serio. Podría ser de los lugares que mas me gustaría visitar. 

  — Me alegro que te gustara — dice Colton dejando un beso en mi sien — ¿que te apetece tomar? Tal vez algo con muy poquito alcohol. 

— Un mojito estaría bien, sino, una piña colada. Ambos pueden ser vírgenes, no me importa.   —  me hundo de hombros y me acomodo mejor en el taburete. 

Justin llama al camarero, un chico con tes morena y unos ojos negros impresionantes. 

  — Hola, jefes —  saluda él con una voz grave y  un tanto misteriosa para mi —  ¿que les puedo ofrecer?

  — Dos Heineken y un mojito con poco alcohol. Por cierto, Evan   —  dice mi Colton —  ella es mi sobrina Jourdan, tal vez la veas un poco mas seguido por aquí, así que trátala como se merece. 

  —Por supuesto jefe —  dice el chico y se aleja.    

  — ¿Hace cuanto abrieron el bar? —  pregunto, a nadie en particular.

— Como seis meses —  dice Justin —  hubo un tiempo en que teníamos mucho tiempo libre y queríamos hacer algo de provecho, y bueno, surgió esto.  

  — ¿Quien es el tercer socio? —  pregunte de nuevo. 

Colton me sonríe tiernamente —  Tu papá, querida.  

  —Oh, es por eso que viajo a Chicago constantemente, mamá y yo pensamos que tenia otra mujer. — Colton abre los ojos, sorprendido. Dio —  Mentira. Nos dijo que venia a ayudarte con algo, pero nunca especifico a que, bueno al menos a mi.   

  — Te odio. Odio cuando haces eso. —  me dice al momento que se estira sobre mi para tomar su botella de cerveza y darle un trago. 

  — Toma —  dice Justin amablemente, dándome mi vaso con la bebida.  

El hombre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora