El hombre de mi vida.

VEINTIDOS.

Estoy almorzando en una cafetería cerca del campus cuando Evan me aborda.

—Hola — me sonríe y toma asiento frente a mí en la mesa, deja en ella un vaso de café humeante.

Trago mi comida y lo saludo de vuelta
—Hola. No te había visto en toda la mañana.

El asiente —Si, hoy solo tomo una clase y es más tarde. Justo de eso quería hablarte, al salir de clases unos amigos y yo iremos aún pequeño local cerca de aquí. Me preguntaba si querías ir conmigo. Bueno —sonríe — con nosotros. Ya sabes, en grupo. Dado que es viernes y eso, queremos festejar el fin de la primera semana de clases.

Asiento.

—Entonces ¿Qué dices?

—Suena bien, tendría que avisar a Colton.

Evan asiente y sonríe —¿Si quieres ir?

—Si —digo —, sé que no soy una chica muy fiestera y eso, pero creo que estaría bien. Intentado hacer amigos, ser más social y ese tipo de cosas.

—Nosotros somos amigos —responde, levemente ofendido. O pretendiendo verse así.

—De acuerdo. Intentando hacer más amigos — trato que en mi frase resalte la palabra "más" — , aparte de ti.

—¿Cuándo llamaras a Colton? — toma su vaso de café y le da un trago. Mi mirada sigue los músculos de su garganta y cuello al moverse para hacerlo.

Tengo una ligera obsesión con el cuello de los hombres.

Lamo mis labios y respondo —: En su hora de comida. Al rededor de las dos.

En ese momento mi móvil suena y lo saco de mi mochila. Es Justin. Pasó el dedo por la pantalla para contestar.
Le sonrió a Evan en forma de disculpa.

—Hola hermosa ¿qué estás haciendo? — sonrío ante la manera en que me llamó.

—Comiendo algo ligero en la cafetería que me recomendaste.

—¿Es Colton? —pregunta Evan.

Niego —Es Justin.

—¿Con quién estás?— pregunta este, mientras Evan asiente. De pronto su ceño se frunce y su sonrisa cae hasta que sus labios forman una pequeña línea.

—Con Evan — el ceño del moreno se profundiza y se recarga en el respaldo de su silla.

—¿Qué haces ahí con él?—el tono de voz de Justin cambia bruscamente.

—Solo estoy pasando el rato con él.

Escucho su pesada exhalación por el teléfono —De acuerdo. Nos vemos.

Cuelga. No me da oportunidad de despedirme.

Miro el celular extrañada y lo guardo en mi mochila de nuevo.

—Eso fue algo raro — dice Evan, de pronto recuperando su sonrisa.

—Si. Lo fue.

Mientras me dirijo a mi próxima clase llamó a Colton y le digo sobre la especia de fiesta a la que Evan me ha invitado. Mi tío acepta pero dice que llamara a Evan para pedirle los detalles del lugar.

El sitio es un pequeño bar para estudiantes. Tiene una vibra de relajación. La música está en el nivel justo y todo el ambiente se siente bien. Las paredes son de ladrillo y tiene rastro de la pintura antigua con la que solían estas pintadas las paredes.
Incluso tienen una pared llena de casilleros donde puedes guardar tus pertenencias sin tener que preocuparte de estarlas cuidando todo el tiempo. Evan me lleva ahí y guardo mi mochila y abrigo. Sacó un par de billetes y mi celular y los guardo en mi bolsillo delantero del pantalón, junto con la llave del casillero que tome.

—¿Quieres algo de beber? —pregunta Evan, mientras me señala la barra con un asentimiento.

—Eh, si.

—Vamos — toma mi mano y me pone detrás de él, abriéndonos paso entre los jóvenes que están aquí — ¿Mojito? — pregunta. Niego —¿Limonada mineral de fresa? — asiento, Evan sonríe.

Ordena mi limonada y una cerveza para él. Saco un billete para pagar mi bebida pero el niega.

—Mientras estés conmigo no tendrás que pagar nada —hago una mueca. Este tipo de cosas no me gusta.

Y como que me recordó un poco a Justin.

—No es necesario —creo que el nota la molestia en mi voz porque accede.

—De acuerdo, una ronda y una ronda ¿te parece?

Asiento. Segundos después el chico de la barra le da nuestras bebidas —Agrégalo a mi cuenta —dice Evan. Se gira hacia mí y sonríe, señala unas escaleras de metal —por allá.

Pone un brazo al rededor de mis hombros y me guía hasta ellas. Las subo y llegamos a una estancia un poco más tranquila y menos ruidosa y ajetreada que la primer planta.

—Aquí se está mejor ¿no crees?

Me entrega mi bebida y le doy un sorbo. Esta muy buena, incluso tiene pequeños pedazos de fresa flotando.

—¿Dónde están tus amigos? — le preguntó al notar que estamos solo nosotros dos en esa área.

El señala con su mano libre un grupo de chicos riendo y bromeando en un área más alejada del espacio donde estamos nosotros.
—Pensé que primero querrías ver el ambiente antes de decidir acércate.

Bueno, eso realmente es muy considerado de su parte.

—Se ve que son buenos chicos —digo honesta.

—Lo son, pero si nos ven llegar juntos creerán que somos pareja y no dejarán de molestarme por eso.

—Oh, lo siento ¿Debería irme para que puedas estar con ellos? — señaló hacia la entrada principal y doy un par de pasos hacia las escaleras.

—Eso no es necesario. No me puedo quejar de lo que me digan porque yo también bromeó con ellos —me sonríe.

Pasa su dedo índice por mi ceño ligeramente fruncido —Relájate. Son unos pesados, pero son muy buenos. Ven vamos.

Me toma de la mano de nuevo y me guía hasta sus amigos —Hola chicos, ella es Jourdan, es nueva en la carrera, en la escuela y en la ciudad. Hagan que se sienta cómoda y como si estuviera en casa y rodeada con buenos amigos.

Hay un coro general de saludos y de inmediato me siento bienvenida en ese grupo de amigos. Aunque sean un poco mayores que yo, me llevo de inmediato bien con ellos, me preguntan qué maestros tengo y me dicen sus apodos, o cosas que tengo que hacer en su clase para que sea de sus favoritas, también me cuentan anécdotas chistosas sobre ellos.

La tarde se va y la noche llega.

Me encuentro caminando con Evan camino a casa.

GRACIAS POR LEER, xoxo🌸💗