CUARENTA Y DOS.

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Apenas llegamos a casa del aeropuerto y corro a mi habitación para llamarle a Zack y contarle, todo, todo, todo.

Zack, siento tan experto en estas cosas, me da palabras reconfortantes, que me hacen sentir un poco mejor.

Va a doler. Te va a doler como nada te ha dolido. Vas a llorar. Vas a gritar por días. Te vas a sentir débil. Vas a sentirte físicamente enferma. Vas a perder clases y días de trabajo. Vas a dejar de salir con tus amigos (si es que ya tienes algunos). Vas a dormir como por 16 horas. Lo vas a volver a ver, y vas a sentir fuego en tus pulmones. Y vas estar bien. Vas a volver a levantarte, y vas a superarlo. Vas a volver a querer. Y esta vez, querrás aún más. Porque ahora sabes cómo se siente que no te amen de vuelta. Pero de eso se tratan las rupturas amorosas. Pero vas a estar bien por qué eres una de las niñas más fuertes, valientes y luchonas que conozco y un idiota no tiene porque quitarte eso.

Sollozo, abrazada a la almohada.

Pero vas a estas bien Jourdan, vas a salir adelante, vas a darte el privilegio de volver a amar y será hermoso, Jourdan, y estarás bien. Va a doler, joder si no va a doler, pero estarás bien. Te lo prometo, te amo.

Y yo a ti, Zack.

Caigo dormida unos minutos después de terminar nuestra llamada.

Me despierto por mi celular timbrado a un lado de mi almohada.

Es Justin.

Si aquí son las 2:00 de la mañana, en Nueva York deben de ser las 3:00 am por lo que me sorprende su llamada.

Contesto, tal vez quiere hablar con mi tío y él no contesta.

Hola—digo aclarando mi voz.

Lo oigo suspirar antes de hablar —Hola, Jo.

—¿Quieres hablar con mi tío?  — le pregunto después de unos segundos en silencio.

No — suspira de nuevo —quiero hablar contigo.

De ac-cuerdo —titubeo —, aquí estoy.

Lo sé.

Asiento, estúpidamente porque sé que él no me puede ver.

Lo lamento mucho Jourdan.

—¿Qué lamentas? — lágrimas comienzas a caer de mi ojos, y se escurren hasta mi sien debido a que estoy acostada.

Todo lo que te estoy haciendo a sufrir.

Se me escapa un sollozo y Justin lo escucha.

Por favor, perdóname.

Tomo una gran respiración —No tengo nada que perdonarte, Justin, sé que no va a sonar sincero pero entiendo tus motivos, de verdad lo hago — soy honesta, le estoy hablando con la verdad y prácticamente tengo mi corazón en la garganta y en mi mente y es quien habla por mí —. Te deseo todo el éxito del mundo en tu nuevo trabajo. Que salves un montón de vidas... Pero por favor, Justin, por favor — sollozo — no me busques ni me llames más, por favor.

Jourdan, n-no —escucho a través del auricular cuando traiga saliva — no me hagas esto, no me saques así de tu vida.

—Fuiste tú quien lo hizo, Justin. Fuiste tú quien dijo que no hay-no habría un nosotros —le digo. Lágrimas corriendo por mis mejillas. Mis sentimientos expuestos a flor de piel.

La mamá hámster asesina a sus bebés cuando siente peligro — comienzo a decir. No sé de dónde saque este dato, pero justo ahora tiene total sentido para mí —, para no tener que pasar por el dolor de que otro animal los asesine. Creo que... Pienso que tú hiciste algo así conmigo, me rompiste para que nadie más lo hiciera.

Sollozo y él lo nota, escucho como su respiración también se altera.

—Adiós, Justin.

—No, Jourdan, no...

—Adiós, Justin —repito.

—¿Es un adiós para siempre? — pregunta resignado.

Justin... —ruego por qué escuche la súplica en mi voz.

Después de varios segundos en silencio el finalmente habla.

Adiós, Jourdan... Te amo.

Y cuelgo. O el cuelga el teléfono.
Alguno de los dos termina la llamada, y yo me hecho a llorar.

Pero hay un secreto: Llorar no devuelve a los muertos ni a los que se fueron.
Es lo que hice por la muerte de  mis padres, llorar, y es justo lo que ahora hago por el hecho de que Justin se fue. Llorar.







GRACIAS POR LEER, xoxo❤️🌸
Dos capítulos en un día, he roto récord, creo. Espero sus comentarios.

El hombre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora