El hombre de mi vida.

CINCUENTA Y OCHO.

Quito su mano de mi rostro. Mi mirada en todas partes menos en su rostro.

—Entonces, probablemente... será mejor que... ¿Estás terminando conmigo?— pregunta, quedamente.

Niego —No lo sé — mi voz es baja, casi como un susurro. 

—¿Quieres que te de algún tiempo? 

—Creo que será lo mejor, estoy en esa etapa de mi vida en la que necesito concentrarme en mi. Sé que tu también debes concentrarte en todos esos proyectos en los que estás participando. 

Veo como lentamente saca algo del bolsillo interior de su saco. Es una pequeña caja aterciopelada. 

—Probablemente el que te este dando esto justo ahora no tenga ningún sentido, pero, prométeme que te lo vas a pensar. A pesar del tiempo que me estas pidiendo que te de, por favor, piénsalo.

Abra la pequeña cajita y veo un hermoso anillo de compromiso. 

—No me contestes ahora, simplemente piénsalo bien y cuando tengas tu respuesta, sea ne-negativa o positiva me la haces saber ¿si?

En su voz hay duda y lo noto un poco nervioso.

Asiento, quedamente —Te daré mi respuesta — sonrió un poco —, esta en definitiva, no es la propuesta romántica que pensé que me harían algún día.

—Lo sé, y prometo mejorarla si me das la oportunidad.

Suelto una pequeña risotada —Más te vale que sea una buena, grande y hermosa.

Me pongo de pie y doy un paso hacia él, inclino mi rostro y junto mis labios con los suyos. Le sonrió antes de comenzar a caminar para apartarme de él.

Salgo del restaurante con una presión menos encima de mi, no veo hacia atrás ni una sola vez y no estoy llena de remordimiento tampoco. 

Sé que si debemos de estar juntos, lo estaremos, el tiempo lo dirá. Es solo que justo ahora, no es el momento adecuado para que él  y yo estemos en una relación. 

Cuando llego a casa le mando un mensaje.

"Ya estoy en casa"

"De acuerdo, nos vemos Jourdan, te amo."

"Yo también te amo"

"Te prometo que la próxima vez que nos veamos, habrá valido la pena todo el tiempo que pasamos separados, te amo, y mucho"

Esa noche Colton me dijo que Justin había tomado un vuelo de regreso a Nueva York. Justin me aviso cuando llego a su casa. 

Todo estaba bien, se sentía bien. 

En los meses siguientes yo me concentre en mi internado, por lo que hable con Justin a él también le estaba yendo muy bien. Había venido una vez a la ciudad por trabajo y  salimos a cenar, todo estaba como antes.  Todo se sentía bien y cómodo. Es como si aun estuviésemos juntos, pero ambos sabíamos que no, aunque había un compromiso ahí por parte de ambos. 

Mi internado rotatorio duró un año.

En ese tiempo estuve en todas las áreas del hospital y por fin había decidido mi especialidad, que no es ninguna de las opciones que me había planteado antes.

Obstetricia.

Esa era.

Esa es.