VEINTISÉIS.

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Justin me toma fuertemente de la cintura y me arrastra hasta el, pegando mi espalda a su pecho.

—¿Como que harta de mi mierda? — susurra entre dientes a mi oído. 

 Giro levemente mi rostro, el observa mi perfil con el ceño fruncido.  — Eres tan cambiante conmigo,  que creo que ya no estoy tan dispuesta a soportarlo.  

Me abraza y me da la vuelta, ahora estamos de frente, alzo un poco mi rostro hacia el de él, Justin me abraza por la cintura y me deja completamente pegada a su cuerpo. 

  — ¿Estas segura de lo que estas diciendo? —  baja su rostro hacia mi, nuestras narices rozándose, sus ojos color miel apoderándose completamente de los míos.  

  — No —  susurro, mis voz mas ronca de lo normal — , pero ya no creo estar dispuesta a...

Entonces me besa, sus manos están en mi rostro, luego una de ellas se desliza levemente hasta mi nuca acercándome mas, si es posible. El beso se intensifica y sube de nivel de un segundo a otro. Jadeo en el beso. Justin hace un sonido, como un gruñido desde el fondo de su garganta. 

  Me besa por lo que se sienten horas, pero solo son unos cuantos muchos segundos.

Cuando se separa de mi, ambos estamos jadeando, con nuestros labios hinchados y deseosos por mas. 

  — ¿Sigues harta de mi mierda? —  sonríe.  

Asiento, sonriendo también —Si, pero besas realmente bien. 

Doy un paso atrás y me alejo de él con una sonrisa en mis labios...


El hombre de mi vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora